Las 3 Guitarras

12 Un Regalo Sorpresa.

Durante las siguientes semanas seguí hablando con Dora por correo electrónico y los Domingos los esperaba con ansias para poder estar con ella; sin embargo cada vez era más complicado poder mantener mi teléfono celular escondido del Padre Marcos y de Will, de igual forma en las tardes no podía hablar mucho con ella, ya que ella regresaba algo tarde de la universidad que ahora estaba ubicada en la ciudad a una hora de distancia y yo me ocupaba en mis estudios vespertinos, así que el único momento de diario que podía hablar con Dora era de noche, sin embargo este se volvía bastante lento en la noche debido a que muchos lo usaban desde sus computadoras, así que necesitaba encontrar algún lugar para poder ocultarme del Padre Marcos y de Will; una noche, no recuerdo como ni porque, pero me subí al techo de la capilla que teníamos en el seminario, estando ahí me di cuenta de que a esas horas de la noche estaba bastante obscuro y nadie se tomaba la molestia de mirar al techo de la capilla mientras pasaran frente a esta, también me di cuenta que debido a la altura del punto donde me encontraba, desde el techo de la capilla mi teléfono celular captaba mucho mejor la señal de internet, por lo que sin pensarlo dos veces escogí el techo de la capilla como escondite nocturno para poder hablar con Dora en las noches.

Recuerdo que cuando le dije a Dora que hablaba con ella desde el techo de la capilla no le pareció muy buena idea ya que según ella le preocupaba que me fuera a caer de ahí o que fuera a pasar un accidente donde yo saliera perjudicado, a veces la convencía de que todo estaba bien y que ahí nadie me descubriría, hacia un poco de frio en las noches pero no me importaba, llegando así a quedarme varias noches en el techo de la capilla platicando con Dora hasta altas horas de la madrugada, estando lejanamente juntos durante nuestra hora, “la hora 00” que en teoría eran las 12 de la noche.

A Dora nunca le pareció la idea de que yo me subiera al techo de la capilla, pero para mí esa era la única forma de hablar con ella sin que me descubrieran y sin que la comunicación fuera lenta.

El único detalle era que a veces eran tanto el tiempo que me quedaba hablando con Dora en las noches que se agotaba la batería del celular, obligándome a bajar a mi estudio donde podía conectarlo a la fuente de carga, por suerte esto solo pasaba hasta la una de la mañana aproximadamente y a esas horas confiaba en que todos en el seminario ya estaban dormidos, por lo que con mucho cuidado de no hacer ruido bajaba a mi estudio para poder seguir hablando con Dora.

Una noche nos quedamos bastante tiempo hablando que duramos aproximadamente desde las 10 de la noche hasta las 4 de la madrugada. Esa noche como muchas otras jugábamos aun nuestro juego de “pregunta y pregunta” pero cada vez con preguntas más profundas que antes, más personales. Esa noche recuerdo que por causa de una pregunta comenzamos a hablar de cuales eran nuestros sueños en la vida; creo que ella me conto primero el suyo, que era bastante sencillo pero una completa aventura.

Dora soñaba con algún día viajar, viajar por todo el mundo, estar moviéndose en un auto escuchando música de los Beatles a todo volumen con mucha comida chatarra en medio de la carretera e ir a cualquier parte que se le cruzara en el camino. Era un sueño fantástico que me encantaría compartir con ella, aunque sabía que yo no estaba incluido en ese sueño, pero me hacía sentir feliz el espíritu aventurero de Dora.

Yo he tenido muchos sueños y metas a lo largo de mi corta vida que van desde algún día ser un gran guitarrista eléctrico como mi ídolo en la guitarra, Eric Clapton y tocar enfrente de miles de personas en un gran escenario, otro era el de ganarme la vida y ser feliz viviendo de lo que sea que haya logrado en un futuro. Pero el sueño que más anhelaba en mi vida y que hasta hoy lo sigue siendo, más que cualquier cosa es tener una familia, casarme con la persona que ame, tener hijos que amaría con toda mi alma y trabajar duro para hacerlos feliz. Muy diferente a la meta de todo joven, que es divertirse, estar de fiesta en fiesta y ser libre toda su vida; incluso Dora que ella soñaba con ser libre y vivir una gran aventura.

Pero cuando le platique a Dora cual era mi sueño más preciado que era tener una familia; ella por alguna razón empezó a decir cosas como

“no!... ¿enserio?!”

Y también cosas como:

“! no!... no podre estar contigo…”

¿Que?! ¿De que estas hablando?... (pensé, pero ella solo siguió)

No… losiento Alex, no soy buena para ti, enserio no soy una buena persona para ti…

Aquí me estaba preocupando un poco por su reacción, aunque la verdad no entendía porque me empezó a escribir todo esto, así que le pregunte porque me empezó a decir todo eso, “¿porque ella no era buena para mí?”, yo no comprendía; pero ella corto la conversación diciendo que ya tenía sueño o que su teléfono se estaba quedando sin batería, cualquiera de esas 2, así que me lo diría la próxima vez que habláramos. La noche del día siguiente volví a hablar con Dora hasta tarde, pero espere bastante para preguntar, así que durante las primeras horas que hablamos estuvimos jugando a “pregunta y pregunta” y hablando de tonterías, pero una vez que nos habíamos adentrado los 2 en la plática, ya como por la una de la mañana, le pregunte porque me había dicho tanta cosa la noche anterior, como yo ya me imaginaba se hizo de rogar y no quiso decirme nada, que solo lo olvidara, pero yo insistía en que me dijera porque me dijo todo eso; al final acepto decirme.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.