Ya llegada la tarde, Leila y yo la aprovechábamos para hablar, con el pasar de los días hablábamos por teléfono tanto tiempo, que en varias ocasiones estuvimos hablando mucho hasta llegar a hacer llamadas telefónicas de casi dos horas, algo curioso era que hablábamos tanto de muchas cosas y hoy en día no recuerdo detalles de esas platicas que actualmente me cuesta algo de trabajo creer que sucedieron; lo que si recuerdo es que hablábamos de casi cualquier cosa, entre eso ella me contaba a diario como había estado su día, yo solo le platicaba cosas interesantes que sucedían en la construcción, que de hecho no eran tantas ya que casi todos los días eran la misma rutina, en algunas ocasiones Leila mandaba a saludar a mi abuelo aunque no lo conociera.
Con el tiempo empezamos a hablarnos diariamente, todas las mañanas había un mensaje de buenos días al que y contestaba de igual manera.
Una de las muchas noches que hablamos estuvimos pensando en la última vez que habíamos estado juntos, aquella noche en la que habíamos salido a caminar, estuvimos pensando en cómo hubiese sido vernos más tiempo, tantas cosas que pudieron haber sido, así que en ese punto recordé que su cumpleaños era el 24 de noviembre, aún faltaba mucho para eso, pero para entonces yo ya tendría el suficiente dinero para hacer muchas cosas y le propuse ir a buscarla ese día, Leila “en ese momento” se emocionó mucho y me dijo que esperaría con ansias el volvernos a ver.
Fueron días que actualmente los considero como un mito, ya que soy consciente que en verdad sucedieron, pero es raro pensarlo así actualmente.
Estuvimos pensando mucho en que haríamos el día que nos veríamos, pensábamos ir a comer a algún restaurante, hablar caminando un rato, y ella me hablo de unas piscinas que concia; para este momento yo poco a poco está comenzando a planear como haría para poder volver en noviembre y cuanto necesitaría juntar para lograrlo, aún era demasiado pronto para pensar en eso, aunque en su momento no lo pase por alto.
Eran buenos momentos, disfrutaba hablar con Leila, aunque con el tiempo me empezó a preocupar un poco, yo mismo sentí que cada vez estaba más cansada, mis días también me dejaban cansado pero la diferencia era que ya en las tardes yo no tenía más compromisos, en cambio, yo sabía que aun en las tardes Leila tenía tareas y proyectos que hacer, comenzaba a tener un mal presentimiento.
Una tarde estábamos hablando vía telefónica como ya se estaba volviendo costumbre entre nosotros, comenzamos a hablar de algún tema que ya no recuerdo cual fue, de ahí nos fuimos desglosando a más cosas y llegamos un tema fuera de lo común, debo admitir que quien lanzo la primera piedra fui yo.
… y que esto… y que lo otro…
Ah sí… o también aquello…
¿sabes Leila?... eso que dijiste me hizo pensar en preguntarte algo raro jajaja
¿Raro como yo? Jajaja
Si más o menos, ¿alguna vez tuviste novio?
Mmm ¿Por qué la pregunta?...
Ah porque lo que dijiste hace rato me puso a pensar y ahora que recuerdo desde que nos conocimos en la preparatoria, nunca te he visto con nadie, ¿te gusta esconder tus relaciones verdad? Jajaja
Jajaja está bien… si es rara la pregunta, pero… no Alex… nunca he tenido novio, yo no he tenido la suerte que tu tuviste con la universitaria…
¿Enserio Leila?, perdón por la pregunta… enserio perdón… mejor cambiemos de tema…
Jajaja está bien no te preocupes… oye… ¿y aun te parezco atractiva?
Pues te puedo decir que la verdad si eres linda
Gracias… me acorde de hace tiempo… que pasaron tantas cosas... en segundo año…
Si… y que lo digas… cuando me gustabas y al final terminamos queriéndonos ahorcar jajaja
Jajaja si lo se…
Oye ahora que estamos tocando este tema… ¿ahora si… después de tanto tiempo… de tantas cosas… y de mucho más… podrías decirme de una vez por todas como fue que te hice daño?... te estarás burlando de mi ignorancia, pero la verdad que hasta hoy en día sigo sin saber que rayos te hice jajaja
Nada Alex…
¿eh?!...
Nunca me hiciste nada…
Jajaja ahora resulta, ¿no? Jaja
Es enserio, nunca me hiciste daño… nos engañaron…