CAPITILO 2

ELLA ES MI MALDITA PERDICIÓN 

Frank Lond

Nick siempre a sido mi amigo, cuando éramos niños siempre estábamos el y yo juntos, hasta que un dia me eligieron como líder del ejecito y Nick aún no era soldado, después de ese día nos distanciamos ya que yo me pasaba muchi tiempo en operativos de búsqueda y rescate y había días en que no volvía.

Cuando regrese después de tres semanas, Nick ya era el mejor amigo de Ana, eso no me molestaba puesto que ya no tenía tiempo de estar con el, y luego se volvió soldado y continuamos con nuestra amistad solo que algo distanciados, después de unos mese Danna se unió al ejército y nos volvimos muy cercanos, pero siempre me mostraba el respeto que me merezco como su líder.

En este ataque ella encontró un forastero, este dice que quiere una alianza con nosotros pero no confío, algunos soldados ya le han hecho preguntas y aún se niega a hablar así que entraré yo.

-Mis soldados me han dicho que te niegas a hablar- me siento frente a él.

-No, quiero hablar con la chica- me mira muy fijamente.

-Ella es una joya en la aldea, así que al menos debemos saber algo de ti para ver si es confiable meterla a hablar contigo.

-Soy Niff, es todo lo que les diré.

-Esta bien Niff, pero ¿por qué quieres hablar con ella?.

-Por que en ella es en quien confío- se queda callado- y por que me atrae.

Me levanto de mi silla y le propinó un puñetazo en la cara, por alguna razón el que haya dicho eso me molesto mucho.

-Ella es una princesa y no le faltaras al respeto- salgo de la sala de interrogatorios y me dirijo hacia mis soldados en la entrada- Traigan a la soldado Dound- me giro y me acerco a la ventana que me separa del forastero.

Después de unos minutos entra Danna.

-Soldado- la saludo.

-Lider- me devuelve el saludo y después de explicarle la situación ella entra.

Están platicando y veo que el la mira fijamente y le dice cosas que la molestan poco a poco y lo se por como va sentándose cada vez más derecha y aparentando más sus puños. Todo está tranquilo hasta que ella se levanta de golpe tirando la silla, y luego se abalanza contra el tirando lo y colocándose sobre el mientras lo amenaza con su navaja. Le hago una seña a algunos guardias para que entren y la ayuden y después de un que entren y la ayuden salen seguidos por ella.

-Soldado, ¿ se puede saber que paso?

-Nada- toma sus cosas del piso- No le den alimentos hasta que yo lo indique.

-¿Soldado?- insisto en que me diga pero solo se limita a verme y salir de la sala de interrogatorios.

La curiosidad me mata y entro al cuarto donde el esta.

-¿Por que te ataco?- me sonríe divertido.

-Ustedes 2 no son nada- se ríe- no le gusta que le digan Princesa.

-¿A qué te refieres con qué no somos nada?.

-Que si  fueran novios ella habría sonreído o me hubiera advertido que no le diga así, ya que es el apodo que alguien le puso y es especial o algo parecido- me dispongo a salir del cuarto cuando su voz llama mi atención otra vez- pero si se gustan ya que constantemente miraba de reojo hacia donde tu te encontrabas.

Salgo y cierro la puerta detrás de mi. No tenía sentido, ¿por qué le gustaría? si soy el hermano mayor de su mejor amiga y casi no convivimos, excepto cuando estamos en misiones o cuando Ana nos invita a ambos a alguna actividad.

-Frank- ella está escondida detrás de unos arbustos, me hace una seña para que vaya hacia ella.

-¿Que demonios haces aquí?- me tapa la boca con su mano y señala hacia nuestros padres que se encuentran hablando con alguien que tiene una capucha y solo se aprecian sus brillantes ojos Grises, idénticos a los de mi hermana, identicos a los de Ana.

-No, no es Ana- la volteo a ver- me hice la misma pregunta pero es más alto que ella y es un hombre.

-¿Sabes quien es?- me voltea a ver.

-No, pero lo descubriremos

-¿Descubrimremos?

-Si, como en los viejos tiempos Líder, tu y yo- me toma de la mano y se levanta, me levanto junto con ella y empezamos a caminar- sígueme la corriente, fijamos que hablábamos sobre la fiesta pasada de cumpleaños de Ana.

-Claro- entrelazo mis dedos con los suyos.

Y empieza todo- Esa vez fue muy divertido, tu no parabas de abrazarla y decirle que ya casi saldría a recorrer el mundo contigo.

Me rio- Estaba muy borracho, pero juro que ya no volveré a tomar en una fiesta de An.

-Chicos ¿qué hacen aquí?- la voz del padre de Danna nos hace voltear a verlo.

-Nada, solo salimos a caminar un rato padre- ella está nerviosa, ya que aprieta más su agarre a mi mano 

-¿Por que están juntos y agarrados de la mano?- señala nuestras manos con su cabeza.

-Eso no importa, ¿que hacen aquí?- se miran fijamente y luego contestan.

-Revisando que no haya problemas con la muralla, vayan a dormir- asentimos con la cabeza y nos dirigimos a nuestras casas.

-Hey dormirás en casa con nosotras hoy- la miro confundido- tenemos que resolver esto ahora- me jala y entramos a la cabaña de las chicas, todo esta apagado y callado puesto que ya es muy tarde, entramos a la habitación de Danna y después de un rato intentando buscar una solución ella se queda dormida.

Acomoda su cuerpo en su cama y la tapo con sus cobijas, salgo de su habitación y entro a la de mi hermana 

-¿Que haces aquí?- An esta sentada viéndome.

-Terminaba un trabajo con Danna- me sonríe.

-Ustedes hacen bonita pareja- se ríe- puedes dormir aquí si quieres- se acomoda a un lado y me acuesto a su lado en la cama.

Lo confirmo, pensar en Danna como solo una soldado me es imposible y pensarla como mi hermana tampoco se puede, desde que la conozco ella se volvió mi perdición, mi perfecta perdición.

Y es así como me quedo dormido, al lado de mi hermana, pensando en la chica que ya bloqueó todos mis sentidos y que solo me permite observarla a ella.