Las Alas Del Crepúsculo

Belleza Y Oscuridad

En las profundidades de las sombras, donde la luz rara vez penetraba, se encontraba Erebos, líder de la Orden del Crepúsculo. Su presencia era un contraste impresionante entre belleza física y una fealdad interior indescriptible.

Erebos era un ser de una hermosura casi celestial; su cabello plateado caía en ondas suaves sobre sus hombros, enmarcando un rostro de rasgos delicados y perfectos. Sus ojos, de un azul profundo, reflejaban una inteligencia aguda y una determinación férrea.

Sin embargo, detrás de esa apariencia encantadora se escondía una oscuridad pura. Su alma estaba corrompida por deseos de poder y venganza.

Erebos ansiaba destruir el equilibrio que los arcángeles habían protegido, no solo para demostrar su superioridad, sino para obtener el poder de Hades y gobernar sobre todos los reinos.

-El equilibrio es una ilusión, una cadena que nos ata. Solo en el caos encontraremos la verdadera libertad -murmuraba Erebos, su voz seductora resonando en las sombras.

Mientras tanto, en las profundidades del abismo, Hades se encontraba sumido en un profundo sueño, una consecuencia del poderoso hechizo lanzado por los arcángeles. Su trono, una macabra obra de arte esculpida en ónix negro y mármol ensuciado, se erguía como un monumento a su poder y su caída.

Hades, con su imponente figura, parecía una escultura inmóvil, su piel pálida y su cabello oscuro creando un contraste impactante contra el trono negro.

El abismo, un lugar de eterna oscuridad y desesperación, estaba lleno de criaturas sombrías que deambulaban sin propósito, incapaces de liberar a su maestro. Solo un arcángel tenía el poder de deshacer el hechizo y despertar a Hades de su letargo.

-Dormiré por siempre en esta prisión, a menos que un arcángel caído libere mi alma -susurraba el viento del abismo, llevando consigo el eco de la condena de Hades de forma continua a todos los reinos que forman el abismo eterno.

*La Orden del Crepúsculo:*

En un lugar secreto, oculto de los ojos curiosos, los miembros de la Orden del Crepúsculo se reunían una vez más. Este lugar, una caverna vasta y profunda iluminada solo por la tenue luz de antorchas, estaba adornado con símbolos antiguos y estatuas de figuras oscuras. El aire estaba cargado con la energía de conspiración y malevolencia.

Erebos, sentado en un trono de sombras, observaba a sus seguidores con una mezcla de orgullo y ambición. La Orden del Crepúsculo estaba compuesta por seres híbridos, ni totalmente angelicales ni demoníacos, todos unidos por su deseo de romper el equilibrio y sumir al mundo en un estado perpetuo de crepúsculo.

-Hermanos, el momento se acerca. Para destruir el equilibrio, necesitamos apoderarnos de un objeto de poder supremo: el Corazón de la Oscuridad. Solo así podremos liberar el verdadero poder de Hades y usarlo para nuestros fines -dijo Erebos, su voz resonando con una autoridad inquebrantable.

Los miembros de la Orden asintieron, sus ojos brillando con la misma ambición oscura que movía a Erebos. Sabían que el Corazón de la Oscuridad era la clave para su plan maestro.

-Y una vez que tengamos el Corazón de la Oscuridad, forzaremos a Aiden a extraer los poderes de Hades y entregármelos. Con ese poder, gobernaré sobre todos los reinos -continuó Erebos, su mirada fría y calculadora - Aiden no tendrá más opciones que rendirse a mí.

*El Plan Maestro:*

Los integrantes de la Orden del Crepúsculo sabían que su misión no sería fácil. El Corazón de la Oscuridad estaba oculto en un lugar protegido por antiguos guardianes, seres de inmenso poder que no permitirían que cayera en manos equivocadas.

-Debemos ser cuidadosos y estratégicos. La primera parte del plan es localizar el Corazón de la Oscuridad y arrebatárselo a sus guardianes. Solo entonces podremos proceder con el segundo paso: capturar a Aiden -dijo Erebos, su voz un susurro siniestro que resonaba en la caverna.

La imagen de Erebos y su Orden del Crepúsculo se alza imponente, una amenaza latente para el equilibrio del universo. La determinación de Erebos de obtener el poder de Hades y destruir el equilibrio prometía un conflicto épico.

La sombra de su plan se cernía sobre Aiden, Daniel e Ian, quienes sin saberlo, estaban a punto de enfrentarse a uno de los mayores desafíos de sus vidas.

El equilibrio del universo está en peligro, y la ambición de Erebos amenaza con desatar un caos sin precedentes. Con el Corazón de la Oscuridad en su mira y el plan de capturar a Aiden, la Orden del Crepúsculo se prepara para una batalla épica.

La lucha por la luz y la sombra continúa, y solo el tiempo revelará el destino de todos.
 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.