Las Armas de Griáldia: El Viaje de Zeo Vol. 1

Ep III, Capítulo IV: Testigo de la Tragedia

―Titania, ¿Qué piensas hacer? —Menciona Faryanna.

―No, Titania —comenta Rubiria—. No lo hagas, no es necesario ―ella pasa su mano para retirar las últimas lágrimas de su rostro―. Zafyrion me ha hecho entender que no vale la pena ponerte en riesgo por mi satisfacción personal. No lo hagas.

―Rubiria —Titania se posa inmóvil entre ellos dos—. No hay problema. Entiendo por lo que estás pasando, y creo que vale la pena el riesgo. Además —Añadió una sonrisa segura—, yo también quiero saber quién mato a tus amigos, a tu hermano, y a toda la naturaleza que había en este valle. No te preocupes, todo saldrá bien, ¿vale?

Aun insegura, Rubiria no hace más que asentir.

Titania se posiciona frente a Rubiria y Zafyrion. Cierra sus ojos, extendiendo sus brazos hacia abajo con las palmas abiertas y la cabeza en alto.

Ellos le dan algo de espacio.

Los segundos transcurren en completo silencio. Cuando de pronto, Titania se ve envuelta en una esfera de luz blanca y traslucida. Poco a poco, ella se eleva, toma altura hasta finalmente detenerse a unos cinco o seis metros del suelo.

Todo alrededor se torna diferente. El ambiente cambia. La temperatura desciende ligeramente. Hay una extraña presión en el aire.

¿Otra vez esto?

No... Es diferente.

―Oye… Zafyrion. ¿Qué es lo que está haciendo Titania? —Pregunté, sin retirar los ojos de la esfera.

―Va a usar su Clarividencia —Respondió en un tono serio.

― ¿Clarividencia? ¿Qué es eso? —Indaga Faryanna, tomando la palabra con curiosidad.

Zafyrion se toma una breve pausa.

―Es... demasiado complicado para explicarlo así nada más ―contestó―. En especial porque Titania no es un hada común, y no me refiero a su casta. Pero puedo decirte que la Clarividencia es un tipo de magia mental, que permite al usuario ver el pasado, presente y futuro. Es una magia muy inusual.

―Asombroso... ―Fary observa a Titania, estupefacta―. Es lo mismo que usó la princesa, ¿cierto?

―Correcto.

Entonces así como averiguará lo que ocurrió.

―Pero no todo es así de simple ―agregó Rubiria, cuya expresión es igual de seria.

― ¿Ah, no?

―No. Ver el presente es sencillo. Pero intentar indagar en el pasado o en el futuro, es más complicado ―Rubiria cesa sus palabras por solo un par de segundos―. Cuando dijo inusual, se refería más bien a única. Solo la Clase Oráculo puede usar esa magia sin riesgos mayores. Aquellos que no lo son, pueden sufrir severos efectos secundarios.

No me gusta para nada como suena eso, ni mucho menos la manera en cómo lo dijo.

― ¿Qué quieres decir con efectos... secundarios? ―inquirió Faryanna, dudosa de si hacer la pregunta o no.

―Debilidad, pérdida de fuerza, falta de vitalidad, desmayo, colapso mental, amnesia indefinida, coma inducido que puede durar de días a meses. Y en el peor de los casos, pueden...

―... Quedar en estado vegetativo permanente ―completó Zafyrion, sin interrumpirla.

― ¡Eso no puede ser! ―objetó Faryanna, entrando en preocupaciones.

―Es una magia que pone mucha presión en el cerebro; en la psique y el subconsciente del usuario. Lleva sus mentes al límite. Aún para los Oráculos, que es su habilidad característica, les toma años dominarla sin mayores riesgos.

― ¡Entonces no debería hacerlo!

―Concuerdo con Faryanna ―Opiné, igual de preocupado que ella― Si es así, ¡no le veo el caso al riesgo!

―No podemos hacer nada ―mencionó Rubiria, apartando la mirada―. Fue su decisión, no la nuestra. Debemos confiar. Ella sabe lo que hace. No es su primera vez.

― ¡Aun así...!

De la nada, la esfera de luz que envuelve a Titania, estalla en una onda de energía con la suficiente fuerza para hacernos dar un paso atrás, acompañada de un sonido fuerte y estruendoso.

Fijamos nuestra atención en ella. Esta levitando a una altura muy elevada, demasiado, nadie se dio cuenta de cuando subió tanto. Y aún sin mover las alas, permanece fija en el aire con la cabeza levantada, como si mirar el cielo.

La extraña atmosfera se vuelve más prominente y opresora.

―Ya es muy tarde —Dijo Zafyrion—. Titania acaba de entrar en Trance. Despertarla en ese estado sería más riesgoso que dejar que continúe.

― ¿Entonces qué podemos hacer? —Pregunté con inquietud.

―Esperar a que termine. Y esperar a que regrese consiente ―Respondió, prudente y sensato en sus palabras.

Tras la sugerencia, nos juntamos y pacientemente esperamos a que su Trance llegue a su fin.

Cruzan los minutos, lentos y tortuosos. Titania permanece estática en el aire, sin ninguna reacción o indicio de que está en sus cinco sentidos.

Aunque intenten aparentar fuerza, Zafyrion y Rubiria están más preocupados que nosotros. Su angustia es solo comparable con la esperanza que tienen de que todo saldrá bien.



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En el texto hay: magia y fantasia, vida estudiantil, aventura y accion

Editado: 14.12.2021

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