Las aventuras de A-Yang, y los celosos juniors

Capítulo 1

Fue en una cacería nocturna que las cosas entre los Juniors y el ex Patriarca Yiling cambiaron.
Wei Wuxian aún recordaba las palabras dichas por esos cuatros chicos. ¿Era una especie de Karma por todo lo que hizo en el pasado? Sinceramente, no lo sabía pero, será mejor ir a la fuente de este problema.
 


 

~Días Antes~
 


 

Los Juniors y Wei Wuxian se encontraban en una cacería que parecía —hasta este momento— aburrida. El ex discípulo de Yunmeng se encontraba hablando mientras que unos fastidiados jóvenes lo escuchaban a nada de explotar contra él. ¿Por qué aún seguía tratándolos como si de niños se trataran? Lo odiaban.
Ellos ya estaban bastante grandecitos y, él no era quien para decirles que podían o no hacer.
 


 

—¿Seguros que no necesitan mi ayuda? —preguntó un tanto preocupado.
 


 

—No, señor Wei —respondió JingYi irritado.
 


 

¡Maldición!
 


 

¿¡Cuántas veces iba a seguir preguntando lo mismo?
 


 

—Está bien.
 


 

Wei Ying sentía que sus niños no lo querían ahí, sentía que sobraba pero no quería aceptar ese hecho. 
Los juniors por otra, querían hacer saber al mayor que no soportaban su presencia, que querían que se largara porque no lo necesitaban ahí.
Según ellos, no querían a alguien con un nivel de cultivo tan bajo y patético.
 


 

—¿Hasta cuándo tenemos que seguir soportandolo? —preguntó Ouyang Zizhen con fastidio.
 


 

—Es probable que le diga a Hanguang-Jun cuando regresemos.
 


 

—¿¡Por qué!? —exclamó Jin Ling con molestia—. ¡Hanguang-Jun debería entendernos.
 


 

—No lo hará, joven amante.
 


 

—JingYi tiene razón —comentó Lan Sizhui—. Si le decimos algo al maestro Wei y Hanguang-Jun se entera, seremos castigados por faltarle el respeto a su esposo.
 


 

Era como que a esos mocosos se les olvidara que Wei Wuxian era el esposo de Hanguang-Jun y a él, no le gustaba ver sufrir a su Wei Ying. Estos pequeños niños no sabían lo que les esperaba en el futuro.
 


 

Ouyang y Jin Ling soltaron maldiciones mientras eran observados por el Patriarca.
Wei Wuxian quería saber que era lo que había provocado tanto enojo en ellos dos. Nunca había visto a Zizhen tan molesto.
 


 

—Pequeños, ¿Están bien?
 


 

Los jóvenes se tensaron en sus lugares mientras miles de preguntas se les formaban en la cabeza. Aunque una de esas se repetía de manera constante.
 


 

«¿¡Nos escuchó!?»
 


 

Lan Sizhui fue el primero en salir de su estupor y respondió con molestia:
—Maestro Wei, deje de tratarnos como niños.
 


 

Que su rabanito le respondiera así le sorprendió, ¿Hizo algo mal?
Que él sepa todo estaba bien, ¿Acaso era mentira?
 


 

¿Por qué repentinamente esas preguntas venían a su mente?
Sus niños lo amaban como él lo hacía, ¿Verdad? Entonces... ¿Por qué dudaba?
Tenía miedo de saber la respuesta.
 


 

El ex Patriarca Yiling no pudo seguir pensando debido a que una bestia bastante grande se apareció de la nada. Había energía resentida rodeándola.
A los juniors no pareció importarles cuando se lanzaron a pelear contra esa cosa.
 


 

Wei Wuxian no sabía si idear un plan o ir a proteger a sus mocosos, pero si lo hacía era muy probable que todos acabaran muertos.
Idear un plan no duró mucho al ver cómo el cuerpo de su pequeño sobrino chocaba contra un árbol.
 


 

—¡Jin Ling! —exclamó corriendo hasta el menor bastante preocupado—. ¿Estás bien?
 


 

—¡Suéltame! —gruñó el menor en respuesta lastimando a Wei Wuxian en el proceso—. Estoy bien, no te necesito.
 


 

El ex Patriarca Yiling sintió como un nudo se le formaba en la garganta, ¿Por qué?
 


 

—Está bien —susurró alejándose del menor. 
La misma acción la repitió con los otros tres jóvenes quienes le contestaron igual o peor que el joven líder de Lanling. El nudo en la garganta de Wei Wuxian se sentía como una pesa que cortaba su respiración.
 


 

Al ver que los jóvenes no podían con la bestia de energía resentida, él decidió acabarla. Costó un poco debido al bajo cultivo del cuerpo de Mo XuanYu. 
Los juniors estaban asombrados y molestos. Ellos no pensaron que Wei Wuxian sería bueno manejando una espada pero, ¿Por qué después de todo lo que le dijeron para hacerlo sentir mal lo seguía tratando como niños? 
 


 

¡No eran niños!
¡Ya eran adolescentes!
¿¡Por qué él era el único que no parecía entenderlo!?
 


 

—Es bueno saber que están bien —mencionó con una dulce sonrisa, aunque fue más como una muñeca forzosa.
 


 

—No hagas eso —dijo Zizhen serio.
 


 

—¿Hacer qué? —preguntó el ex Patriarca confundido.
 


 

—Sonreirnos de esa manera, no lo hagas.
 


 

Eso tomó por sorpresa al ex discípulo de Yunmeng, ¿Había algo malo con su trato?
 


 

—¿Por qué? —preguntó con cierto temor.
 


 

—¡Lo detestamos! —exclamó el jóven Jin impaciente—. Pero tú pareces ser el único que no lo nota.
 


 

—Jin Ling —advirtió Lan Sizhui.
 


 

—No, Sizhui. Él debería saber todo lo que pensamos con respecto a su persona.
 


 

—La joven amante tiene razón —apoyó JingYi—. Además tú estás de acuerdo con esto.
 


 

Wei Ying estaba empezando a entender un poco esto pero, no quería aceptarlo. No iba a aceptarlo.
 




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