Las aventuras de A-Yang, y los celosos juniors

Capítulo 35

Wei WuXian se detuvo abruptamente al notar que algo no iba bien; una opresión en el pecho, le decía que debía ir con Xue Yang. Sin embargo, necesitaba deshacerse de XingCheng, pero no sabía cómo.

Su mirada se dirigía a cualquier parte menos a su oponente, pasaba de su cuñado y hermano, hasta el camino que lo conducía al JingShi. Se encontraba profundamente desesperado, intentando por todos los medios buscar una salida, maldiciendo cuando no encontraba la solución. No obstante, y esquivando un ataque, corrió hacia el JingShi siendo seguido por los tres hombres.

En el camino se encontró con su esposo, pero lo ignoró deliberadamente. WangJi al darse cuenta de esto entendió, algo había pasado y eso involucraba a su hijo menor.

Los dos mayores corrían por los pasillos de GusuLan, mientras comenzaban a sentir que los minutos se hacían cada vez más eternos, y los caminos más largos. Al llegar al JingShi, se miraron entre sí y entraron.

—No —susurró el patriarca, mientras se acercaba a sus pequeños niños.

—Wei Ying —murmuró de igual forma Lan WangJI.

—Se lo llevaron, Lan Zhan —dijo sintiendo las lágrimas formarse en sus ojos.

—Lo encontraremos.

—¡No! —gritó con rabia—. ¡Se llevaron a nuestro hijo delante de nuestras malditas narices!

—¡Lo sé! —bramó de igual forma el segundo jade.

—Fueron unos minutos, Lan Zhan —soltó desesperado el patriarca—. ¿Como paso? ¿En qué momento?

—No lo sé, Wei Ying —respondió el Lan abrazando a su esposo—. Solo se que vamos a encontrarlo y a traerlo de regreso.

—Eso espero, porque no sé qué haría sin A-Yang.













 

Yiling

Yu Mei dejó a Xue Yang en una cama provisoria mientras esperaba la llegada de HuaiSang. De vez en cuando miraba al niño que estaba a pocos metros de ella, en su interior podía sentir un poco de arrepentimiento, pero terminaba recordándose que esto era lo que había deseado Xue Yang.

Quizás, esta no era la mejor forma, sin embargo, tampoco encontró otra. El plan que estuvo formando por estos años, fue difícil y frustrante en partes iguales; eso no quería decir que el secuestro fue la única variante. Hubo más de una variante, solo que esas siempre terminaban de manera fatal.

En consecuencia, secuestrar a Xue Yang era todo lo que podía hacer. Trabajo en esto hasta que quedo completamente perfecto, se unio a HuaiSang y ambos hicieron todo lo posible para llegar hasta ahora.

¿Estaba mal? Podria decirse, pero siempre fue una mujer de palabras, y debia cumplir con esta ultima voluntad. Por momentos, podía sentir lo que sentían el patriarca Yiling y su esposo, los entendía a ambos.

Cuando HuaiSang apareció, se pusieron en marcha. Necesitaban tener el tiempo suficiente para llevar a cabo el ritual.
Entendían que, todo podía pasar con Xue Yang una vez se iniciara todo.

Prepararon todo, Yu Mei sería la encargada del ritual, mientras que HuaiSang, sería quién vigilara para que nadie interfiera. Los dos sabían que Wei WuXian no tardaría en darse cuenta.

Después de todo, la nueva oportunidad de Xue Yang, inició en Yiling.






 

GusuLan

Wei WuXian daba vueltas, estaba furioso, tanto con Xiao XingChen como con Nie HuaiSang.

¿Cómo lo supo? No era estúpido, después de Jin GuangYao, HuaiSang sería capaz de cualquier otra cosa. Cuando lo descubrió, quiso creer que él no sería capaz de hacerle eso a un niño pequeño. No obstante, sentía que había algo ahí.

HuaiSang era todo menos imbécil, conocía el pasado de Song Lan y quienes habían formado parte de eso. Solo que había un problema, el actual líder Nie no tenía nada en contra de Xue Yang, a menos que...

—Tú —susurró mirando a XingChen.

—¿Qué pasa conmigo? —preguntó el mencionado confundido.

—¡Eres el maldito problema! —respondió con rabia.

—¿Qué quieres decir?

—Tú eres el causante de que secuestraran a A-Yang.

XingChen lo miró con seriedad, sin creer lo que el menor decía. Eso no podía ser cierto, hasta que recordó al esposo de su amigo.

—Él no... Imposible.

—Por favor, Xiao XingChen, él sería capaz de cualquier cosa. ¿Por qué crees que te mandó hasta aquí?

—¡Mientes!

—HuaiSang es inteligente, debiste darte cuenta ni bien pisaste Gusu.

Con la verdad dicha, WuXian se giró para ver a su esposo. Debían ir a Yiling, traer a su retoño y asesinar a HuaiSang por haberlo secuestrado.

Él, quién alguna vez fue el temido Yiling Laozu, lo haría arrepentirse y suplicar por su patética vida.






 

Yiling

Los minutos pasaban, HuaiSang observaba y al mismo tiempo temía por lo que pasaría. En el fondo, le pedía perdón a su esposo y a Wei WuXian. Esperaba poder hablar con ellos y aclararles la situación.

—Está todo listo —habló Yu Mei, sacándolo de su miseria.

—Bien, será mejor empezar —contestó, con seriedad.

—Vigila que nadie venga, necesito estar concentrada para traerlo.

—Lo sé, no tienes que decirlo.

—Lo vi perturbado, Líder Nie. Espero que no de un paso atrás en esto.

HuaiSang la ignoró, tenía la duda en su corazón, y una voz en la cabeza acosandolo, pero no podía detenerse ahora. No cuando estaban demasiado cerca.

Dejó que Yu Mei hiciera lo demás, quería acabar con esto rápido.



 

La diosa sentía que se llevaba la peor parte, en su corazón quería sacar a Xue Yang de ahí y acurrucarlo en sus brazos, pero su mente y razón, la obligaban a seguir.

Con cuidado, colocó a Xue Yang en la laguna, dejando que el cuerpo del menor se hundiera por completo. Cuando notó que el menor tocó el fondo, empezó a recitar el hechizo que lo devolvería a su cuerpo original.

Traer sus recuerdo originales, sería algo más complicado, por lo que necesitaba tener el cuerpo primero. Le dolería, sentiría el dolor a pesar de estar en la inconsciencia. Lloraría llamando al patriarca, pero, gritaría cuando viera a Xiao XingChen una vez más en sus recuerdos.




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