Las aventuras de la chica mágica y el luchador

La chica mágica y el luchador vs El caos de más allá del tiempo

 

 

                                                            1

¿Cómo se sentirían los soldados americanos que desembarcaron en Normandía durante el famoso Día D?

Supongo que igual que como nosotros nos sentíamos en ese momento. No era como si hubiéramos formulado un gran plan de ataque, el plan era atacar. Naomi les colocó una manta a sus padres que dormían plácidamente en el sofá, y le dio un beso en la frente a cada uno. Ella tenía la ubicación exacta del engendro de más allá del tiempo, y tiempo era lo que no debíamos perder si lo que queríamos era caerle al puto y partirle su madre antes de que se moviera de lugar. Aunque algo me decía que no tenía necesidad de hacer eso. Lo que pasó fue como en esas series o películas policiacas donde al realizar una llamada el criminal, un equipo de comunicaciones logra rastrear la llamada hasta su punto de origen. Cada vez más me asombraban las habilidades de Naomi, definitivamente si esto fuera un anime ella sería uno de esos personajes OP, o sea que estaba toda rota. Salimos de su casa decididos a matar o morir. La ciudad parecía estar en silencio, la noche estaba por caer, y daba por hecho que otra vez faltaría al entrenamiento, y la lucha era la noche siguiente, mierda. Ni modo. De nosotros dependía que el mundo siguiera su curso normal, así que había prioridades.

Naomi me fui guiando por las calles, aunque yo conocía buena parte del recorrido ya que eran las calles y avenidas que llevaban a Apodaca, lugar donde yo había vivido algunos años antes de que nos mudáramos a Unidad Modelo, al norte de Monterrey. En el autoestéreo sonaba Metallica con One. Naomi se veía asustada, pero trataba de disimularlo. Aquello me hizo recordar algo que el gran Roberto Gómez Bolaños “Chespirito” dijera en un programa de televisión argentino donde dio una entrevista hace muchos años, que los verdaderos héroes tienen miedo, y en ocasiones pierden, pero que a pesar del miedo se enfrentan al problema porque nadie más lo hará. No llevábamos armas, o sea, nada de pistolas, rifles, ametralladoras o explosivos, no, ella sólo llevaba su magia y yo mi fuerza física, era todo lo que teníamos para hacerle frente a un monstruo, que quizás era un dios lovecraftniano.

Actualmente no se puede dudar de la existencia de criaturas monstruosas, de deidades cósmicas o seres que desafían todo lo que la humanidad creía saber de la vida y su origen, los eventos de la primavera pasada nos abrieron los ojos a muchos, aunque muchos más prefirieron seguir ciegos, prefirieron la ignorancia, porque bien lo dijo el desaparecido escritor norteamericano Howard Phillip Lovecraft: No hay en el mundo fortuna mayor, que la incapacidad de la mente humana de relacionar entre sí todo lo que hay en ella.

No podía culpar pues, a la gente que se negó a creer que bajo el mar existen seres perturbadoramente similares al hombre, y que pese a que la comunidad científica lo confirmó, continuaron diciendo que los videos, los testimonios, las transcripciones del navío de guerra que bombardeó Fuki y la aparición de una enorme criatura frente a las costas de Valparaíso eran imposturas creadas para distraer la atención de la gente. El miedo a lo desconocido es el miedo más antiguo, como también dijera el escritor antes citado. Pero los que sí creíamos, los que sí teníamos la certeza de que los peligros acechaban desde lo profundo del mar o del espacio, teníamos entonces la responsabilidad de dar la cara por la raza humana, de resistir tan siquiera un poco ante las fuerzas caóticas que pudieran cernirse sobre nuestro mundo. Y ahí estábamos Naomi Sánchez González, la guerra de la virtud, y Santiago Ramírez Pérez, el guerrero que se cubre el rostro, dirigiéndonos a una batalla en nombre de toda la humanidad.

—Será muy poderoso y todo pero cometer el error de ponerse al descubierto sólo por alardear es estúpido —dijo Naomi con la vista al frente. Pero pensándolo un poco, ¿de verdad una criatura inter-dimensional carecía del sentido común básico? Temía que en verdad esto fuera una emboscada. Pero también pensé en la posibilidad de que al sentirse tan seguro de sí mismo obviara toda precaución y nos subestimara, digo, no sería el primer malo muy malo en meter así de hondo la pata. En todas las películas y series, al villano le cuesta la posible victoria alardear y ponerse a hablar en lugar de acabar con el héroe. Quería pensar que era eso último, que el muy pendejo no sabía con quiénes estaba tratando.

Llegamos a la avenida Concordia, Naomi se estremeció al percibir con más claridad la presencia del ser de más allá del tiempo, incluso noté que empezó a marearse. Quité una mano del volante y con esa tomé la suya. Ya había caído la noche, y aunque notaba cómo mi celular parpadeaba, estaba en modo silencio, lo ignoraba deliberadamente. Me dije que cualquier llamada o mensaje lo respondería al terminar la batalla, una forma de asegurarme que ganaríamos. Aunque la presencia de la criatura abarcaba toda la ciudad, al estar más cerca de esta hasta yo comencé a sentir algo raro, era como un vacío en el estómago, una tensión en los músculos de la mandíbula. ¿Ante qué clase de monstruo nos encontraríamos en breve? ¿Una masa informe, ominosa, de apariencia inenarrable y que haría que la locura se apoderara de nosotros?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.