Las aventuras de la chica mágica y el luchador

Epílogo

 

Sobre la parrilla se asaban cinco grandes trozos de carne.

Dos meses después de los catastróficos eventos, las cosas parecían volver poco a poco a la normalidad. La humanidad se llevó un buen susto esa tarde del mes de julio, sin duda, pero se logró sobreponer, la voluntad del ser humano es fuerte.

Estábamos a quince de septiembre ahora, haciendo una carne asada con motivo del Día de la independencia mexicana. Chuy como siempre fungiendo de parrillero, Blanca hablando sobre el negocio, que iba muy bien, que era probable que crecieran y se asociaran con otras empresas del rubro. Nani por fin se veía alegre y totalmente en paz, sí, su servicio social ya había terminado en la prepa siete. Alma y Celia escuchaban atentas lo que nuestra anfitriona decía, y a lo lejos se escuchaban las pirotecnias tronar. La esposa de Chuy ahora sí entraba de lleno a la plática porque la pequeña estaba jugando en el patio con Naomi a pocos metros de nosotros. Me di cuenta que Naomi se llevaba muy bien con los niños pequeños, una especie de talento natural seguramente. Llegó la hora de comer. Todos sentados a la mesa.

—Itadakimasu. —Dijo Naomi.

—Itadakimasu. —Respondimos a coro los demás.

Naomi y yo hemos seguido cazando demonios, de vez en cuando aparecen a hacer su desmadre en diferentes puntos de la ciudad. Siempre vamos en mi auto, el nuevo, porque el otro valió madres cuando se colapsó Cintermex y por ende el estacionamiento. Pero mi auto nuevo es un Chevy nova noventa y cuatro en color amarillo. Este no está oxidado, claro. Naomi me acompañó a comprarlo a un lote de autos allá en García. Ella lloró emocionada cuando vio que era casi idéntico al anterior, por eso no dudé y lo compré al contado. Ah, es que me ha ido de maravilla en esto de la lucha libre. Me salen de repente luchas en otras ciudades, y tengo programado un mano a mano contra El Velociraptor de plata aquí en la Coliseo para la próxima semana. Saben, es duro separarse de Naomi durante esos días que salgo a luchar a otros lados. Aunque ella se las apaña sin mí para cazar a los demonios, dice que no es lo mismo si no estoy. La amo demasiado.

Bueno, esta apunta para ser una noche tranquila en la Ciudad de Monterrey.

Me sonríe y yo a ella. Y todo es como debe ser.

 

 

 

Nuevo León. 01 de diciembre del 2018 – 09 de diciembre 2018.




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