Las Aventuras De Leini “en Busca De Un Nuevo Mundo”

EL ATAJO ESPACIAL

Leini se encontraba tan cansado después de haber maniobrado la nave en la zona de asteroides que durmió por dos deciclos seguidos. Cuando abrió sus ojos, estiró prolongadamente sus brazos y se dirigió al baño, lavó sus dientes, se vistió de nuevo su traje espacial, se acercó al pequeño refrigerador que estaba dentro de la nave y sacó unas pastillas de chocolate, otras de pan con maní y finalmente unas de queso trenxsuizo, las colocó encima de un pequeño plato y se las engulló todas de a una sola vez.

Miniciclos después -Ahhh, que sabroso desayuno- dijo mientras ingresaba a la cabina de mando, ¿No se te antoja un chocolatico? - le dijo al androide- -Ya te dije que no lo necesito, sin embargo, muchas gracias. Oye, sí que estabas cansado-  -Si, no sé qué me pasó pero sentí como si perdiera de repente toda mi energía, pero ya me encuentro muy bien- -Claro, como no vas a estarlo si dormiste por dos deciclos- ¡Dos deciclos!- dijo con asombro Leini –Vaya, sí que estaba cansado-  -Bien, llegaste justo a tiempo porque ya nos acercamos al atajo 86754- -¿Al ata qué?- preguntó Leini- bah, olvídalo y más bien prepárate porque la entrada al atajo es peor que la batalla con los asteroideos- -¿A qué te refieres- -A esto- no habían acabado su conversación cuando de repente la nave empezó a vibrar con fuerza impresionante, Leini miró hacia el frente y vio un enorme remolino de color negro acercándose hacia ellos- -¿Pero, pero qué es eso tan gigantesco?- -¡Es el atajo número 86754, abróchate el cinturón y agárrate fuerteeee!- e inmediatamente fueron absorbidos por el enorme hoyo negro que los chupó de un sólo sorbo.

Si hubiera habido un espectador en ese momento, este hubiera observado desde afuera como la nave desaparecía más rápido que un rayo, sin embargo, desde adentro, la sensación que se sentía en esta mientras atravesaban el agujero negro era totalmente diferente, pues, todo transcurría muy lentamente. Por ejemplo, la piel de Leini se estiraba como una goma de mascar y su cuerpo parecía de caucho, se estiraba y se encogía sin cesar, sus ojos se salían de sus orbitas y regresaban a ellas en repetidas ocasiones, Leini veía como sus dedos se alargaban y se enrollaban sin control y cuando miraba al suelo veía sus pies a metros de distancia, en pocas palabras, su cuerpo se estiraba como un pedazo de caucho.

Por su lado, Cerebrónico se deshacía como un trozo de hielo derretido, pero sin salirse de su forma, se derretía y luego volvía a su forma normal, se derretía y nuevamente volvía a su forma normal, incluso, llegó un momento en que su color llegó a ser de un rojo vivo fundido, parecía como si se estuviera disolviendo. Cuando trataban de hablar sus palabras se descomponían en sílabas y sus silabas en letras y luego, eran absorbidas por la tremenda gravedad de la que estaban siendo objeto en esos momentos, finalmente y después de unos interminables microciclos, un sonido estridente sonó en toda la nave y todo se detuvo de manera estrepitosa.

 - ¿Pero, pero ¿qué fue eso?  - preguntó Leini mientras todo giraba a su alrededor-Fue la ultra gravedad-le respondió Cerebrónico con voz vibrante - ¿La ultra qué? -  -La ultra gravedad del atajo espacial. Ya me lo había advertido el profesor pero jamás pensé que fuera tan poderosa, es más, ni siquiera el experimento que hicimos en el laboratorio se parece a esto y te lo confieso, por un momento pensé que moriríamos en el vacío de ese hoyo- -Guau, pues, la verdad, aunque me incomodó en un principio, la sensación fue increíble, ¿cuándo lo volveremos a hacer?- dijo Leini con agitación -¡estás loco!- le respondió el robot también con agitación- tu cuerpo no resistiría de nuevo otra sensación de esa característica, bueno, no en este momento y además, si resististe fue gracias al material del que está hecha esta nave espacial y sobre todo, gracias a tu traje espacial el cual fue creado con el mismo material del que estamos hechos la nave y yo-

-Guau, por qué no me lo habías dicho antes- -¿Qué acaso el profesor no te lo dijo?- -A lo mejor sí, pero lo que pasa es que yo sólo me acuerdo de lo que me dijo sobre las pasti…- -Si, si, sobre las pastillas alimentadoras que están en el refrige… bla, bla, bla, pero parece que no le prestaste atención a muchas cosas importantes de las que dijo el profesor- -pues, ya ves que sí, ya ves que sí, pero dime, ¿ahora si llegamos al sistema que buscamos?- -Ya casi, mira por la ventanilla frontal, ¿alcanzas a ver esa inmensa  masa de luz que brilla por allá- -si- -pues, esa es la galaxia Tolstoi llamada así en honor al profesor- -¿Tolstoi?-

-Así es, el profesor fue quien la descubrió y por eso lleva su nombre. Han sido los conocimientos del profesor los que nos han traído hasta aquí- -pues vaya, quien diría que el profesor sería una persona tan particular- -muy particular, tanto que hasta el momento yo he sido su mejor creación- dijo Cerebrónico con vanidad -Oye Cere, pues, esa galaxia es muy hermosa, mira, si hasta parece un arbolito de navidad ¿cuánto tiempo tardaremos en llegar allá?- - Bueno, aunque se ve cerca, tardaremos tres ciclos utilizando la ultrarchimegavelocidad ¡y ya te he dicho que mi nombre es Cerebrónico y mejor ¡Agárrate!- Y de nuevo la ultrarchimegavelocidad dejó estampado a Leini  en su asiento sin que le diera la oportunidad de abrocharse el cinturón. Y así, repitieron esa maniobra varias veces más hasta que se introdujeron en esa fantástica nebulosa.



#7120 en Fantasía
#1507 en Ciencia ficción

En el texto hay: naves, planetas, aliens

Editado: 10.01.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.