Leini permanecía maravillado ante la hermosura de la galaxia que veía – ¡Guau! qué hermosa es – sí, muy hermosa pero ahora debemos dirigirnos hacia el punto 67895- ¿67 y qué? Oye por qué nunca hablas como un Trenxiano- -ah, afortunadamente no soy uno de ustedes, no olvides que soy el androide más avanzado de Trenx y tal vez, del universo y todo lo que digo lo digo con un cien por ciento de lógica, además, no olvides que el profesor me envío por mi conocimiento- -bah, si eres tan inteligente, ¿Por qué no te envío solo en esta misión? - -Bueno, ¿No lo sé? Pero de lo que sí estoy seguro es que el profesor no hace nada al azar y sus razones tendrá. Pero no perdamos más tiempo y dirijámonos al punto que mencioné pues, recuerda que millones de vidas dependen de nosotros- -tienes razón- Y de esa manera, se dirigieron hacia el punto establecido.
Después de tres ciclos de estar recorriendo la galaxia llegaron al punto 67895 donde se encontraron con un sistema solar impresionante. Dos soles de tamaño pequeño y que proyectaban una tenue luz, lo suficientemente tibia como para no quemar ninguno de los planetas que se encontraban a una distancia equidistante, mantenían en órbita de manera impresionante en medio de ellos cinco planetas de diversos colores- ¡Guau, que lugar tan extraordinario!- -sí, tienes toda la razón, este es el sistema Bisolar llamado así por sus dos soles- -uno, dos, tres, cuatro…- Leini no había acabado de contar cuando fue interrumpido por el robot -son cinco- -¡Oye sí!- -¿Cómo lo sabías?- -No se te olvide que ya se había hecho una misión exploratoria sin tripulación y que el satélite nos había enviado imágenes de este sistema pero, como ya te había dicho también, dejó de transmitir misteriosamente cuando se aproximó al sistema-
-Oh, verdad, lo olvidé por un momento- dijo Leini sobándose su cuello- -Mi querido amigo- dijo el robot -a partir de este momento, este territorio es nuevo para mí- -¿Qué acaso ya conocías esto?- -Pues claro, todas las imágenes y archivos captadas por el satélite fueron grabadas en mi disco duro, el problema es que sólo conozco hasta aquí- -Bueno y entonces, ¿por cuál planeta empezamos-dijo Leini - Pues la verdad, ¿No lo sé?- dijo el robot- -Pues, que te parece si empecemos por el de la izquierda que se ve muy bonito- dijo Leini -No, mejor empecemos por el de la derecha-respondió el robot.-yo digo que por el de la izquierda- -No, yo digo que por el de la derecha- -Pero es que el de la izquierda…- -¡Bueno ya!- dijo el robot –¡Da lo mismo empezar por cualquier lado! - -Si, pero si te fijas bien el de la izquierda…- - ¡Está bien, empecemos por el de la izquierda! ¡Trenxiano tenías que ser! - Y de esa manera, se dirigieron al planeta que se encontraba a la izquierda del sistema Bisolar.
Después de unos ciclos y un poco más calmado, el androide comenzó a explicarle con algo de sobrades a Leini todo lo que conocía hasta ese momento sobre el sistema Bisolar. -Lo curioso de este sistema Bisolar -decía el robot, -es que estos soles pequeños mantienen a todos los planetas a una temperatura similar a la de Trenx y por esa razón, el profesor calculó que quizás en alguno de ellos se den las condiciones para que haya vida- -Pues bien -dijo el muchacho -vamos a comprobarlo- -espera, espera, no nos precipitemos, no olvides que el satélite explotó cuando se acercó a este sistema, lo cual hace posible que haya sido destruido quizás por los habitantes de alguno de estos planetas-
-¡Y entonces, cómo hacemos para acercarnos?-preguntó el muchacho -Pues muy fácil, no olvides que el profesor pensó en absolutamente en todo- dijo de nuevo el robot con sobrades. Y cuando acabo de decir eso, oprimió un botón que se encontraba en uno de los lados del control de mando. -¿Lo ves?- preguntó el robot -¿Qué si veo qué? preguntó el muchacho –El piso de la nave- cuando Leini miró hacia el piso vio con espanto y asombro que este ya no estaba.
-¡Ahhh, Cere, qué paso con el piso, vamos a caer!- dijo Leini aferrándose a las piernas del robot- -No te preocupes que no vamos a caer a ningún lado- -¿Pero dónde está el piso?- -Ya te dije que allí está, lo que pasa es que la nave se hizo invisible- -¿invi qué?- -invisible ¿Qué acaso no te lo dijo el profesor?- -Bueno, lo que pasa es que lo único que recuerdo es que las pas…- -¡Si ya sé, no tienes que repetírmelo tanto! Pero aún no me has contestado- -contestarte qué- -pues que la nave se hizo invisible- -¡Guau!- dijo Leini con extremo asombro -¿Cómo lo hiciste- -ya te dije que el profesor pensó absolutamente en todo y a partir de este momento somos invisibles y nuestras presencias no podrán ser captadas- dijo el robot con orgullo -además de ser invisibles, esta nave tiene un sistema de control de calor que hace que nuestra presencia sea totalmente invisible ante cualquier radar-
-Querrás decir, ante cualquier radar Trenxiano- ese cometario hizo que desapareciera totalmente la sobrades del robot -Bueno, bueno,- dijo el androide -no hay que ser tan pesimista y mejor dirijámonos hacia el planeta- Y al terminar de hablar, Cerebrónico uso la ultrarchimegavelocidad de nuevo y Leini quedó estampado por enésima vez en el asiento de la nave.
Después de unos miniciclos de recorrido, la nave se detuvo de manera abrupta y Leini quedó de nuevo estampado contra el parabrisas de la nave. –Oye, ya te dije que me avises cuando hagas eso-dijo Leini -pero si es como la treintava vez que lo hacemos, ya deberías estar preparado-le dijo el robot –Si, pero no olvides que soy un Trenxiano- -Ah, lo olvidaba, Trenxiano, si, lo olvidaba. Además, no te quejes tanto y mejor mira, nos encontramos bastante cerca del primer planeta-
Cuando observaron por el parabrisas Leini quedó asombrado con lo que veía, pues, frente a sus ojos se encontraba un planeta de tamaño pequeño en comparación con Trenx. Su color era de un azul intenso con extrañas manchas blancas por todas partes