Después de salir de ese planeta, continuaron su búsqueda de manera invisible por aquel extraño sistema ya que, sabían que en ese lugar quizás podría existir alguna raza más inteligente que la Trenxiana y probablemente con una tecnología más avanzada que la suya, razón por la cual, el robot quería evitar en lo posible que sus presencias fueran detectadas por algún satélite o artefacto extratrenxiano de percepción pues, en su disco duro continuaba aún grabado el incidente de Cuadrilandia.
-Ya van dos planetas y aún nada- dijo Leini con decepción- -Vaya, me extraña que un ser de sueños esté así tan pesimista- le respondió Cerebrónico –Bueno, lo que pasa es que entre más tiempo pasa más pienso en mi trenxgente- - no te preocupes niño que aún tenemos otros mundos que visitar y tal vez con suerte, encontremos uno más pronto de lo que te imaginas- -gracias Cere- sin embargo, el robot también estaba angustiado por las mismas razones de Leini pero sabía que esas palabras levantarían el ánimo del Trenxiano.
Después de esa breve pero alentadora conversación, de nuevo usaron la ultrarchimegavelocidad para dirigirse hacia el siguiente planeta el cual divisaron unos ciclos después de haber abandonado el mundo cuadrado. A lo lejos, Leini pudo apreciar que se trataba de un diminuto planeta en comparación con Nepturno y con Cuadrilandia y por lo que se podía apreciar desde esa distancia, pronto se encontrarían con un planeta violeta. – ¡Mira Cere, allí se encuentra el siguiente planeta! - - sí, ya lo había visto, ahora debemos acercarnos para investigar- -¡Qué pequeño es!- -sí, eso parece- -Oye Cere, tratemos de no demorarnos tanto porque no olvides que nuestro tiempo está contado- -y me lo dices a mí, te recuerdo que, no fue gracias mí que nos retrasamos con esos cuadrópodos, ah, Trenxiano tenías que ser-
Cuando arribaron al planeta, confirmaron que este era verdaderamente pequeño, tanto que, le dieron la vuelta tres veces antes de trenxenizar la nave; bueno, así se llamaría si estuviesen en Trenx -y ahora, ¿en dónde vamos a trenxenizar?- preguntó Leini-divisé unos especies de matorrales como a las tres en punto-dijo Cerebrónico -vaya, pero si en mi reloj hasta ahora son las once- dijo con inocencia Leini -cuando digo a las tres en punto, me estoy refiriendo a la ubicación del lugar en el que podemos descender la nave, Trenxiano tenías que ser- -vaya, pero que acaso no me puedo equivocar- -pues, por sus equivocaciones es que nos encontramos buscando un nuevo lugar para vivir, mira, allí en ese punto se ven unas hojas- -la verdad yo no veo nada- -claro, porque tus ojos sólo pueden ver claramente a una distancia de cincuenta metros en cambio, los míos, que son más agudos, pueden divisar objetos a casi un kilómetro de distancia- -¡guau, ¿a un kilómetro? que increíble!- -Gracias-
Trenxenizaron la nave en el punto que Cerebrónico había divisado. Un especie de bosque frondoso con hojas gigantes cubría aquel lugar, enseguida, abrieron las compuertas de la nave y salieron para explorar ese nuevo sitio –Que acaso no vamos a comprobar si hay oxigeno- dijo el niño con ironía- –No es necesario- dijo Cerebrónico- Según mis cálculos, en este lugar también se puede respirar un aire puro- -Entonces ¿me puedo quitar el casco?- - yo diría que sí- - Que bien, porque está haciendo un calor tremendo- -Pues, aunque no lo perciba, teniendo en cuenta que soy una máquina, estoy de acuerdo contigo, aquí el clima luce bastante tropical y se siente una humedad tremenda- -¡mira Cere, qué lugar tan fascinante y mira el tamaño de esas hojas, es sorprendente!- -Si, sorprendentes-
Las hojas que veían eran como nenúfares gigantes que colgaban de unos tallos anchos -Qué vegetación tan gigantesca-dijo Leini recordando por un instante los bosques de Nepturno -vamos Leini- dijo el autómata mientras observaba un extraño aparato que tenía en sus manos –sí, parece que todo está bien- -¿a qué te refieres?- preguntó el niño –al mecanismo de invisibilidad, estaba revisando que todo se encontrara bien, lo que pasa es que aún me intriga lo del satélite- -¿Cuál satélite?- —ah, qué poca memoria tienes, pues al satélite de exploración que fue destruido- -Ah, ese satélite, quizás el satélite se autodestruyó o quizás fueron los gigantes de Cuadrilandia que lo destruyeron sin querer- -eso es imposible, nadie hace nada sin querer, además, se trataba de un artefacto indestructible- -pues ya lo ves, si hubiera sido indestructible simplemente no se habría destruido-dijo Leini de nuevo con ironía -la verdad, en algunas ocasiones haces unos comentarios que me dejan sin comentarios, pero mejor vayamos a investigar este planeta- -bueno, vamos, estoy emocionado por conocer nuevos amigos- -sí, amigos, como no, más amigos- dijo el robot con ironía.
Leini emprendió la exploración caminando a paso ligero- -¿pero qué estás haciendo?-preguntó el robot –qué acaso no dijiste que fuéramos a explorar- - sí, ¿pero crees que con esa velocidad lo vamos a lograr?- -vaya, la verdad no entiendo a lo qué te refieres- -Que a pesar del tamaño minúsculo de este planeta, caminando y más a un ritmo Trenxiano, tardaríamos una eternidad explorándolo- -¿y entonces qué propones?- -propongo que nos movilicemos en los aerodeslizadores- -¿en los areo qué?- -en los aerodeslizadores- y al terminar su frase de manera repentina una pequeña puerta se abrió de la nave espacial y dos objetos como tablas trenxianas de surf voladoras aparecieron ante los ojos de Leini- ¡Cere, son asombrosas!— -verdad que si- -creí que no te gustaba divertirte- -no sé a lo que tú llamas divertirme pero lo único que sé es que con esta ayuda exploraremos más rápido este planeta- Enseguida, se subieron a los aerodeslizadores y comenzaron a recorrer ese nuevo y extraño mundo en el que se encontraban en esos momentos.