Las becarias no tardaron en notar que cada vez que se acercaban demasiado a la verdad, algo extraño sucedía. Documentos que desaparecían, correos que se borraban misteriosamente y miradas inquietantes entre algunos empleados. La tensión en la empresa creció, y ellas sabían que estaban pisando terreno peligroso.
Sandra, que siempre había sido su aliada, empezó a comportarse de manera más reservada. Vicky intentó indagar en redes sociales, pero incluso sus habilidades para encontrar información parecían ser insuficientes. Lupe, la abogada, advirtió que alguien dentro de la empresa podría estar tratando de ocultar más de lo que imaginaban.
Entre reuniones clandestinas y noches de investigación, las becarias llegaron a una preocupante conclusión: el contrato millonario podría ser un fraude que pondría en riesgo no solo la reputación de la empresa, sino también su estabilidad financiera. Pero, ¿quién estaba detrás de todo esto? Y lo más importante, ¿qué podían hacer ellas?
Editado: 25.03.2025