La amenaza no las detuvo, pero sí las hizo ser más cuidadosas. Decidieron moverse con precaución y repartir sus esfuerzos. Laura y Ivet se infiltraron en los archivos antiguos de la empresa en busca de contratos similares, mientras que Irina y Katy se concentraron en vigilar los movimientos de los altos ejecutivos.
Fue así como descubrieron que Xavi Guerra no era el verdadero artífice del contrato sospechoso. Había alguien más moviendo los hilos desde las sombras, alguien con suficiente poder para manipular los acuerdos sin ser detectado. Justo cuando estaban a punto de revelar su identidad, un corte de energía paralizó toda la empresa.
En la oscuridad, escucharon pasos acercándose...
Editado: 25.03.2025