El ambiente en la empresa había cambiado. Aunque Xavi Guerra había detenido el contrato, la sensación de peligro no desaparecía. Los movimientos del misterioso socio externo seguían sin estar claros, y las becarias no podían quitarse de la cabeza la sensación de que estaban siendo vigiladas.
Laura decidió seguir investigando y descubrió que varios empleados habían recibido transferencias sospechosas en sus cuentas bancarias. ¿Podría ser un intento de soborno para encubrir el fraude? Con la ayuda de Sandra, accedieron a registros contables ocultos y encontraron pruebas que vinculaban directamente a un alto ejecutivo de la empresa con la multinacional en cuestión.
Justo cuando estaban a punto de compartir su hallazgo con Lupe, una nueva amenaza apareció en sus correos: "Última advertencia. No sigan adelante". Esta vez, la advertencia iba acompañada de una foto borrosa de ellas en la oficina.
Editado: 25.03.2025