Las becarias sabían que el tiempo se agotaba. Con el apoyo de Katy y Vicky, trazaron un plan: exponer la corrupción ante toda la empresa antes de que fuera demasiado tarde. Con la información recopilada, lograron infiltrar la evidencia en una presentación durante una reunión general.
Cuando el contenido apareció en la pantalla, hubo un silencio absoluto. Xavi Guerra se levantó de su asiento, con la mirada fija en el ejecutivo involucrado. "¿Algo que decir?", preguntó con frialdad.
El caos estalló. El socio externo intentó desmentir las acusaciones, pero la evidencia era irrefutable. En cuestión de horas, la empresa tomó acciones legales y el escándalo fue expuesto ante la prensa.
Las becarias, agotadas pero triunfantes, se miraron entre sí. Sabían que aquella aventura las había cambiado para siempre. Ahora ya no eran simples becarias, sino las responsables de haber salvado la empresa de un fraude millonario.
El futuro aún era incierto, pero una cosa era segura: su historia apenas comenzaba.
Editado: 25.03.2025