El jefe les contó que la empresa no solo estaba en peligro por el fraude recientemente descubierto, sino que había más intereses en juego. La multinacional con la que casi firmaban el contrato tenía vínculos con otras compañías de dudosa reputación. La información que ellas encontraron fue solo la punta del iceberg.
"No puedo obligarlas a seguir con esto", les dijo Xavi, "pero si quieren quedarse, sepan que esta empresa tiene enemigos poderosos y que ustedes ya no son invisibles".
Las becarias se miraron entre sí. Por primera vez, entendieron la magnitud de lo que habían hecho. Su decisión no solo afectaría sus carreras, sino que podría ponerlas en peligro. Aun así, ninguna dudó. "Queremos seguir adelante", dijo Ivet con determinación.
Sandra, que había recuperado su actitud amigable, les entregó documentos sobre una nueva investigación. Esta vez, no era solo sobre contratos fraudulentos, sino sobre operaciones secretas dentro de la empresa que involucraban a altos mandos.
Editado: 25.03.2025