Las Brujas también desean un final feliz

Capítulo 1 - Raven

Raven: -¡¡BETH!!!

Unas simples llamas no me detendrán, ¿qué es el Fuego “Sagrado” de una hoguera comparado con las llamas del infierno de mi Jefe? Aquello si era Fuego Infernal y dolió hasta mi Núcleo Demoniaco.

Lucian: -¡¡ELIMINEMOS A ESE ESBIRRO DE LA BRUJA!!!

¡Estúpidos sacerdotes ortodoxos, no importa cuánto intenten matarme con sus malditos hechizos de purificación, NADA ME DETENDRÁ DE SALVAR A BETH!!!

Eso quiero creer, más el cuerpo muerto de este cuervo está llegando a su fin.

Raven: -Beth…

Entre las llamas veo tus ojos azules sonreírme.

Lo último que veré serán esos inocentes ojos.

Annabeth: -Raven, a veces puedes ser adorable y otras un imbécil. Jajajaja.

Annabeth: -Raven, ¿qué quieres comer hoy?

Annabeth: -Raven, mírate, todo sucio, deja que te bañe, tus plumas son más lindas cuando están limpias.

Annabeth: -Raven, cuidado, no te hagas daño. Eres un cuervo, recuerda.

Annabeth: -Raven… eres el único que me comprende. Gracias.

881 años mirando estos puros ojos del color del cielo uno acaba deseándolos.

Beth… a pesar de tenerte frente a mí, eres inalcanzable para alguien como yo.

Lo lamento, soy un inútil, no puedo salvarte. No puedo hacerlo.

Hoy moriré contigo.

“¿Qué estoy haciendo?” pregunta mi Demonio interior.

Estoy ardiendo en el Fuego Sagrado junto a una Bruja… Me estoy quemando hasta los huesos solo por desear estar hasta el final junto a una niña tonta.

Y eso hace de mí el más grande estúpido de la Creación.

Sé que no puedo salvarla y no tiene caso intentarlo… BETH HA MUERTO.

Soy una desgracia como Demonio.

¿Cómo si quiera puedo hacerme llamar Demonio?

No he podido cumplir el deseo de mi Contratista. Tampoco he podido protegerla de la muerte aun teniéndola frente a mí. Y peor aún… estoy llorando por una humana.

No soy digno de ser llamado Demonio.

Mi cuerpo se está terminando de consumir, al menos moriré contigo Beth, la muerte será mi redención contigo. De todos modos… yo ya no tengo ningún lugar al cual volver.

Tú eres lo único que tengo.

Que afortunado he sido por haber compartido 881 años de mi inmortal vida contigo.

En las buenas y en las malas, sin importar la situación, siempre hemos estado juntos. Estos 881 años que hemos compartido… no los cambiaría por nada.

“Deseo que Raven tenga su final feliz.”

Raven: -Beth… ¡¡BETH!!!

¡Lo hizo! ¡BETH CAMBIO SU DESEO!

Ya lo siento, ardo… ¡ARDO HASTA MI NÚCLEO Y NO ES POR EL FUEGO SAGRADO!

Esta es la sensación del desbordante poder Demoniaco brotando dentro de mí. Es como una llamarada negra insaciable que quiere devorarlo todo y brillar más fuerte que el mismo sol, porque yo soy… un Demonio del Orgullo.

Lucian: -¡RETROCEDAN, ES UN DEMONIO!!

El sello de la vieja Sullen ha empezado a desvanecerse. Al fin podré abandonar el cadáver de este cuervo.

“Deseo que Raven tenga su final feliz.”

Se repite tu deseo en mi Núcleo Demoniaco sin descanso, este deseo es mi nueva atadura a ti. Y como siempre es un deseo nada lógico, subjetivo… y abierto a infinitas posibilidades.

Menudo deseo, Beth… jajajaja… ja… Un deseo pensado en mí.

No sé si estoy riendo o llorando… puede que ambos. Solo sé con certeza que no puedo perder esta oportunidad que Beth me ha ofrecido.

Mi desbordante poder demoniaco termina por desaparecer completamente todo rastro del sello de la vieja Sullen.

Soy libre.

Libre de abandonar este cuerpo de cuervo muerto y regresar a ser quién era.

Mi cuerpo se transforma a mi verdadera forma, estoy rebozando de poder, pero también mis viejas heridas han vuelto. Me lo esperaba, es imposible que me recuperara por completo. El fuego del “Castigo de los Infiernos” de mi Jefe no es cosa pequeña, pero tengo la certeza de que mis quemaduras mejoraran más rápido ahora que me he librado del sello de la vieja Sullen.

Debido a mis quemaduras mi aspecto es como una masa de carne quemada, no queda nada de mi deslumbrante belleza de antaño, pero qué se puede hacer, es mejor esto a seguir siendo un cuervo muerto.

Y este aspecto no tiene nada de malo si encajo contigo, Beth.

Somos la pareja perfecta.

Algún día te mostraré mi glamuroso aspecto y estoy seguro que te dejaré sin palabras.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.