Capítulo 6 - Annabeth

Antes que saliera el sol me levanté de la cama.

En cuanto verifiqué que todos en la casa seguían durmiendo, corrí al cuarto de lavandería, el cual también sirve de cuarto de baño porque están los fogones y enormes tinas. Y me desvestí las numeras capas de ropa que llevaba encima frente al único espejo que hay en toda la casa.

¡Aquí está! ¡Aún lo tengo!

El símbolo de mi Contrato con Raven está grabado en el centro de mi abdomen, a la altura de mi cintura.

Este Sello Demoniaco representa mi Contrato con mi demoniaco amigo. Y si aún lo tengo, eso significa que mi Contrato sigue vigente, ¡Raven está vivo!

Recuerdo que yo misma escogí este lugar para mi Sello porque las mujeres adultas rara vez se quitan el corsé, incluso si son violadas nunca son desnudadas completamente. Eso me enseñó mi maestra, ella siempre me habló sobre los peligros de ser una mujer en un mundo como el nuestro.

Incluso yo… he pasado momentos muy desagradables por culpa de los hombres. Ellos pueden ser muy puercos y mano larga.

¡Todos los hombres son puercos! ¡¿Por qué no aprendí mi lección?!

No existen los príncipes elocuentes, ni caballeros decentes… Hasta Raven era un cretino usualmente...

Annabeth: -¡No me mires mientras me baño!

Raven: -¡Ni que hubiese algo que ver! ¡Yo tengo refinados gustos! ¡Una mocosa sin nada de gracia no me entusiasma en lo más mínimo! Yo las prefiero altas, voluptuosas y con tanto seso como carne en el cuerpo, no una niña tonta como tú.

Annabeth: -¡Entonces mira a otro lado!

Raven: -¡Estoy vigilando por si se acerca un animal peligroso, tonta!

Ja… jaja… ja…

Que amargo recuerdo acabo de recordar.

Sí, al principio me daba vergüenza bañarme frente a él, y no lo quería cerca… hasta que casi un oso me come entera. Menudo susto me dio ese animal. Después de aquella aterradora experiencia dejé que Raven vigilara y me salvó más veces de las que soy capaz de recordar. Luego se me hizo una costumbre bañarme con él presente y hasta nos bañábamos juntos en la bañera.

Bueno, no creo que importe, yo no soy una mujer, o era una mujer, muy bonita que digamos. Además, él siempre se ha burlado de mí y mi apariencia.

“Cabello de zanahoria” es algo que él solía decirme, y me da rabia admitir que tiene razón, mi cabello en verdad tiene el color de las zanahorias y no me gusta nada.

-Bueno… por ahora me quedo tranquila.

Doy un tranquilizador suspiro para dejar ir todas mis preocupaciones.

Mi Contrato con Raven sigue vigente, ¡eso significa que Raven debe estar cerca!, porque un Demonio no puede estar lejos de su Contratista.

Es una de las reglas del Infierno, Raven me lo enseñó.

Una vez con el corazón tranquilo, es hora de empezar otro nuevo día de trabajo.

Lo he estado pensando… y quizás me quede aquí por más de tiempo que mi primera vez. Edurne es una aldea muy aislada del exterior, la Inquisición no tiene motivos para venir hasta aquí a no ser que sean convocados por alguna necesidad.

Este es el año 133, aún tengo mucho tiempo antes del nacimiento de James, está vez no lo recogeré de las calles, todo lo contrario, me alejaré tanto como pueda de él. No es solo porque nuestro final fue desastroso, sino también porque aún le quiero y si lo volviera a ver quizás… vuelva a cometer tonterías por él.

¡No quiero volver a equivocarme!

Yo siempre le quise, pero él ni se inmuto al verme arder en la hoguera.

Ni siquiera me tuvo compasión como su maestra… o como su hermana.

No tiene caso pensar más en él.

¡Yo voy a cambiar mi destino!

Para empezar, pasaré tanto tiempo como pueda aquí en Edurne con la señora Winter, creceré en un entorno relativamente seguro, luego de unos años me iré para que la gente no sospeche de mí. Las Brujas que hemos hecho contratos con Demonios no envejecemos al mismo ritmo que las personas normales una vez llegamos a la adolescencia, incluso podemos dejar de envejecer una vez convertidas en adultas.

En realidad, todas las Brujas tenemos una esperanza de vida más larga que una persona normal, es decir, una persona sin Magia. Y tengo la teoría que eso se debe a la canalización de la energía mágica que corre por nuestros cuerpos, esa “sobre-energía” que poseemos nos permite tener una saludable y larga vida. Y retrasa el envejecimiento celular. Bueno… es solo una teoría que estaba estudiando con unos amigos.

Dejando ese tema de lado, porque me estoy desviando del tema original.

Me quedaré en Edurne algunos años, hasta mi adolescencia, y luego me iré lo más lejos posible de este reino. Cruzaré las cordilleras y viajaré por el mundo entero hasta encontrar un lugar seguro donde esconderme.

¡Ahora ya nada puede detenerme!

Siendo realista, quizás no por todo el mundo… porque hay reinos que son más severos con la Brujería, pero si viajaré por lugares desconocidos para mí. Y podré recolectar hierbas medicinales para ampliar mi investigación de plantas y minerales.