Las Brujas también desean un final feliz

Capítulo 4 - Raven

Los primeros días de esta persecución fueron difíciles, pero poco a poco les he cogido el ritmo a mis enemigos.

Ha sido una suerte que la alimaña demoniaca que me persigue no sea inteligente, por muy capaces que sean físicamente no tiene sentido si no usan el cerebro para acorralarme. Además de que no son capaces de trabajar en equipo y no pierden la oportunidad para deshacerse de la competencia.

Que sean estúpidos ha facilitado las cosas para nosotros.

Llevó medio mes corriendo sin descansar y ya no me falta mucho para llegar a mi destino. Si fuese en línea recta a toda velocidad llegaría antes del anochecer, pero no puedo darme el lujo de que descubran a donde me dirijo o estaremos perdidos. Y todo este desvío no habrá servido de nada.

Debo admitir que estoy más cansado de lo que esperaba, mi condición no es la mejor y es fácil notarlo de un solo vistazo. Las quemaduras de todo mi cuerpo me están ardiendo y palpitando tan fuerte con si quisieran explotar, la peor parte se la están llevando mis brazos, pero lo que más me preocupa son mis piernas porque las necesito para seguir corriendo. A decir verdad… ya casi no siento las piernas y no sé si eso es bueno o malo. A veces tengo la sensación de que se me van a caer las piernas en cualquier momento, espero que sean solo ideas mías. Porque ya he gastado mucha energía y no puedo volar.

No tengo tiempo para pensar en eso, el estado de mi cuerpo es importante pero lo que ahora me preocupa es… que desde hace un par de días siento que la cantidad de mis perseguidores está disminuyendo a un ritmo inusual. En ocasiones incluso he escuchado gritos a la distancia como si alguien los estuviera atacando.

¿Acaso ha venido alguien más peligroso? Un cazador que odia la competencia y quiere tomarse su tiempo antes de empezar la cacería. ¿Y está esperando que me canse para atacarme?

Estaré en serios problemas si mi nuevo enemigo es tan calculador.

Los primeros días me perseguían alimañas de todo tipo, pero con el tiempo los más débiles han ido desapareciendo, y ahora mis únicos perseguidores son todos Demonios de alto rango. Pero para mí, una alimaña será siempre alimaña si no me llega a los talones.

Jajajaja, no es gracioso, si hay un nuevo cazador capaz de derrotar a Demonios de Alto Rango eso significa que estoy… No, estamos en un enorme PELIGRO.

Tengo la teoría de que posiblemente esa rata dorada que se disfraza de princesa puede estar detrás de esto. Quizás ha enviado a sus esbirros a perseguirme y ellos se han encargado de eliminar al resto de basura.

Puede ser… pero por ahora solamente es una hipótesis.

Raven: -No te preocupes, Beth, yo te protegeré.

No pienso soltarte. Te tendré en mis brazos por el resto de mi vida de ser necesario, jajaja.

Por ahora tenemos suerte que estamos a inicios de otoño, el bosque sigue tupido y eso nos sirve para escondernos de los ojos de los Demonios, aunque eso no ayuda mucho cuando de olfato e instinto se trata. Además, yo estoy apestando a carne quemada.

Aunque no soy el único que huele a carne quemada…

Raven: -No lo digo en serio, amor~, tu olor siempre será dulce para mí. Eres como carne rostizada de primera calidad.

Si pudieras responderme estoy seguro que me golpearías y me mirarías feo como si fuese un degenerado pervertido, además de dejarme sin comida por días.

Raven: -Te extraño…

Aún si te tengo en mis brazos no puedes responderme ni verme.

Te resucitaré pronto, tú solo confía en mí.

Viendo el lado positivo de nuestra situación, debería de estar contento de que no hay rastros de la Inquisición. Ellos son más persistentes que los Demonios y he pasado por muchos pueblos humanos mientras huíamos así que debieron llegar noticias de nuestro avistamiento, es raro que hasta no se muestren.

Hm… Su silencio me pone de los nervios.

Los humanos no pueden competir con la velocidad de un Demonio. Aun así, debo de tener cuidado, no serán un oponente fácil de lidiar si me los encuentro en esta condición.

Un crujido en mis brazos me sobresalta, esta vez se escuchó más fuerte de lo usual. Si mis brazos se fuesen a romper no me sorprendería. La maldita Aura Divina dentro del cuerpo de Beth ha estado desgastando mis brazos hasta casi los huesos. Esto es lo que sucede cuando un Demonio está expuesto por demasiado tiempo a una hostil Aura Divina.

Si no fuese por esa Aura Divina no estaría tan cansado, ¿de dónde mierda sacaron algo tan atroz los humanos? Ah… creo que me hago una idea, y ahora le encuentro más sentido a este hereje mundo.

No te preocupes, Beth, aún si me quedo sin brazos no te soltaré.

Debo resistir, mi destino no está lejos.

Demonio: -LENTO.

¡Mierda!

Esquivo al Demonio que ha aparecido de la nada frente a mí, pero no pude escapar de su agarre, tiene mi pierna atrapada con su tentáculo.

Demonio: -¡Es mío!

¡Otro Demonio viene a rematarme! No podré esquivar el ataque de sus garras.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.