El desayuno fue muy incómodo, apenas pude tragar mi pan. Sentía que me atragantaba con cada bocado. Incluso Crow no bebió su leche con su entusiasmo habitual.
Me alegro que este haya sido nuestro último desayuno en esta casa.
Por ahora solo debo de preocuparme de apalear la nieve que se acumuló en el patio y luego podré reunir algunas cosas para nuestro viaje. Conseguir algunas hierbas medicinales por adelantado sería lo más acertado.
Sra. Winter: -Anna, linda, quiero presentarte a alguien.
Eso no suena a buenas noticias.
Cuando la señora Winter me habla tan dulce algo malo me va a decir.
Sin ánimos entro en la casa por la puerta trasera, la cual da directo a la cocina. Y lo primero que me encuentro es a un nervioso hombre mayor de pie a un lado de la sonriente señora Winter.
¿No está muy viejo para ser otro pretendiente? ¿La señora Winter está tan desesperada para que me quede que quiere casarme con un viejo? Esto pasa de lo absurdo.
Si lo miro bien, a este hombre le conozco, estuvo anoche en la reunión con el alcalde.
Sra. Winter: -Es el señor Lowell, saluda.
La enorme sonrisa de la señora Winter no me gusta nada.
Annabeth: -Buenas tardes, señor.
Sr. Lowell: -Buenas tardes, jovencita.
“Jovencita”… Con la apariencia que tengo, nunca he sido una chica muy desarrollada, aparento una niña de 10 y no de 12. Que un hombre adulto me llame “jovencita” a pesar de mi infantil apariencia no es una buena señal.
Sra. Winter: -Los dejó solos para que se conozcan. Anna, trátalo bien.
¿Y por qué deberíamos conocernos y yo tratarlo bien?
Señora Winter, usted misma está empañando los buenos recuerdos que tenía de su persona… ¿En verdad quiere que me casé con este viejo?
Annabeth: -Disculpe, pero estoy trabajando. Si no es descortesía, sería muy amable de ser directo conmigo y decirme lo que desea.
Es obvio que estaba apaleando la nieve del patio para que los animales puedan salir de sus corrales, se ponen muy inquietos cuando no los sacamos, así que no tengo tiempo para charlar ociosamente.
Sr. Lowell: -Eres muy educada, Anna… jajaja.
Tiene razón, estoy siendo demasiada educada para una niña de mi edad, y eso es porque estoy siendo genuina con mi forma de expresión. Soy consciente que debo contenerme con los extraños en el futuro, pero por hoy seré yo misma porque me iré esta noche de Edurne. Además, estoy siendo antipática porque no me gusta esta situación.
Crow: -Beth…
Mi somnoliento Crow me llama desde mi espalda. Desde la mañana no ha querido despegarse de mí, así que lo he estado cargando en mi espalda con un fular todo este tiempo. Incluso la señora Winter se sorprendió que yo supiera usar un fular, he tenido mucha experiencia cuidando niños, así que esto no es nada para mí.
Soy toda una mujer experimentada en el cuidado de bebés, es algo que me enorgullece.
Sr. Lowell: -Debe de pesarte, ¿quieres que te ayude a cargarlo?
Annabeth: -No pesa.
Es la verdad, usé magia para hacerlo ligero. No sé de qué va esto, pero este hombre parece muy nervioso e incómodo. Tengo la sensación que me va decir algo descabellado.
Sr. Lowell: -Annabeth, así te llamas, ¿verdad?
Annabeth: -Sí, pero la mayoría me dice Anna.
Antes no me molestaba, pero ahora… me hace sentir asqueada.
Esa serpiente traicionera de James solía llamarme “Anna”.
Sr. Lowell: -Pero tu hermanito te dice Beth… jajaja.
Annabeth: -Porque es mi familia.
Raven también me decía “Beth”. Siempre fui su “Beth” hasta el final. Gracias a él, muchos de mis niños también me llamaban “Beth”.
Sr. Lowell: -Sí… yo… Tengo una esposa.
Entonces no es una propuesta de matrimonio lo que viene a preguntar.
Ahora me siento más tranquila.
Sr. Lowell: -Pero no tenemos hijos.
Olvídalo, no debí confiarme tan rápido.
Este tipo viene a pedirme algo realmente descabellado.
Ahora confirmo a donde quería llegar el alcalde con toda su charla de anoche. Tiene sentido que desacreditara mis esfuerzos por cuidar a Crow para que yo accediera a dárselo a otra familia.
Yo sé que en Edurne no es fácil tener hijos debido al clima, los niños mueren ya sea durante el embarazo o en los primeros días de vida, pero aun así… no es razón suficiente para quitar un bebé de su único pariente.
Annabeth: -¿Su esposa es joven?
Sr. Lowell: -Sí, pero ese no es el problema… nosotros… yo…
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Editado: 10.09.2025