Capítulo 18 - Annabeth

Le estoy enseñando a Lobel un poco de Alquimia.

Lobel: -Primero usas magia de doble elemento para fusionar las gemas. Con la magia de tierra fusionas lo físico y con la otra magia fusionas sus energías. Luego afinas todas las pequeñas energías para convertirlas en una sola. Lo cual resulta en estas esferas mágicas. ¿Y qué más falta por hacer?

Annabeth: -Ahora toca fusionar diferentes elementos en uno solo.

Lobel: -¿Es posible? Los elementos chocarán entre sí.

Annabeth: -Funcionará si lo hacemos en el orden y momento exacto.

Lobel está siendo mi aprendiz, no sé para qué le servirá esto a un Espíritu, pero está muy intrigado en aprender sobre la magia. Y no solo Lobel es mi aprendiz, Crow también me está tomando mucha atención a todo lo que hago.

Annabeth: -Para continuar necesito Meditar.

Lobel: -¡Pues vamos!

Está tan emocionado que me dejo llevar por su entusiasmo y continúo la clase en el bosque.

Con la Meditación, vinculo mi consciencia con las gemas. Debo fusionarlas tanto física como elementalmente.

Primero el elemento fuego, será una llama que arderá vigorosamente. Seguido de la tierra, para que cubra el fuego y se nutra de su fuerza. Luego el agua, que dé vida a la tierra. Y por último el viento, para que con su fuerza contenga todo este equilibrio y haga circular el resto de energías sobrantes.

Y bajo este cielo despejado de mediodía, reúno la energía de la luz del sol para sellar la esencia de este núcleo.

Annabeth: -He terminado, o casi, ahora solo falta la luz de luna.

Lobel: -Es… ¡La Creación! Has condesando las energías en una sola siguiendo la ley de la Creación, formando un núcleo que atrae a las energías sueltas de la naturaleza y esas energías se mueven como cuerpos celestes en orbitas. Es como ver el átomo de la naturaleza. El equilibrio de las fuerzas.

Annabeth: -Sí… nunca lo había pensado tan profundo, pero tienes razón. ¿Y qué es un átomo?

Lobel: -¡¿Cómo puedes crear una obra digna de ser mostrada a mi Señor y no saber lo que es un átomo?!

Annabeth: -Lo siento, apenas estoy aprendiendo. Jajaja.

Creo que ya sé que le voy a regalar a Lobel.

Lobel: -¡¿Y puedo saber cómo llamas a esta magnífica obra?!

Annabeth: -Un Orbe Mágico. Ahora continuemos, tenemos hasta mañana para acabar y tener un cielo tan despejado a mediodía es una rara oportunidad.

¡Sí!

Su alegre silbido me anima a continuar.

***

Sassaba: -Anna, tienes que descansar, estás trabajando mucho.

Esa noticia en la cena casi me hizo ahogarme con mi comida.

Annabeth: -No, Sassaba. No ahora, mañana es luna llena, te prometo que después de mañana descansaré.

Sassaba: -Está bien… pero recuerda, tienes un mes. Y con 4 cristales mágicos me basto.

Lobel: -No estamos haa ¡Ah!

Le jalo de su cola de lobo para que se quede callado. Se me olvido decirle que esto es un secreto, quiero darle a Sassaba algo más útil que un simple Cristal Mágico.

Lobel: -¡¿Por qué me jalas la cola?!

Annabeth: -Lo siento, creí ver una garrapata.

Es una mentira y Lobel se ha dado cuenta. Los Espíritus reconocen las mentiras.

Lobel: -¡¿Crees que yo tendría encima esas asquerosas cosas?!

Ha sabido seguirme la corriente. Ya está aprendiendo.

Annabeth: -Como disculpa te cepillare tu sedosa piel de lobo.

Lobel: -Eso… estaría bien. ¡Ahora vuelvo!

¿Ahora a dónde va?

Sassaba: -Nunca había visto a un Espíritu ser tan obediente… Debes de tener un buen corazón para que te tenga tanta estima.

Eso estaba escrito en su libro, que los Espíritus mayormente solo se relacionan con los clérigos y santas porque poseen corazones impíos y pulcros. La postura religiosa del individuo no es un factor importante para hacer Contratos con Espíritus.

Annabeth: -Es lo que más admiraba de usted… La única Contratista Espiritual que hizo un Contrato con un Espíritu de la Luz fue la gran Bruja Sassaba. Vuestra hazaña era nuestra esperanza y admiración… La luz, podemos alcanzar la luz y demostrar que la Brujería comparte raíces con la Magia Ortodoxa.

Sassaba: -Sí… ja, el mundo es estúpido, pero así son las cosas. Somos la oscuridad de la magia. Quizás con los años las cosas cambien.

Annabeth: -No. No lo harán.

Antes de mi muerte, muchas Brujas estaban empezando a desaparecer, perdí contacto con muchas amigas mías, pero no escuché nada sobre ejecuciones públicas. Y debido a la preocupación que sentí por mis hermanas y hermanos mandé a Raven a investigar… y alejarlo de mí fue mi error.