Capítulo 19 - Annabeth

Logramos convencer a Sassaba para que nos esperara en la casa, no quería dejarnos venir solos de noche a la montaña.

Annabeth: -El último paso, Lobel. La luna ya está sobre nosotros.

Encontramos un buen lugar elevado para poder recibir los rayos de luna.

Lobel: -Yo ya los veo, perfectos. ¿Qué más vas hacer?

Annabeth: -Aún no están completos, solo tienen la esencia del sol, el día, pero para el equilibrio es necesario la noche, la luna. Ahora lo verás.

Con los 3 Orbes en mis manos empiezo a Meditar.

Debo de atraer la esencia de la luna, su energía y su refracción.

No es cosa fácil, porque la luna es una estrella distante y su energía es más tenue que el sol, y ni mi Meditación será capaz de alcanzar la luna directamente. Por eso debo concentrar tanta energía lunar como pueda tomar dentro de estos Orbes.

Este proceso demora más que recoger energía del sol, y solo concluirá exitosamente cuando mis Orbes estén en armonía.

Luz y oscuridad. Día y noche. Sol y Luna.

Una vez alcanzada la armonía… un Orbe Mágico habrá nacido.

Y he de admitir, que me han quedado excelentes.

Annabeth: -Ahora sí, he concluido.

Mis dos aprendices se maravillan por mis obras concluidas.

Lobel: -¡No sé parece en nada a antes! ¡Mira como brillan! Son cristales translucidos, ya no son piedras. Y su interior es tan nítido. Un átomo reluciente y magnifico.

Annabeth: -Con este Orbe, puedes atraer la energía del mundo y también repeler magia si lo necesitas. Y este Orbe, es para ti, Lobel. Un regalo por todo lo que has hecho por nosotros. Míralo como una compensación por tu Néctar, con esto no tendrás hambre.

Lobel: -¡¿En serio?! ¡Beth! ¡Sí! ¡Gracias! ¡Lo acepto! ¡Jajajaja! ¡Mi viejo se pondrá celoso cuando vea esto! ¡Ya sé, lo pondré en un altar y le pediré a mi Señora que lo bendiga! Estoy seguro que le encantará.

Annabeth: -Me alegro que te guste. Y sé muy cuidadoso, son de cristal porque son frágiles. Y si se rompen, harán una GRAN explosión.

Lobel: -¡Lo cuidaré con mi vida!

Luego le enseñaré como usarlo correctamente.

Annabeth: -Bien. Jajaja, no pongas esa cara Crow. Mira, este se quedará con nosotros. Lo usaremos para enseñarte a Meditar. Y este será para Sassaba.

Guardo ambos Orbes en mi bolso.

Lobel: -Es hora de regresar, chicos.

Espíritu: -No lo hubiese dicho mejor. Príncipe, es hora de volver.

Oh, que dolor de cabeza, el idioma de los Espíritus es un sonido chirriante al escuchar. No puede ser, estamos rodeados… ¡Rodeados por hombres lobos!

Son Lobelias como Lobel, pero sus apariencias son más de lobo que de hombre. Entonces, si fueron la familia de Lobel quienes atacaron a los humanos.

Estos terroríficos Espíritus encajan más con las descripciones que escuché sobre los hombres lobos.

Lobel: -Manténganse atrás…

Lobel está haciendo fe a su palabra, él nos defendería si algún día venían a buscarlo.

Lobelia: -Su padre lo llama.

Lobel: -Díganle a mi padre, que me tomaré unas vacaciones. Pero volveré sin falta antes de mil años.

Lobelia: -Tenemos órdenes.

Lobelia: -Lo escoltaremos.

Lobelia: -Usted es el futuro líder de nuestro clan, la vida de la montaña lo necesita.

Lobel: -¡¿Y?! ¡¿Tengo que vivir por esta montaña hasta secarme?! ¡Eso no es vivir! ¡Tengo Libre Albedrío! ¡Nuestra Señora lo dijo! ¡Podemos vivir sin necesidad de sacrificarnos! ¡QUIERO TENER MI PROPIA VIDA!

Lobel…

Lobelia: -Esos pensamientos son mortales.

Lobelia: -La vida es nuestra Señora.

Lobelia: -Servirla es vivir.

Lobelia: -Existimos para ella.

Lobel: -¡Ella nos dio libertad para amarla! ¡Y la libertad para vivir nuestras vidas plenamente! ¡Somos sus siervos, sus hijos y sus deseos! ¡Somos LOBELIAS! ¡Las rebeldes Lobelias que se distinguen a otros! ¡No nos gustan los caminos fáciles! ¡Si nos dicen arriba, iremos abajo! ¡Si lo fácil es el verano, resistiremos el invierno! ¡Y si caemos al fango nos levantamos! ¡Nuestro resplandor es nuestra terquedad!

Las palabras de Lobel hacen vibrar mi corazón, ahora lo sé… los verdaderos príncipes son como él.

Lobelia Blanca: -Eres una Lobelia, retoño mío.

¡¿Ese apuesto hombre es su padre?! A diferencia de las otras Lobelias, su padre se destaca por ser puramente blanco. Desde su cabellera y hasta sus ropas, todo en él es blanco. Un blanco más puro que la nieve.