Capítulo 22 - Annabeth

¡Fueron 3 días agotadores, pero al fin han acabado!

He finalizado mis pequeños subtipos de Orbes, el señor Joshua ya se llevó el suyo e incluso se fue de lo más contento por todos los datos que aprendió al ver el proceso de mi trabajo.

Estoy segura que ese pequeño Orbe con magia de tierra le será muy útil para su trabajo de alquimista y herbolario.

Cloe y las señoras Erina y Agnes deben estar muy ansiosas por recibir los suyos.

Por precaución, no es prudente que ellas vengan muy seguido a la farmacia de Sassaba. Nunca se sabe cuándo los espías de la Iglesia están observando cualquier movimiento extraño. Por eso, yo misma voy a ir a entregarles sus Orbes. Iré como una chica de recados de esta farmacia, así no llamo la atención de nadie.

Ahora mi única preocupación es esperar a que estos pastelitos estén listos e hice un bizcocho suave de chocolate pensando en los dientes de la señora Erina. Quería hacerle algo más dulce, pero Sassaba me dijo que por su edad ya no es recomendable. La señora Erina es un cliente regular de su farmacia, así que Sassaba sabe mejor que nadie lo que es bueno o no para nuestra anciana amiga.

Encontrarme con viejas amigas de mi maestra me alegra el corazón, y sé que eran sus amigas porque mi maestra no cocinaba sus postres a cualquiera. A veces, Brujas nos visitaban en su casa, y no a todas las invitaba a comer.

Sassaba: -Anna, ¿podemos hablar?

Annabeth: -Sí, claro.

Ahora que está sentada frente a mí, puedo ver que Sassaba está un poco angustiada el día de hoy.

Sassaba: -Mañana te vas.

Annabeth: -Eso depende. Si la señora Agnes tiene alguna información sobre Sellos Demoniacos, quizás me quede un poco más. O si Cloe puede darme alguna pista, todo me sirve ahora mismo.

Sassaba: -Puedes quedarte todo el tiempo que gustes, Anna.

Annabeth: -Sassaba, puedes decirme Beth, me gusta más. Somos amigas, ¿no?

Sassaba: -Sí, Beth. Jejeje, te pega más Beth.

Annabeth: -¿A qué sí? Y sobre lo que decías, yo ya he hecho planes con Lobel. No puedo retractarme, iremos a ver el mar. Será un largo viaje por las costas del sur.

Sassaba: -Mis puertas siempre estarán abiertas para ustedes.

Annabeth: -Lo tendré siempre presente.

Sassaba: -Yo… siento que te debo una explicación. Sobre… cómo se rompió mi Núcleo, pienso que necesitas saberlo… te ayudará en tu investigación y podrás evitar que otras chicas cometan lo mismo que yo.

Oh, está hablando de eso.

Sassaba: -Nunca se lo he dicho a nadie, así que estoy un poco avergonzada de cómo lo vayas a tomar…

Annabeth: -No hay nada de qué avergonzarse, Sassaba. Como mi maestra solía decir: una buena Bruja sabe ser descarada cuando lo necesita.

Sassaba: -Sullen… Ella siempre tuvo una fuerte personalidad, eso hacía que todas la admiráramos. Y como su aprendiz, tú eres brillante, Sullen estaría muy orgullosa. Y por eso quiero contarte mi historia, para que también seas precavida y te sirva como lección, porque puedo ver que atraes mucho a los Espíritus y será cuestión de tiempo antes que alguno venga a ofrecerte el mismo trato que a mí.

Annabeth: -Te escucho.

Aunque ya sé que vas a decir.

Sassaba: -A cambio de recibir la ayuda de los Espíritus por toda mi vida y extender mi longevidad… Yo di a luz a un Medio Espíritu.

Medio Espíritu

Un hijo de un Espíritu y un Mortal. No es Espíritu ni humano.

Estaba escrito en tus notas y resaltaste mucho que no deseabas que Liliana siguiera tus pasos.

Al principio, a Liliana y a mí, nos costó creerlo, ¿cómo algo tan puro como un Espíritu podría procrear con un ser humano? ¿Y por qué seres tan prepotentes lo harían con seres inferiores?

Suena absurdo y nos costó mucho aceptarlo.

Pero hay precedentes en varias historias antiguas, que ahora son cuentos para niños, donde se narra cómo Santas y Espíritus se enamoran y tienen hijos juntos. Incluso hay leyendas sobre que la familia real son descendientes de los Espíritus y por eso deben ser tratados como seres más cercanos a lo divino.

Incluso, ese tipo de historias puedo encontrarlas en mi propio libro de cuentos; quizás sea por eso que terminé aceptando este hecho como cierto y ahora que lo escucho de los propios labios de Sassaba es todo más real.

Sassaba: -Mi Núcleo se rompió a medida que el bebé dentro de mí me absorbía. Y mi magia fue drenada en un instante. Mi vida como Bruja había terminado, y a cambio, dependo completamente de estos necios Espíritus que solo me sirven porque así ese Espíritu lo ha ordenado. Básicamente… se encargan de mantenerme viva y saludable, pero no les interesa nada más. Así que no son de mucha ayuda.

Annabeth: -Gracias por contarme tu historia, Sassaba. Tendré siempre presente la lección que me has enseñado.