Ese silbido otra vez.
¿Hasta cuándo seguirá viniendo?
Suelo escucharlo cada día, viene a la misma hora sin falta y desde las sombras me observa unos minutos antes de marcharse.
Durante los 4 primeros años estuve muy atento y con la guardia en alto esperando su ataque, pero nunca mostró hostilidad. Es como si solo quisiera vigilarme, ver que hago y luego de satisfacer su curiosidad se marcha.
-Demonio, mírate, te estás pudriendo.
Hoy al fin te has dignado a hablarme.
Aunque me dé rabia admitir que sus palabras son verdad, mis heridas no están sanando. En este templo no puedo alimentarme, no tengo cómo recuperarme, mi energía se consume, pero no se regenera.
-En otros 20 años más serás comida para las ratas.
¿Y qué si mi cuerpo se pudre y se cae en trozos? No puedo irme de aquí, no voy a dejar a Beth sola en este lugar. Aún faltan muchos años más antes de que esa maldita Aura Divina pierda fuerza. Y reuniendo mi energía demoniaca restante disolveré esa Aura Divina y podré liberar el Alma de Beth de su cuerpo.
Yo… esperaré. Hasta entonces no me despegaré de su lado.
-Que miserable. Es así como los Demonios deben ser.
Raven: -¿Y acaso tú no eres también un Demonio?... apestas a uno.
-¡¡PÚDRETE EN EL INFIERNO!!
Se ha largado… Hoy no escuché su silbido alejarse.
Raven: -Beth… tú solo descansa… sueña, Beth… sueña conmigo.
Y yo también, cerraré un rato mis ojos e imaginaré que te tengo a mi lado.
Beth… te extraño.
#2605 en Fantasía
#476 en Magia
#7123 en Novela romántica
fantasia romance y seres sobrenaturales, viajes en el tiempo, magiabrujasdemonios
Editado: 10.09.2025