Esto… es… ¡COMIDA!
-¡Ah! ¡Casi me arrancas la mano!
Mis ojos entreabiertos se ciegan ante la brillante energía que contiene esta calabaza. Nunca en mi vida he comido una energía tan pura y concentrada como esta… ¿Qué es?... Por el dulce sabor y su viscosidad podría ser… ¿Néctar de Espíritus?
El tesoro de los Espíritus.
La bebida de Dioses.
No importa lo que sea, lo tomaré hasta la última gota, sin desperdiciar nada. Mi cuerpo putrefacto y casi esquelético se siente resucitar, las fuerzas vuelven a mí. Aunque no es suficiente para recuperarme completamente, es lo suficiente para seguir con vida.
-Que bestia más bruta son los Demonios… ¿Qué? ¿Qué miras?
Raven: -¿Por qué… me alimentas?...
Hace más de 15 años que no lo había visto y ahora está aquí, salvándome la vida.
-¡POR MÍ QUE TE MUERAS! ¡HABRÍA UN DEMONIO MENOS EN LA CREACIÓN! ¡Que te quedé muy en claro! ¡TE ODIO!
¿Qué es este tipo? Huele como Demonio y parece uno, pero al mismo tiempo tengo la certeza que no lo es.
-YO… Solo he cumplido con los deseos de mi Señora. Agradécele a Madre, por tenerte misericordia.
Madre… La Diosa. La Diosa lo ha ordenado. Ella me ha salvado.
Raven: - Divina Madre que vela por nosotros…
Empiezo a recitar la oración más antigua de la Diosa Vida.
Oh, Señora, con toda la sinceridad de mi ser, acepte mi gratitud.
Y ahí me quedé, tirado en suelo, recitando sin descanso toda Oración y Plegaria conocida a la Diosa de la Vida. Y mostré mi agradecimiento a ella, que es la Madre de la Creación, la Madre de Dioses, la Creadora Suprema, La Gobernante del Cielo y el Infierno, la Diosa de los desvalidos, pecadores y arrepentidos… La Madre de todo cuanto existe.
Ella es la vida misma, el amor es su velo y su luz la esperanza.
Recé y recé, sin descanso, sin vacilar, hasta hacer vibrar con mis plegarias las paredes de este abandonado templo en ruinas.
Y a mis rezos ella ha respondido.
Cada año, una calabaza llena de Néctar viene a saciar mi sed. Y durante un año, con paciencia y meditación, mi cuerpo asimila la energía de este Néctar.
Solo necesito unos años más… 100 años tal vez… 200 quizás… los suficientes para recuperarme y ser quién fui. No, error. Nunca más volveré a ser el Demonio que fui… Ahora lo sé, Madre me considera hoy su siervo, su hijo.
Beth… espérame, cuando ese Hechizo Sagrado imbuido con Aura Divina desaparezca te resucitaré. Tengo la confianza de que así será, porque el Hechizo Sagrado que te atrapa fue hecho por Mortales y no por un Dios de verdad. Tengo tu cuerpo y tu Alma, con mi poder y la misericordia de la Diosa resucitarte será fácil, juntos te salvaremos. Y luego que despiertes… alcemos juntos un templo para la Diosa Vida.
Beth… tú solo espérame, pronto estaremos juntos.
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Editado: 10.09.2025