Capítulo 17 - Raven

¿Por qué está todo tan silencioso?

El dulzor de mi boca me dice que hace poco me han dado de beber Néctar, eso significa que he dormido mínimo unos meses o algunos años.

Ran: -Despertaste.

¿Quién?... Ah, esa cara pecosa, ya me acorde.

Raven: -Eres Ran…

El Medio Espíritu que reviví.

Ran: -Estuviste durmiendo como 600 años, no creo que sea bueno que te levantes todavía.

¡¡¿Tanto tiempo?!!

Con razón me duele todo el cuerpo, aunque fueron muy gentiles de ponerme un suave colchón de algodón. Tengo la sensación de que estuve soñando algo, cosas del pasado, pero ya no lo recuerdo muy bien. Me duele la cabeza.

Raven: -¿Y el Hermano Lobelia?... Teníamos que irnos, yo… lo he arruinado todo.

Beth sigue durmiendo en su lecho rodeada apenas de unas chispas demoniacas, debo alimentar el fuego para que los insectos se alejen de ella.

Raven: -Tú… ¿Por qué sigues aquí? Eres hijo de Lirio, vuelve con tu padre. Este mundo ya está condenado.

Ran: -Eso… no importa ahora.

Sentado en una esquina polvorienta esconde su rostro abrazando sus piernas.

¿Qué le ocurre?

Se ve triste, y está cubriendo su cuerpo con una sucia toga. Los Espíritus son los más orgullosos de sus perfectos cuerpos, viven para presumir la Perfección de su ser, ellos nunca usan ropa.

En un momento le preguntaré, pero antes, quiero revisar el estado de Beth. Quiero que este en óptimas condiciones para el viaje.

Algo… apesta.

Raudo examino el interior de su Alma. Eso… no… NO…

Raven: -¡¡NO!!! ¡¡¡¡NOOOO!!!!

Llorar abrazando el cadáver de mi amada es todo cuanto puedo hacer.

Mi Castigo Divino al fin ha llegado.