Las Brujas también desean un final feliz

Capítulo 25 - Raziel

Lobelia: -¡Aquí será perfecto!

Grita mi emocionado hermano mientras gira en medio de esta alta caverna.

¿No es este el mismo lugar donde fuimos atrapados por Álamo?

Ahora que todo está iluminado puedo ver lo grande que es este espacio abierto, y es tan alto que hay 3 pisos rodeándonos. Todos nos miran al pasar, y se apartan, aún no confían plenamente en nosotros, pero al menos no parecen odiarnos.

Raziel: -¿Qué tan profundo en la montaña estamos?

Le pregunto a mi nueva Contratista.

Liliana: -Estamos en la cima. Estos son los pisos superiores, luego todo va para abajo.

Ya me doy una idea, este lugar es como un hormiguero que baja cada vez más.

Raziel: -Es un lugar idóneo. Hermano, ¿cómo lo hacemos? ¿Traes una estatua del Templo o hacemos una nueva?

Lobelia: -Yo… ¡Quiero una ENORME estatua justo en el centro! Para que todos se maravillen con la gracia de mi Madre.

Opino igual, sería genial poder hacerlo, pero… no tengo tanta energía para algo así.

Cuando estaba por pedirle ayuda a Liliana, una fuerte ventisca comenzó a sacudirnos. Las heladas ráfagas de viento se dirigieron al centro del salón, pronto se formó un remolino de nieve y cristales de hielo.

La nieve se acumuló y se solidificó, en cuestión de segundos, una figura de hielo fue visible.

Al calmarse la situación, todos pudimos ver a la cristalina dama que sonríe con sus alas extendidas.

Lobelia: -¡AVE!

Mi hermano es el primero en alabarla. Pero yo me preocupo más por buscar al que creó la exacta imagen de la Señora. Solo podías ser tú, Álamo.

Raziel: -Gracias.

Logré decirle antes que volviera a desaparecer.

Él… es tan silencio y misterioso como el Maestro. Se parecen demasiado, jajaja. Aunque el Maestro es más sonriente que Álamo.

Otra cosa que me llama la atención… es que Álamo si tiene cierto parentesco físico al Maestro. O quizás solo sea que su esbelto cuerpo fornido me tiene confundido. Porque el Maestro no solo es inteligente, también tiene unos músculos que no son de adorno.

Lobelia: -¡Raziel! ¡¿A qué Madre está más hermosa este día?! Mírala, está irradiando alegría solo por vernos.

Sí, puedo sentir como la escultura reboza de su Aura Divina.

Solamente con estar cerca de su escultura me siento revitalizado, así de magnifica es el Aura Divina de la Diosa Vida.

Raziel: -Tienes razón, Madre está contenta. Ave.

Liliana: -Nunca creí…

Puedo sentir como el corazón de Liliana late rebosante de cálidas emociones.

Y no es la única, mi nariz de Demonio puede oler el amor que abunda en todas esas miradas perplejas que no pueden apartar la vista de la escultura.

Las lágrimas ya se asoman en esos cautivados ojos.

Sí, es normal que los Mortales lloren al ver a Madre.

Es porque ella es MADRE de todos.

Y en especial, cuando vez una imagen tan fidedigna a ella es inevitable llorar. Hasta algunos Eternos lloran al verla…y me incluyo.

Pero puedo sentir que no es solo por la imagen que lloran, es por lo que sus ojos de Brujos y Brujas son capaces de ver. Después de todo, ellos ven el mundo de una manera diferente al resto de Mortales.

No tardan mucho en comenzar a caer de rodillas uno por uno.

Yo también, caigo de rodillas.

Mi hermano está caminando hacia Madre, solo él puede guiarnos ahora.

Lobelia: -¡ALABAMOS A LA SEÑORA! ¡CREADORA DE TODO! ¡Y MADRE DE TODOS! ¡¡¡AVE!!!

Todos: -¡Ave!

Repitamos todos en un coro desorganizado.

Lobelia: -¡LUZ DE TODA CREACIÓN! ¡VIDA NUESTRA! ¡AMADA ERES! ¡AMADA SERÁS ETERNAMENTE! ¡BENDITOS SOMOS PORQUE TUS ALAS NOS PROTEGEN! ¡A TI AMADA MADRE, TE ALZAMOS ESTE TEMPLO! ¡PARA VENERARTE Y ABRAZARTE CON EL AMOR QUE TÚ NOS DISTE! ¡AVE! ¡REPITAN CONMIGO! ¡¡AVE!!

Todos: -¡¡AVE!!

El Aura Divina de la escultura está latiendo.

Lobelia: -¡MÁS FUERTE! ¡AVE!

Todos: -¡¡AVE!!

Lobelia: -¡COMO UNO SOLO! ¡COMO LO FUIMOS ANTES Y LO SEREMOS ETERNAMENTE! ¡SEAMOS UNO! ¡AMEN Y GRITEN CON PASIÓN, ALEGRÍA Y DOLOR! ¡ALABADA VITAL EXISTENCIA! ¡DE TI SOMOS Y A TI VOLVEMOS! ¡¡AVE!!

Todos: -¡¡¡AVE!!!

Gritamos todos hasta desgarrar nuestras gargantas y hasta hacer temblar la montaña con el vibrar de nuestro eco.




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