Capítulo 75 - Annabeth

Annabeth: -Dime, por favor. ¿Qué pasó después?

Lirio: -Los Dragones salieron huyendo de los Cielos cuando los exiliaron, fue un caos. Tuvieron que huir tan rápido que dejaron atrás a muchos de sus huevos. Y el Dios farsante no perdió la oportunidad para liberar su ira y malicia sobre esas inocentes semillas.

Al principio no me gustaba como Lirio se expresaba de ese Dios al llamarlo “farsante”, pero ahora… yo misma lo llamaría con apelativos peores que ese.

Annabeth: -¡¿Qué les hizo?!

Lirio: -Algo peor que destruirlos~. Lo que les hizo… no tiene nombre. Con sus propias manos los rompió y rearmó a la fuerza como si fuesen masas de arcilla, destrozó sus egos en formación, borró sus naturalezas e instintos de Dragones y les quitó los dones que recibieron de los Dioses. Hasta convertirlos en unos esclavos sin voluntad que solo siguieran sus órdenes, y a esos esclavos los llamó Ángeles. Y lo que sobró, los errores destrozados y sin forma que se impregnaron con toda su rabia e impuros deseos… Esa inmundicia que se arrastraba por el suelo, no era más que la verdad detrás de su farsa, porque un Creador solo puede crear lo que es. Y aquella masa deforme era un reflejo de sí mismo. El Dios farsante no dudó en destruir a sus aberrantes creaciones antes de que otros Dioses los vieran.

Mi cuerpo no puede dejar de temblar, no sé si es de ira, miedo, tristeza o impotencia. Yo he vivido siendo odiada toda mi vida, y ni aun así soy capaz de imaginar lo que ellos debieron sentir al ser odiados nada más nacer.

¿Cómo se sentirá que la primera persona que veas al abrir los ojos te mire con desprecio?

Que tu Creador te mire con asco y saber que él desea destruirte.

Que abrumador y vacío debió de ser.

¿O quizás ni siquiera entendían lo que estaba sucediendo?

Quizás… no entender hubiese sido lo mejor para ellos.

Annabeth: -¿Huyeron?

Pregunto tan pronto como Lirio ha terminado de dar un trago a su agua con Néctar.

Lirio: -¿A dónde? Ni siquiera tenían piernas ni alas. Eran, literalmente, asquerosas masas negras arrastrándose como babosas deformes por el suelo.

Abrazó más fuerte a Crow.

Ese Dios… ¿Cómo pudo convertir a unos bebés en eso?

Las vidas de otros no significan nada para él.

Lirio: -Y cuando estaba a punto de destruirlos, el Señor llegó.

¡Adonai!

Lirio: -Y detuvo al Dios Farsante, se aferró a las miserables criaturas y rogó por piedad. El Señor siempre ha amado a todo ser viviente, ya sea Perfecto o Imperfecto, toda vida es valiosa, porque toda vida es Madre.

Adonai ama a la Diosa Vida. Y ama la vida de otros porque son parte de la Diosa Vida. Adonai nos respeta y gobierna con rectitud porque a sus ojos somos Madre.

Si Adonai no amara a Madre, ¿cómo sería la Creación?

Lirio: -Obviamente al Dios farsante esto no le gustó. Desde un principio, nunca le agradó la existencia de nuestro Señor. Porque el joven Señor era diferente a los demás Dioses, él era más inteligente, daba nombres a todo, gracias a eso más nuevos Dioses nacían. Los nombres tienen un gran poder, Beth~. Porque los nombres son palabras con egos, y su poder es realmente especial~.

Un nombre.

“¿Quién soy?”

Para salvarme de la muerte nunca debo olvidar mi nombre.

Annabeth: -Lo entiendo.

Lirio: -Que bien~. Ahora imagina lo siguiente. Eres el Dios más fuerte de la Creación, todos los Dioses te obedecen y te siguen ciegamente sin dudarlo~. Pero, ahí está, un pequeño niño se niega a obedecerte. Cada vez que quieres destruir algo, ese niño se mete en medio y llora clemencia. ¿Siquiera los Dioses lloran~? Él si lo hace, fue él el primero en hacerlo y otros siguen su ejemplo. Un niño risueño que atrae fácilmente la admiración y atención de otros Dioses. Pero para ti es un insecto molesto que puede amenazar tu posición algún día. ¿Qué harías en su lugar? En este preciso momento están completamente solos, él ha vuelto desobedecerte y todo lo que quieres es eliminar la basura delante de ti.

No…

Annabeth: -¡Intentó matar a Adonai!

Lirio: -Y tenía a las criaturas perfectas a quienes culpar. Solo tenía que dejar algunas de esos repugnantes seres con vida y decir que lo contaminaron hasta la muerte. El pequeño cuerpo del Señor ya estaba completamente bañado en esa asquerosa miasma. Así que esa verdad no sería completamente una mentira.

Trago saliva.