Capítulo 82 - Annabeth

Fue una noche de júbilo.

Los Hermanos del Templo prepararon el jardín para hacernos una gran fiesta.

Comimos y bebimos en una radiante mesa que rebozaba de aperitivos y bebidas. Las Brujas y Brujos están riendo entre Hermanos de fe. Los Magos de la Alianza Eclesiástica, los artesanos y diferentes voluntarios de los talleres se nos unieron y todo se hizo más irreal.

Todo esto parece un sueño, un sueño del que no quisiéramos nunca despertar.

Siempre soñé con este momento, un futuro donde todos podamos reír juntos sin distinción.

La música resonó toda la noche, los Espíritus cantaron para nosotros y bailamos entre ellos. Y bebimos el vino como si fuese agua.

Tenía planeado reparar el Corazón Mágico de Sassaba esta noche, pero mejor mañana y con menos observadores, no quiero causar un revuelo con los Magos presentes.

Sassaba: -Oye… Beth, ¿eso está permitido?

Me preguntó Sassaba mientras señalaba las competencias de bebida.

Agnes: -Estamos en un Templo, no deberían hacer eso.

Incluso Agnes señala ese “mal” comportamiento.

Erina: -Yo ahorita los reprendo.

Jajaja, Erina está lista para ir a castigarlos.

Annabeth: -Jajajaja, no tiene nada de malo. En el Templo de la Diosa Vida es tradición competir quien cae ebrio primero. Es porque a los Dioses les encanta la bebida. Tan solo miren.

Señalo una esquina más apartada, Ran junto a Hermanos del Templo están compitiendo contra los Magos.

Sassaba: -¡Ran!

Sassaba se va toda apurada al ver lo sonrojado que está su hijo.

Erina: -Entonces no está prohibido…

Annabeth: -Obviamente, solo se permite durante las fiestas y siempre con moderación. Vean, cuando ya no pueden seguir, simplemente se rinden o sino serán llevados por los Paladines hasta que se calmen.

Al Jefe de Tesorería del Templo se le da fatal la bebida, jajaja. Él siempre es ruidoso cuando se lo llevan los Paladines, los amables chicos tratan de calmar al anciano que se queja como un niño. Jajaja, las quejas del tesorero son siempre sobre Ran y su obsesión por gastar oro.

Ioritz: -¡Ni que el oro saliera de los arboles!

Comprendo su pesar, tesorero Ioritz.

Saber que la bebida estaba permitida, animó más la fiesta y muchas Brujas y Brujos se fueron a competir. Como es una competencia, a veces se apuesta dinero, pero puedes apostar lo que quieras, desde comida hasta ofrecer favores, lo importante aquí no es ganar, sino divertirse al competir. Aunque hay algunos que si compiten seriamente.

Lance: -¡Un mes sin papeleo! ¡Sí!

Jajaja, algunos pueden librarse de obligaciones si ganan.

Ver sus caras sonrientes, tanto de los ganadores como de los observadores, anima mucho el ambiente. Jajaja, incluso ver las caras pálidas de los perdedores nos roba alguna sonrisa. La felicidad y solidaridad que abunda en la fiesta hace que entienda por qué la Diosa Vida ama las fiestas.

Lobel: -¡Beth, bailemos!

Y otra vez fui la maestra de baile de Lobel. Con el pequeño Crow en los hombros de Lobel, pudimos bailar los tres juntos toda la noche. Jajaja, a mí ya no me invitan a participar en las competencias de bebida, porque saben que soy invencible.

Mi capacidad de desintoxicación es perfecta ahora que mi Corazón Mágico ha recuperado su esplendor. No volveré a caer con resaca como la primera vez.

Y que por supuesto, yo no soy la única.

Bader: -¡No puede ser! ¡¿Cómo les pudo ganar una abuelita?!

Las Brujas veteranas somos unas expertas con el licor. Erina y un pequeño grupo de ancianos arrasaron con todos los jóvenes.

Erina: -Los espero mañana para que empiecen a trabajar, jojojo.

Erina es toda una Bruja, jajajaja.

La fiesta fue tan animada que más personas se nos unieron, para cuando nos dimos cuenta ya todo el jardín trasero estaba rebosante de gente. Después de bailar hasta caer cansada y comer hasta reventar, yo caí dormida mirando el cielo del alba.

Incluso en mis sueños seguí bailando.

Raven… a ti te gustaba verme bailar, vuelve pronto y bailemos.

***

Cuando desperté estaba en mi habitación.

Crow está durmiendo a mi lado y lo primero que dije al ver a Lobel recostado en el otro extremo de la cama fue:

Annabeth: -¿Fue un sueño?

Fue una noche tan irreal como un sueño.

Lobel: -No. Si quieres puedes ir a ver, jajaja, aunque todos deben seguir con resaca. Ran dijo que el almuerzo se dará un poco tarde el día de hoy, para dar tiempo a todos para alistarse. Jajajaja, hubieses visto, Sassaba no dejaba de regañar a Ran luego de que empezó a vomitar. Y se la pasó discutiendo con el Hermano Mayor Lirio diciendo que era un mal ejemplo para Ran.