Las canciones que no te dediqué

CAPÍTULO 2:

~~~~Bee♡

Desearía poder decir que mi lunes empezó con un rayo de sol iluminando mi rostro, pájaros cantando y una taza de té de cúrcuma servida por un monje tibetano.

Pero no.

Empezó con Lisa gritando como si hubiera descubierto que Olivia Rodrigo se mudó al dormitorio de al lado.

—¡¿Por qué no me dijiste que interactuaste con Nick Tyler?!

—Lisa, toda la universidad sabe ahora que quedé como una ridícula frente a un rockstar, ¿y eso es lo que me preguntas? —me cubrí el rostro con las manos— Quiero desaparecer...

Ella se puso de pie y tomó mis muñecas.

—¡Oh, vamos, Bee, no está tan mal! —sonrió ampliamente— Sí, es un poco cómico... pero, ¡al menos tuviste a Nick Tyler frente a ti!

—Eso no me consuela, ¿sabes? —suspiré— Hace dos días ni siquiera sabía quién era ese Rick...

—¡Nick! —me corrigió, negando con la cabeza— Y no es un tipo cualquiera, es un genio musical, la voz de nuestra generación y TU —apuntó dramáticamente a su laptop— derramaste una bebida sobre él y viviste para contar la historia... ¡Serás una leyenda!

Me tomó por los hombros y comenzó a sacudirme.

—¡¿Te das cuenta de lo que eso significa?! ¡Tienes una anécdota con Nick Tyler que NINGÚN fan tiene! ¡Eres famosa! ¡Deberíamos enmarcar este artículo para tu madre!

Mis ojos se abrieron ampliamente en horror.

—¡¿Qué?! ¡No! —chillé, apartándome bruscamente y comenzando a caminar de un lado al otro— Tenemos que arreglar esto, Lisa, tenemos que encontrar a quién escribió ese maldito artículo...

—Okay, okay, tranquilízate. No es el fin del mundo, es solo una estúpida nota en el periódico de la universidad —se rió, sentándose en la cama—. Además, aunque logremos que la persona lo elimine, probablemente ya media universidad lo leyó.

—No estás ayudando —la miré entrecerrando los ojos.

—Está bien, lo siento —alzó las manos pero aún mantenía esa sonrisa divertida en su rostro—. Pero ya en serio, Bee, relájate. No es la gran cosa. Quizás Nick incluso pensó que eras tierna.

Me detuve, y solté una respiración profunda, intentando recordar los mantras que me ayudaban a calmarme en Rishikesh.

—Sí, es verdad... Él se rió por la situación y me dijo que le debía una bebida por arruinar su camiseta... Oh, y me dio esto... —saqué la nota de mi cartera y se la entregué a Lisa, que prácticamente la arrebató de mis manos.

Ella se quedó en silencio, como si se hubiera congelado, por tanto tiempo que tuve que tocarle el hombro para comprobar que no se había paralizado.

Hasta que soltó un chillido estruendoso que causó que me cubriera los oídos con los dedos y cerrara los ojos con fuerza.

—No lo puedo creer... Él COQUETEÓ contigo —gritó, dando saltitos de emoción—. Y su firma está en la nota —soltó un suspiro, llevando el papel a su pecho y cerrando los ojos— ¿Vas a reclamar tu bebida?

Puse los ojos en blanco.

—No coqueteó conmigo, Lis... Estaba siendo amable con una chica rara que no dejaba de hablar —suspiré.

—No, esto no es simple hospitalidad... Esto es... ¡AMOR! —se rió con felicidad— Piénsalo, ese chico tiene a un club de fans que besa el suelo que él camina, miles de veces se habrá topado con muchachas que han tropezado accidentalmente contra él, ¿a cuantas de ellas les dejo un "vale por una bebida" como este? —sacudió la nota frente a mi rostro— ¡Esto es mejor que cualquier fanfic de Nick Tyler que he leído!

—Eso no es lo importante ahora —rebatí, masajeándome las sienes—. Lo importante es conseguir que borren ese artículo. Ya tengo suficiente con que todos en este campus me miren raro por mi forma de vestir, las clases ni siquiera han comenzado aún, ¡y todos ya piensan que soy una fan loca!

—Oh por favor, nadie cree en esas cosas —Lisa rodó los ojos—. Todos saben que son noticias provocativas para conseguir clicks. Tienes que centrarte en lo principal, es decir, nuestra próxima misión: ¡Volver al Club 88 y "tropezarte" con Nick Tyler otra vez!

—¡No hay forma de que yo vuelva a ese lugar! —me crucé de brazos, negando con la cabeza firmemente.

Pero antes de que ella pudiera responder, su teléfono celular comenzó a vibrar con notificaciones.

—Oh no... es el grupo de Facebook del club de fans de Midnight Noise —jadeó Lisa.

Me asomé por encima de su hombro y lo vi: decenas de comentarios en el grupo.

"¿Vieron las noticias? ¡Una chica loca mojó a Nick!"

"Es por chicas como ella que el fandom es tan criticado 😡"

"Pobre Nick, no merece ser molestado por chicas como ella!"

Lisa apagó el teléfono de golpe y me tomó de los hombros.

—No les hagas caso, Bee. ¡Tu no hiciste nada malo!

Repentinamente, el drama había abandonado mi cuerpo para convertirse en algo peor... ira.

Abrí la laptop de Lisa, revisando nuevamente el artículo amarillista, y justo debajo decía el nombre de la redactora.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.