~~~~Bee♡
Hay un rumor sobre el corazón roto:
dicen que se arregla con el tiempo.
Mentira.
Solo aprende a latir disimulando.
Pasaron dos meses desde aquel día en el muelle, y yo me convertí en la estudiante más aplicada de la universidad.
O al menos, esa fue mi excusa para no pensar en Nick Tyler.
Mis días se reducían a tres cosas:
1. Café.
2. Resúmenes interminables.
3. Evitar llorar cuando alguien mencionaba a Midnight Noise.
Lisa parecía haber recuperado su alegría habitual. Y eso era bueno. O al menos, eso me repetía mientras fingía que mi corazón no se derretía cada vez que veía una foto de Nick en redes.
Nunca le di explicaciones sobre lo que pasó entre nosotros; ella simplemente asumió que nos habíamos distanciado por la gira.
Y yo dejé que creyera eso.
Era más fácil que admitir la verdad: que lo había dejado ir por ella.
Y que cada noche lo extrañaba más.
Esa tarde llegué al dormitorio arrastrando la mochila como si pesara mil kilos de culpa.
Lisa estaba tirada en la cama, con el laptop encendido.
—Apúrate, ¡va a empezar la entrevista de Midnight Noise! —gritó emocionada, dándole golpecitos al colchón.
—Lisa… no —gemí—. Estoy intentando superar mi trauma, no revivirlo.
—No seas dramática. Es una simple entrevista. Además, ¡van a cantar en vivo!
—Sí, y luego yo voy a tener que pasar una semana con el corazón en yeso.
Ella puso los ojos en blanco y subió el volumen antes de que pudiera esconderme en el baño.
El logo del programa Star Sessions apareció en la pantalla, y ahí estaba él.
Nick.
Con su sonrisa ensayada y esa chaqueta negra que siempre le quedaba demasiado bien.
Mi estómago hizo una pirueta. Casi esperaba que la televisión explotara solo para liberarme de la escena.
El presentador hablaba, el público gritaba, y Nick… sonreía.
Hasta que le preguntaron si estaba soltero.
—Sí —dijo.
Sonó tan vacío que dolió.
Después le preguntaron si alguna vez se había enamorado.
Y cuando contestó “sí, pero mis canciones no son para nadie en específico”, Lisa suspiró y yo sentí que el piso se me iba.
Mentiroso encantador.
Pasaron unos minutos, y luego vino la presentación.
Cuatro canciones impecables.
Y entonces… el cover.
“Amnesia”, de 5 Seconds of Summer.
A mitad del tema, la voz de Nick se quebró.
Literalmente.
Dejó el micrófono, bajó la cabeza… y se fue del escenario.
Lisa se tapó la boca, horrorizada.
—¿Qué… qué acaba de pasar?
Yo solo pude quedarme mirando la pantalla en silencio.
Mi pecho ardía.
Sabía lo que era sentir que una canción se te atascara entre el alma y la garganta.
—Debe haberse sentido mal… —intentó justificar Lisa.
—Voy a ducharme —murmuré, poniéndome de pie y encerrándome en el baño antes de que ella pudiera responder.
El agua caliente fue mi refugio.
Ahí, entre el vapor, finalmente dejé salir lo que llevaba semanas conteniendo.
Las lágrimas se mezclaron con el agua hasta que no supe cuál era cuál.
—Felicidades, Bee —me dije—, lograste alejar al único chico que te vio realmente.
Cuando salí del baño, con la toalla en el cabello y los ojos rojos, escuché la voz de Lisa.
Estaba al teléfono.
Reía nerviosa.
—Sí, claro, lo vi en vivo —decía—. ¡Fue una locura!
Me acerqué lentamente, sin querer interrumpir la conversación. Aunque mi corazon dolía, porque por el lenguaje corporal de mi amiga, sabía con quién estaba hablando.
Hasta que...
—Entonces... ¿cómo te va en las giras? Porque yo vi que... —ella se interrumpió, su rostro se transformó por completo— Oh, sí, está aquí...
Me tensé inmediatamente, ¿Nick estaba preguntando por mi?
—Sí, claro —Lisa tragó saliva, y extendió su teléfono hacia mi a regañadientes—. Nick quiere hablar contigo.
—¿Con... conmigo? —tartamudeé.
Ella solo asintió y se dio la vuelta, saliendo de la habitación para dejarnos a solas.
Apoyé el teléfono en mi oreja con manos temblorosas.
—¿Nick? —susurré.
Silencio.
—¿Estás ahí? —fruncí el ceño.
—Sí, lo siento... es que... —hizo una pausa— Extrañaba cómo sonaba tu voz cuando decías mi nombre...