Las canciones que no te dediqué

CAPÍTULO 13:

~~~~Bee♡

Había pasado la noche sin dormir.
Y no porque tuviera exámenes, ni porque el café tuviera más cafeína de lo normal, sino porque al día siguiente iba a ver a Nick Tyler.

Otra vez.

Después de dos meses, dos semanas y seis días. (Sí, los conté. No estoy orgullosa).

Pasé horas frente al espejo, cambiando de ropa como si fuera una competencia olímpica de indecisión.

El resultado final fue algo intermedio entre “quiero verte, pero no tanto” y “me desperté así de increíble sin esfuerzo”. Mentira evidente, pero una mentira con estilo.

Un vestido rojo que me cubría los muslos y con escote en forma de corazón. No estaba mal...

Cuando finalmente subí al taxi, mis manos temblaban.

Podía escuchar el sonido de mi corazón en los oídos, como si intentara marcar su propio ritmo de batería.

El conductor me preguntó si estaba bien.
Le respondí que sí, que solo iba a resolver “un asunto pendiente”. Él me miró por el espejo retrovisor y asintió con una sonrisa comprensiva, como si supiera exactamente de qué tipo de asunto hablaba.

El edificio de Nick era tan elegante que tuve que tomarme unos minutos para simplemente apreciar la fachada. Un lugar donde hasta el aire parecía tener presupuesto. Algo que tenía sentido, teniendo en cuenta su trabajo, pero que contrastaba por completo con su estilo.

Cuando el ascensor llegó al último piso, mis piernas se sintieron de gelatina. Respiré hondo, conté hasta tres… y toqué la puerta.

Tardó apenas unos segundos en abrir.
Y ahí estaba.

Nick.

Cabello un poco despeinado, camiseta negra, ojos que decían más que cualquier canción.

Por un momento, se me olvidó respirar.

—Hola —dijo, con una sonrisa suave.

—Hola —respondí, intentando sonar normal y fracasando rotundamente.

Nos quedamos en silencio unos segundos que se sintieron como minutos.

Hasta que él se apartó un poco para dejarme pasar.

Su apartamento era amplio, moderno, lleno de instrumentos y tazas de café a medio terminar.

Tenía ese caos ordenado que solo alguien creativo podría tener.

Nos sentamos frente a frente, y el silencio volvió a colarse entre nosotros, incómodo, tenso.

Nick fue el primero en romperlo.

—Tengo muchas cosas que decir —suspiró—. Pero necesito que simplemente me escuches y no me interrumpas, porque si lo haces, será mucho más difícil para mi continuar, ¿entiendes?

Asentí.

—Okay... okay... —tomó una respiración profunda, se secó el sudor de las manos con el pantalón y se aclaró la garganta. —Nunca dejé de pensar en ti... Incluso cuando estaba de gira, todo en lo que pensaba era en cómo te veías aquella noche en el muelle.

Hizo una pausa, como si necesitara valor para pronunciar las siguientes palabras.

—No entiendo qué pasó, Bee... No sé si hice algo mal, si dije algo que no debí haber dicho, pero... —me miró a los ojos— me está matando. Me está matando pensar que lo nuestro se arruinó incluso antes de comenzar, que por fin tuve una oportunidad y no tengo idea de por qué la desperdicié...

Tragué saliva. Era muy difícil sostenerle la mirada, escuchar su voz profunda y sincera, y no derretirme por completo de amor.

—Así que, si existe alguna posibilidad de que quizás... estabas enojada conmigo por alguna razón, y realmente no quisiste pedirme que me alejara de ti... Si hay alguna parte de ti que aún desea seguir con esto, que aún desea estar conmigo... dímelo ahora, princesa. Porque me cansé de fingir que no te extraño cada noche, y no pienso pasar el resto de mi vida preguntándome "qué hubiera pasado si..."

Respiré hondo.

Y entendí que realmente necesitaba ser honesta con él.

—Mira, esa noche... yo estaba confundida —confesé—. Porque Lisa está... enamorada de ti, Nick. Ha sido tu fan por años, y es mi mejor amiga, y... la vi sufrir por lo que sucedía entre nosotros, incluso aunque ella intentaba fingir que no —me mordí el labio—. Y de repente los vi jugar con ese estúpido delfín gigante de peluche, y riéndose, y tratándose como si se conocieran de toda la vida... Entonces, en ese momento pensé que quizás no estaba tan mal si daba un paso al costado.

Él me miró por unos segundos sin decir nada. Y luego negó despacio, con una media sonrisa incrédula.

—Entonces... ¿no te alejaste de mi porque yo no te importara? ¿Fue por tu amiga Lisa?

—Porque ella estaba triste, y no me parecia justo que lo estuviera —susurré—. Sentí que le agregaba más sal a la herida.

—¿Y te pareció que lo más justo era alejarte de mi? —su voz se quebró un poco, lo que rompió mi corazón— Yo tambien estuve triste, Bee... Tu no tienes idea de lo que me destruyó que me dijeras que no me querías cerca.

Cerré los ojos por un momento. Sus palabras dolían, porque tenia razón. Nunca me había detenido a pensar en que tal vez Nick tenía sentimientos por mi, mucho más profundos de los que consideraba.




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