Por Asher James.
Caminaba al centro comercial con Liam al teléfono. Con ganas de cortar cuanto antes, y sin embargo mi hermano al otro lado de la línea parecía dispuesto a lo contrario.
Para mis adentros maldije, escuchaba "Can I Call You Tonight" cuando el apareció en la pantalla de mi móvil, y sabía que haría todo un drama si no le contestaba. Y ya he tenido mucho de eso en mi vida últimamente.
—¿Y la comida?
—3 a veces 4, como debe ser—. Respondí algo irritado.
—¿Las clases?
—Pongo más atención que antes.
Liam suelta una risita. Al menos esa parte, no me resulta del todo desagradable.
Nunca admitiré que extraño al idiota.
—Bueno... Eso es verdad.
Pero si lo hago.
—¿Y la universidad?—. Esta es la primera pregunta que me deja hacerle.
Nunca deja de hablar. Es muy, muy opuesto a mí. Al menos cuando estoy fuera de mi estudio de transmisión.
—Va genial, el segundo periodo es mejor que el primero... Igual yo tengo a Rya. Eso ayuda.
—¿Cuándo vendrá a casa? Ella me cae mejor que tú.
Se ríe un poco más y veo a alguien que me resulta un poco familiar.
Dime qué estás de joda.
—Talvez en las vacaciones de invierno. Quién sabe. Hablando de todo un poco Asher ¿Has conseguido al fin una chica linda?
La voz de Liam es distante, y eso es porque aparte el móvil de mi oído por la sorpresa.
¿No me voy a librar de ella ni fuera de clases? Porque debo encontrarme con esa chica incluso ahora.
No es que Ema me desagrade, solo que estoy acostumbrado a llevar una vida de incógnito. Soy la sombra de cualquiera que me dé espacio suficiente para esconderme.
Me gusta así.
Ella no me deja ser así.
—Oye Liam... Me veré con alguien ahora, te hablo después.
—¡Oye Ash! No me dejes...
Colgué porque no dejaba de hablar.
Y me concentre a Ema quién miraba impaciente el reloj, no quería, enserio me dije a mi mismo que lo mejor sería ignorarla y seguir con mi camino.
Pero cuando caí en cuenta ya había llegado a su lado, más bien a su espalda. Porque ella ni se había percatado de yo estaba compartiendo oxígeno en el mismo lugar que ella.
—No me libró de ti nunca—. Bromeó de tal manera que parece que hablo enserio.
Ella da un brinco en su lugar por la sorpresa y voltea a mis segundos después.
Tiene el rostro totalmente rojo, y su pecho se mueve rápido, como si acabara de correr un maratón. Algo en mi pecho se mueve, y talvez creo que papá tenga razón y solo me falta más convivencia femenina.
Si eso pasara, no me hubiera sentido tan raro en ese momento.
—Asher...— suelta el aire que había contenido. —Hola.
—Hola Charles.
—¿Qué haces...— se detiene, y talvez en mi culpa? He actuado de forma que forma en la que hablarme es un tanto difícil.
—¿Qué haces tú?
—Yo he preguntado primero.
—Yo he preguntado segundo y dos equivale más que uno... Además, vine hasta aquí.
—Esperaba a Lara...— frunzo el ceño para que crea que no se de quién habla, la reacción de las personas suele ser interesante. —La rubia con la que me has visto antes. Se suponía iríamos a comer o algo, pero recién dijo que paso algo.
—¿Y no tienes más amigos? —. Sonríe como loca, y luego empieza a reír fuerte.
—Tengo a Lara, mi mejor amigo se fue del país hace mas 2 años, y un ex que me trataba del asco.
Lo último no me gracia, es más, junto las cejas. No encuentro divertida la situación.
—Perdón por lo que sea que pasaste—. Ema cambia su cara por una de preocupación.
Y lleva su mano hasta mi brazo antes de hablar.
—No pasa nada, lo termine al primer comportamiento dudoso... A mi parecer nadie debería mendigar por amor.
Asiento lentamente, pero guardo sus palabras como si necesitara analizarlas más a fondo después.
—¿Qué harás ahora?
Mira alrededor. Hay varios puestos de todo tipo de cosas, y más de algunas personas merodeando en el lugar.
—Iré a casa...
—Te invito a comer algo conmigo—. Las palabras han salido solas.
Y provocan que Ema se me quedé viendo con sorpresa, como si lo que acabará de pasar fuera producto de su imaginación.
Ojalá lo hubiera sido, pero no, yo en verdad la acabo de invitar a ir por ahí. Por cuenta propia, porque me nació.
Seguro me veo como un idiota justo ahora.
—Hablo de algo como un helado... pero está bien si no quieres.