Amelia creyó haber enterrado su pasado.
Pero algunas heridas no cierran. Y otras… simplemente se transforman en palabras que nadie lee.
Desde pequeña, Amelia luchó contra el silencio, la culpa y el dolor que su propio padre le dejó marcados en el alma.
Entonces apareció David. Él sólo buscaba una amistad sincera, alguien en quien confiar después de que la chica que amaba le rompiera el corazón.
Algunos dirán que fue el destino, otros la vida. Quizás el universo conspiró a su favor… o tal vez en su contra.
Se conocieron. Se enamoraron.
Él le dio la seguridad que tanto le faltaba.
Ella tenía justo las piezas que él necesitaba para recomponer su corazón maltratado.
David fue su ángel. Amelia, su esperanza.
Pero el miedo la hizo huir.
Sin explicaciones. Sin despedidas.
Algunos años después, casada con otro hombre, Amelia comprende lo que siempre supo: su corazón le pertenece a David.
Y aunque parece demasiado tarde, comienza a escribirle cartas nuevamente.
Una por una.
Guardadas en secreto, ocultas en un viejo cofre.
Nunca pensó que alguien llegaría a leerlas.
Las cartas que escribió para olvidar… están a punto de recordarle todo.
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Editado: 27.05.2025