Carta N°17:Volver a ti, volver a mí.

No existen palabras suficientes para explicar todo lo que sentí tras nuestro reencuentro.
Volver a ver el reflejo de mis ojos en el brillo de los tuyos… era todo lo que necesitaba para sentirme completa otra vez.

Por fin lo hice. Te conté todo.

Te hablé de mi pasado, del motivo por el que me alejé tan repentinamente, de mis años compartidos con Leandro, de los ataques de pánico, de la desconfianza hacia quienes me rodean, de las crisis depresivas… y del pensamiento oscuro que, a veces, no me deja en paz.

Y tú, amor mío, me escuchaste con tanta atención. Tomaste mis manos, las besaste, y me abrazaste con infinita ternura.

Una vez más te lo dije:
“Tus abrazos me dan tanta seguridad… como si nada malo pudiera pasarme estando entre tus brazos. Eres mi amado ángel.”

Sonreíste al oírme llamarte así, después de casi trece años. Y al oído me susurraste:
“No volveré a dejarte ir. Eres todo lo que amo en esta vida, mi preciosa de ojos café. Solo déjame hacerte feliz… déjame curar tus heridas.”

Te amo.
Te amo sin culpas, sin pasado.
Simplemente, con un amor puro y real.

Volver a ti fue la forma más hermosa de volver a creer en mí.

Amelia.