Las Cartas -Dorsetshire 1

Capítulo 9

Señorita C.G

Condado de Dorsetshire, Inglaterra.

25 de Julio de 1855

Mi querida Balzac:

Aún no he recibido tu respuesta a mi carta anterior, aunque sé que serán las palabras exactas que necesito leer.Pero he hecho trampa y he escrito una segunda carta, antes de recibir respuesta, estoy queriendo engañar al tiempo. Aunque he decidido que te escribiré cuando tenga ganas de hacerlo, aún antes de recibir respuestas.Y es que tenía una pregunta urgente.

¿Estás comprometida? ¿Tienes planes de casarte? No me malinterpretes, por favor, sólo que ayer tuve un sueño bastante molesto. He tenido terribles pesadillas en este lugar, sin embargo nunca me sentí tan inquieto como con el sueño de anoche. Te habías casado, y eso no es la peor parte, tu marido se comía mis cartas. ¡Se las comía en verdad! Así que he estado inquieto desde entonces, porque tal vez vayas a casarte y aunque no sea un espécimen tan extraño como el de mi sueño, seguramente no le hará gracia nuestra correspondencia. Balzac, por favor si alguien se te declara, dile que aún no puedes casarte, espera hasta mi regreso, me sentiría terriblemente solo sin tus cartas.

Siempre me cuentas todo lo que sucede en casa, pero nunca me hablas de ti, en tu próxima carta, cuéntame algo.

Leonard

Capitán Leonard Knigth

1º Batallón

Campamento Norte

Crimea

15 de Agosto de 1855

Mi querido Leonard:

Mi pretendiente ayer me pidió casamiento, mi casa era una fiesta, y mis padres estaban muy emocionados pues , según mi madre, casar a una hija es peor que la odisea de Ulises. Sin embargo, cuando debía dar mi respuesta, me acerqué a él y le dije:

"Señor, lo lamento, pero no puedo casarme con un usted, ya que me he enterado que tiene unos hábitos alimenticios sumamente extraños."

Como te darás cuenta, no es verdad que esté comprometida, ni que vaya a casarme, así que puedes estar tranquilo. Y si así fuera, estoy segura que tendría el sentido común como para elegir a alguien que no mastique mi correspondencia, ni que me aleje de mis amigos, aun los epistolares.

De todas formas, para ahorrarte los malos sueños, ya has tenido más que suficientes, prometo no casarme hasta que regreses. Debo confesar que también yo me sentiría sola sin tus cartas. Y dado que la nuestra siempre ha sido una relación reciproca, será tu deber indagar en los antecedentes de mis pretendientes y asegurarte que ninguno coma cartas, pantuflas, ni nada por el estilo. Ah, y también deberás explicarle a mi madre el por qué me empeño en seguir soltera.

Y no te preocupes que lo de hacer trampas al tiempo con las cartas me parece una grandiosa idea, ¿por qué esperar? Podemos escribirnos cuando tengamos ganas de hacerlo.

PD: No hay mucho para contar, soy una mujer como cualquier otra y por lo tanto hago lo que todas. Hago las labores que me corresponden y el tiempo que me queda libre, lo ocupo en cosas totalmente triviales y, últimamente, asisto a cuanto evento hay para tener cosas que contarte. Nadie sabe por qué de repente me he vuelto una chismosa, algún día tendrás que hacerte responsable de ello.

Tuya, Balzac.

 




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