Las Cartas -Dorsetshire 1

Capítulo 32

¿Listas para el baile?

¿Y para el final? Porque falta muy poco para el final de la historia. Será capi corto porque tuve que decidir entre subir capi corto o esperar más tiempo, así que se los dejo y espero les guste. Trataré de que haya más pronto.

Buen fin de semana

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Beth tenía un gran despliegue de vestuario en su habitación, miró ceñuda a su hermana que estaba sentada en el sillón y que estaba distraída en lugar de prestarle la atención que ella reclamaba.

-¿Qué vestido vas a usar, Jo, ya lo decidiste?

-No, no aún. Digamos que no está entre mis prioridades.

-Quizás deberíamos conseguir vestidos nuevos, todas están haciéndolo porque un evento de las Bowman es el destacado de nuestra temporada, mamá sugirió que vayamos a elegir telas, aún estamos a tiempo – dijo suavemente, sabiendo que su hermana se negaría.

-Tenemos muchos vestidos bonitos y no necesitamos destacar. Tú estás comprometida, y hasta Hades en el inframundo sabe que yo prefiero pasar desapercibida.

-¿Entonces descartamos el color rojo? – preguntó Beth traviesa.

-Absolutamente, aunque estoy segura que serán las Bowman quienes, hagan lo que hagan, llamen la atención, no necesitaré vestirme de rojo para entretener a los chismosos de Dorsetshire.

-¿Y algún otro plan para entretenerlos?

-Solo buscar un lugar tranquilo y esperar que termine- "Sin ningún incidente" agregó para sí misma.

-Jo, quiero que seas feliz- dijo su hermana de pronto, sorprendiéndola.

-¿De qué hablas? Soy feliz.

-No, no del todo. No como antes. Desde nuestras vacaciones pasadas en el mar siento que algo no está bien, pero no adivino qué, y no me lo dirás tampoco. Últimamente has vuelto a ser un poco más como tú misma, pero no del todo.

-Beth, soy feliz como siempre.

-No completamente, sé que en Dorset no podría lastimarte nadie ,¿verdad?, pero aún así no puedo evitar sentir que estás herida. Y yo quiero que seas feliz, pero no a medias, sino completamente.

-Estoy bien, no tienes que preocuparte por mí.

-¿De verdad,Jo?

-Estoy bien, y si tú eres feliz soy capaz de usar el vestido rojo.

-Eso me alarmaría mucho más- respondió Beth notando que su hermana quería cambiar el tono de la conversación. Así que lo dejó pasar, quizás ella estuviese exagerando.

Igualmente, más allá de sus evasivas, Josephine se vio rodeada del entusiasmo por el evento de las Bowman, aquellos días todos parecían estar sumidos en la vorágine de los preparativos. Si se acercaba a las tiendas, estaba llena de mujeres comprando adornos, joyas, zapatos. Dorset parecía invadido 'por un rumor continuo de madres y jóvenes casaderas que hablaban de atuendos y de aprovechar el baile para encontrar un prometido adecuado. Casadas aburridas que esperaban aquel día para presumir a sus más aburridos esposos, pero luciendo vestidos nuevos. Y los hombres solteros que admiraban secretamente a las Bowman pero hablaban mal de ellas porque sabían que jamás estarían a su altura.

Ella solo deseaba que la fiesta pasara de una buena vez y dejar de sentir aquella inquietud que la acompañaba. Se había refugiado en sus libros y en los bosques.

Finalmente había cedido ante su madre sobre comprar vestidos nuevos, principalmente porque sería uno de los últimos eventos de soltera de su hermana y merecía estar deslumbrante.

Así que el día del baile, Beth tenía un precioso vestido de seda de un dorado parduzco con delicados bordados de pájaros en el busto , y ella tenía un vestido color aguamarina con mangas de encaje y flores bordadas en un tono verde más oscuro, semejante al de sus ojos.

-Suéltate el cabello, Jo- insistió su hermana mientras se preparaban.

-No, me gusta así – discutió ella mientras se lo trenzaba.

-Entonces déjame que lo adorne un poco, tienes un cabello tan precioso Josephine y siempre lo llevas recogido, excepto cuando vagas por los bosques. De verdad sospecharé que estás de novia con un Rey Elfo y vas a su encuentro con el cabello destrenzado y los pies descalzos. Y que te ha hecho jurar que no dejarás que ningún mortal vea tu cabellera.

-Estás leyendo demasiado romance.

-Eres tú la que siempre ha leído demasiado- discutió su hermana mientras traía un collar de perlas y empezaba a trenzarlo con sus cabellos- Y antes que me digas algo, no son perlas reales, madre no me dejaría usar sus perlas así y sé que tampoco son de tus favoritas, pero sería inapropiado ponerte flores. Esto servirá- dijo y remató adornándole las orejas con unos pendientes de esmeraldas- Te ves preciosa, sería mejor si pudieras lucir tus ojos , pero me temo que sin gafas terminarías en problemas

-Gracias- dijo observándose en el espejo. Su hermana había hecho un buen trabajo peinándola. Estaba arreglada para el baile, pero al mismo tiempo no dejaba de ser ella misma- Y quien debería tener a una corte élfica a sus pies eres tú, de verdad te ves hermosa, Beth.

-Me conformaré con tener hechizado a uno solo, con que Gabriel piense que me veo hermosa, me basta.

-Creo que volverá a enamorarse.

-Eso espero – respondió la joven sonriendo feliz.

Y de hecho, apenas llegaron al baile con su familia, Gabriel se acercó a buscar a Beth y ya no la dejó ir.

Josephine aprovechó para escapar del centro de atención, al menos hasta que las Bowman hicieran su aparición, pues aunque fueran las anfitrionas aún no se habían presentado, seguramente esperaban que llegaran todos los invitados.

Mientras deambulaba, Jo se topó con las señoritas Meadow y Lake. La primera había llegado hacía un año a Dorset, se decía que era escritora, lo que intrigaba mucho a Jospehine. La señorita Lake había llegado un par de meses antes a visitarla.




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