Carta Siete

“Déjame rota, quiero estar rota junto a ti…”

Pero también quiero reconstruirme a tu lado.

Estás roto, yo lo estoy, todos lo estamos, pero eso no impide que sanemos, nos neguemos, queramos venganza y planeemos asesinatos que no se llevaran a cabo; y que finalmente terminemos perdonando y perdonándonos.

Gracias por llegar a mi vida, aunque no sea el momento, supongo que es momento de decirte adiós con la única ilusión de vivir mi vida sabiendo que, si estamos destinados a caer el uno por el otro, en algún punto nos reencontraremos esperando que cuando me encuentres lleves contigo este libro que no escribí por escribir, sino que te escribí para decirte que te comprendo que pasé por lo mismo y que aun así logré ser yo de nuevo y ser una mejor versión que sonríe y ríe todo el tiempo.

Logré creer en la vida, vivir la mayor parte del tiempo en paz, que te escribí este libro con ciertas lagunas que mereces conocer de mi voz y no de mis letras. Que perdoné y que perdonarás, que sané y que tú sanarás y que no importa si deban pasar algunos años o que exista la posibilidad de no volvernos a ver; pero creo que, si es posible, que nos encontraremos y la vida será tan curiosa y mágica que tú en tus manos tendrás esta pequeña historia de mí.

De Nerea 4 años menor que tú que te hizo saber que su corazón le decía que tú pudieras ser el indicado y al que tanto ha buscado para ser parte de un equipo aunque haya sido el momento equivocado.

Gracias por leer el libro que no escribí por escribir y buen viaje…