Carta I

Te amo.

Te amaré hoy y siempre. Y duele amarte, porque ya no podrás abrazarme.

¿Qué haré ahora? ¿Estaré bien? ? Algún día podré olvidarte? ¿Algún día dejará de doler tanto?

Estoy cansada, tan cansada. Me paso una pequeña parte del día –noche– llorando, por ti o por las desgracias que tengo que vivir.

Es duro que ya no estés.

Te extraño.

He extrañado a muchas cosas y personas a lo largo de mi corta vida, pero nunca antes extrañar a alguien fue tan doloroso como ahora.

Estoy cansada. Cansada de extrañarte, cansada de ver tus fotos, cansada de seguir adelante. Cansada de vivir.

Pero debo seguir en pie, te hice una promesa y debo cumplirla.

Así que por favor recuerda: te amaré toda mi vida y aún después, mi pequeña mariposa.

Te quiere, un tulipán marchito.