Las cenizas de la historia y la princesa de los no muertos

Capitulo Cuatro

Dentro del plano de los espíritus en el reino de los sueños, Beatriz se encontraba soñando. No era nada en especial, solo el típico sueño del cual uno se olvida apenas abre los ojos. Pero esta vez fue algo diferente.

Su sueño se vio interrumpido y el lugar en el cual estaba se transformó en una pradera llena de cenizas, de las cuales se generaba un extraño fuego violeta. La chica confundida ante tal cambio de su sueño comenzó a caminar por el lugar, el fuego no la lastimaba y a su alrededor podía ver troncos totalmente negros de árboles.

Después de haber caminado por un rato ella se encontró con nadie más que con su amigo el Señor Devorador de Almas, aunque este estaba de espaldas. El no muerto se voltio pero parecía no reconocer a su amiga, de su boca salieron unas palabras.

-Para cualquiera interesado en un lugar seguro alejado de cualquier rastro de seres vivos puede venir a refugiarse a este lugar. Si me juran lealtad yo les entregare lo que aprecian, si le interesa esta propuesta solo venir a las coordenadas de este hechizo-

-¿Pero qué? ¿De que estas hablan…-

Antes de poder terminar de hablar el sueño simplemente termino y Beatriz fue expulsada de nuevo hacia el plano físico.

Ella se despertó algo alterada, al mirar por el gran agujero en la pared que daba al patio vio asomarse a los rayos del sol y mirándose las palmas de las manos dijo.

-¿Ya es de día? Que sueño más extraño-

Ella se levantó y se colocó su vestido de siempre, luego salió de la habitación del rey y se dirigió hacia el comer donde un esqueleto con vestimenta de chef le trajo algo para desayunar.

Esta vez ella si tenía un poco de hambre.

Tomando sus cubiertos Beatriz comenzó a comer y solo se detuvo un segundo para ofrecerle un poco de su comida al esqueleto, quien simplemente se había quedado al lado de ella observando como comía.

-¿Quieres un poco?-

El esqueleto negó con la cabeza, o mejor dicho con el cráneo.

Ella se esperaba esa respuesta pero de todos modos le ofreció comida por una cuestión de modales.

Una vez que acabo de comer se levantó de la mesa y se dirigió hacia donde estaba su amigo, mientras que el esqueleto chef recogía los cubiertos sucios e iba a la cocina.

Bajando por las escaleras hacia la sala del trono en el primer piso ella se encontró con el señor Devorador de Almas sentado en los restos del trono, el parecía estar muy metido en sus pensamientos. Y algo diferente que noto en la sala fue que en vez de haber dos guardias, había tres.

Eso no era algo común ya que siempre había dos guardias en la sala del trono, uno en la tesorería del segundo sótano y otro en la entrada del castillo. Desde que ella los había revivido usando el anillo esa siempre había sido su posición.

<Al parecer el decidió mover a uno más aquí>

Las razones de esto le llamaban la atención, pero ella confiaba en su amigo por lo que ignoro eso.

Cuando el no muerto noto la presencia de la niña giro su cabeza en la dirección donde se encontraba ella.

-Oh ver. Así que ya despertaste, hoy fue un poco más temprano de lo usual ¿Cómo dormiste?-

-Bien, aunque tuve un extraño sueño en el cual tu aparecías y decías unas cosas que no logre comprender del todo- Contesto la niña a la pregunta de su amigo mientras tenía una dulce sonrisa en el rostro.

El no muerto se sorprendió al escuchar eso.

-Qué extraño que hayas soñado eso. Te explicare, lo que soñaste en realidad fue un hechizo de comunicación que desplegué en una zona muy grande. Pero lo extraño es que solo debía ser captado por otros seres no muertos- Luego de decir eso el Devorador de Almas llevo sus manos a su barbilla y pensó por un segundo en todas las posibilidades.

-Seguro fue por causa del “Anillo Pentalfa” que portas, así que no es nada de qué preocuparse-

-¿Pero porque lanzaste ese comunicado a otros no muertos?-

-Ya que acabe con la mayoría de las bestias que destruyeron este reino, mi segunda misión es cuidar de ti hasta el fin de tus días y para realizar esa tarea lo mejor posible me gustaría conseguir la ayuda de otros seres no muertos de gran poder-

En el interior de Beatriz floreció la felicidad al escuchar la preocupación de su amigo por protegerla, era un amor que pocos podían ofrecer. Aunque también ¿Eso podría deberse a las memorias de todos los habitantes de la capital de Theia? Quienes le gritaban desde el interior que debía protegerla.

Al escuchar esas palabras la chica respondió infantilmente –No hay otro ser tan poderoso como tú-

El no muerto comenzó a reírse –Es muy probable que esos sea verdad. Pero igual recibir ayuda de algunos Lichs escondidos por los países vecinos me gustaría-

Luego de esa conversación Beatriz fue a seguir con sus estudios, si seguía a ese ritmo dentro de dos semanas comenzaría a practicar la invocación de golemns utilizando círculos de invocación básicos que traía el libro, además de comenzar a aprender cómo hacer pergaminos de invocación.



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En el texto hay: fantasia oscura, relatos cortos, suspenso magia

Editado: 08.05.2019

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