Las chicas del Fbi también pueden ser sexis (editando)

Colton Lewis

Le conté a Keira todo lo que sabía de él, y a primera vista, se podía observar que a ella le había llamado mucho la atención, alguien a quien ni siquiera conocía.
Pasadas varias semanas de un dolor intenso, decidí continuar con el caso.
-¿Tenéis algo nuevo?-Pregunté nada más entrar en la sala.
Todos levantaron la cabeza y me observaron.
-Por desgracia, no.-Logró decir Janeth.
La miré extrañada.
-Decidimos darte un tiempo y tener el caso pausado, mientras investigamos las posibles huellas dactilares que se hayaban en la pistola o bala. Pero no encontramos nada, si fue un homicidio, nuestro sujeto usó guantes.
Sonreí y me acerqué al ordenador en donde estaba Colton.
-¿Tenéis las tiendas en donde se compran esas armas?-Pregunté.
Asintió y me las mostró.
-Voy contigo.-Anunció.
Ambos salimos de allí rápidamente, quería aprovechar estas dos semanas en las que solo había estado lamentándome por la muerte de mi madre.
La primera tienda se situaba a las afueras de la ciudad en donde vivía.
-Buenos días, somos del FBI.- Anunciamos al únisomo mietras Colton mostraba su identificación.
-Prometo que he vendido las armas legalmente.-Anunció el dependiente con miedo.
-No venimos por eso.-Aclaré-¿Vendió alguna beretta en los últimos días?
-Hace meses que no me compran ese tipo de arma.
El hombre sacó los recibos de la gente que había comprado aquel tipo de pistola, y nos los mostró.
Colton y yo nos miramos, observamos con detalle cada uno de ellos.
Sacó su móvil y fotografió lo que estaba encima del mostrador.
-Muchas gracias.-Dijo Colton.
Pero cuando íbamos a salir por la puerta se volvió a dar la vuelta.
-¿Ninguno de sus clientes le dijo para que quería el arma?
-Solo uno de ellos mencionó que la utilizaría para protregerse. Aunque le mencioné que si llegaba a matar a alguien tendría graves problemas.
Me quedé pensativa por varios segundos y le susurré a Colton:
-Pregúntale cuál de los cuatro clientes es.
-¿Quién es el que te dijo eso?
-Andrew Anderson, según su DNI, tiene veinte años, por lo que ya está autorizado para la compra de armas.-Hizo una pausa.-¿Han matado a alguien, agentes?
-Estamos trabajando en ello.-Contesté.
-Abby, deberíamos ir a ver a ese tal Andrew Anderson.-Cogió su móvil.-Voy a llamar a Janeth, a ver que más puede averiguar sobre él.
Después de cinco largos minutos, Colton averiguó que Andrew no vivía muy lejos de aquí.
-¿Vamos ahora, no?.-Pregunté intrigada.
Asintió y salimos de la tienda.
Mientras íbamos hacia allí, Colton me preguntó:
-Tengo curiosidad ¿Que estudias?
-Criminología.-Contesté ansiosa.-Cuando se acabé el verano empezaré mi último curso.
-Ahora entiendo porque accediste tan rápido cuando Michael te dijo aquello y también porque te lo propuso, porque no es algo que se deba hacer.
-Me habría gustado trabajar en un caso, y mira...aquí estoy.
-Pues me alegro.-Miró hacia el frente.-Por cierto, siento preguntátelo, así, desde tan frío, pero ¿Que tal vas con lo de tu madre?
Al escuchar eso, los ojos empezaron a llenarse de lágrimas.
-Perdón.-Se disculpó Colton.-Estaré callado, lo prometo.
-No es culpa tuya.-Absorbí las lágrimas.-Esto me esta afectando mucho.
Él paró el coche a un lado de la carretera, y cuando lo hubo hecho, me puso la mano en el hombro.
-Sé lo que es pasar por esto, mi madre también murió, pero tienes que ser fuerte, y recordar que esté donde esté, ella siempre va a estar contigo.
Le abracé con fuerza mientras mis lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas sonrojadas.
Cuando me hube tranquilizado continuamos nuestro camino.
Llegamos a la casa de Andrew Anderson, una casa como otra cualquiera, con la pared blanca y una harley aparcada en frente.
Subimos las escalera del porche lentamente y llamamos al timbre.
Nos abrió un chico rubio con ojos marrones que llevaba una cerveza en la mano.
- ¿Andrew Anderson?-Logró decir al fin Colton.
-¿Quienes son?
-Necesitamos hablar con él.
-Está bien...-dijo como si nuestra presencia allí le molestara.-¡Andrew, un chaval y su novia preguntan por ti!
El chico se marchó dejando paso a otro; tenía el pelo marrón y vestía una camiseta blanca que le resaltaba su cuerpo esculpido y sus diversos tatuajes.
-¿Que queréis?  Estoy ocupado.-Dijo a modo de saludo.
-Necesitamos que vengas con nosotros a comisaría.-Anuncié seriamente.
-Mira nena, ahora no tengo ganas de jugar ¿Que tal si luego te acercas y jugamos todo lo que tu quieras?
Me guiñó un ojo y yo fruncí el ceño.
-Somos del FBI.-Explicó Colton.-Acompáñanos a comisaría.
Andrew resopló y cerró la puerta para venirse con nosotros.
-¿Me podéis explicar de que coño va esto?-Preguntó una vez en la sala de interrogatorios.
-Iremos al grano, Andrew.-Le enseñé la foto de mi difunta madre.-¿La conoce?
-Esa señora podría ser mi madre.
-Exacto ¿La conoce? Si o no.
-No recuerdo a verla visto en ninguna parte.
Colton escribió algo en una libreta que le acompañaba.
-Bien, sigamos.-Me miró.-Y ahora cambiemos un poco de tema ¿Le resulta familiar esta bala?
-¿Por qué debería serme familiar?
Colton se levantó de un salto y apoyó las manos en la mesa.
-Si colabora será mucho más fácil.
-Eres sospechoso de un delito.-Aclaré.
-¿Es por llevar tatuajes?-Contestó poniendo morritos.
Mi compañero de FBI, abrió la puerta y se marchó dando un portazo.
-Parece que tu amigo se ha enfadado.
Le miré sin decir nada, y su mirada se bajo a mi escote.
Sonreí y aproveche para preguntarle:
-¿Que hizo ayer por la noche?
Me miró a los ojos rápidamente.
-¿Ayer?-Asentí.-Pues ayer me fui a tomar unas cervezas con mis amigos y luego me fui a mi casa solito...
Me crucé de brazos para que resaltara más.
-¿Y esa pistola que compraste hace unos meses?
-Por si las cosas se ponían feas.
Arqueé una ceja.
-Si matas a alguien ¿Sabes que podrías estar en la cárcel?
-Ya he estado en la cárcel.
Me quedé callada mirándole fijamente, sin saber que decirle.
-Esta tarde te recojo a las ocho en la puerta de la comisaría.-Dijo sin esperar mi respuesta, luego se marchó. 
Yo seguía allí quieta. 
-¿Abby?-Preguntó Michael-¿Te encuentras bien?
Asentí y me levanté torpemente.
Salí y fui a hablar con Janeth
-¿Quién es ese chico?-Dije para mis adentros mientras pensaba en Andrew.
Observé como Colton se me quedaba mirando y extrañado me preguntó:
-¿Te ha dicho algo más?
-¿Quién es?
Janeth me respondió:
-Andrew Anderson, ha visitado la cárcel varias veces. Por violencia callejera y por hacer cosas ilegales.-Me miró.-¿Qué ha pasado allí dentro?
-Me dijo que me vendría a buscar esta tarde a las ocho. Estoy nerviosa.
-Sería muy buena excusa para que nos pudiera contar lo que sabe.-Propuso Janeth.
Observé como Colton miraba de mala manera a Janeth, y presentí que no estaba de acuerdo con lo que había dicho ella.
Esa misma tarde llamé a mi mejor amiga, y le conté lo que había sucedido.
-¿En serio que Colton se puso así?
-Si, creo que algo celoso estaba.
-Claro que estaba celoso, si no hubiera aprobado sin ningún problema lo de Janeth.
Solté un suspiro y nos quedamos calladas durante unos cuantos segundos.
-Sea lo que sea, debes tener cuidado, ese tal Andrew no me da muy buena espina.




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