Las chicas del Fbi también pueden ser sexis (editando)

¿Enamorada de un asesino?

Andrew me llevó por toda la ciudad hasta llegar a un bar.
-Thomas.-Dijo Andrew dirigiéndose al chico de detrás de la barra.-Dame dos cervezas.
-Claro tío.-Luego me miró.-¿Nuevo ligue?
Se rió y le dio un trago a su cerveza, pero no contestó.
-Andrew ¿Puedes contestar unas preguntas?
-Depende ¿Gano algo haciéndolo?
Suspiré, realmente era insoportable.
-Estoy trabajando en el caso de mi propia madre, muerta.
La sonrisa que tenía en su rostro despareció, mostrándome una mueca de asombro y de sorpresa.
Yo continúe:
-¿La conoces?
-Si.
El corazón me empezó a latir con fuerza.
-Si te cuento esto... prométeme que no se lo dirás a nadie, por favor.
Asentí.
-La veía todos los días desde mi ventana. Normalmente ella se dirigía al metro.
-¿Y cuándo no lo hacía?-Pregunté ansiosa.
Dí un trago a mi cerveza mientras él me contestaba.
-A esta casa.-Respondió mientras me enseñaba en su móvil una casa blanca con las ventanas tapiadas.-Pero no estoy del todo seguro de que fuera tu madre.
-¿Qué es ese lugar?
-No tengo ni idea.
Más tarde Andrew y yo salimos del bar y fuimos a dar una vuelta.
De pronto me colocó la mano en la cintura y yo no me inmute, simplemente me empecé a poner nerviosa y asentir un temor que me inundaba por completo.
-Abby, ese chico con el que has venido antes a mi casa... ¿Era tu novio?
Solté una risita nerviosa y negué con la cabeza.
-Era un simple compañero de la FBI ¿Por?-Le miré con una sonrisa.
-Por curiosidad.
Me quedé pensativa, y me imaginé a Colton y a mi juntos, como pareja; entonces me sonrojé.
-¿En que piensas?-Me preguntó riéndose.
-En nada.-Contesté rascándome la cabeza.
Cuando me hube despedido de él, entré en casa silenciosamente.
-Hola, ya estoy casa-Dije sin esperar respuesta.
-Bienvenida-Me respondió una voz grave que provenía del salón.
Retrocedí un paso y salí de allí corriendo hacia la casa de mi mejor amiga.
-¿Que ha pasado?-Preguntó Keira a mi llegada
Mientras volvía a coger aliento, dije:
-Había alguien en mi casa.
Keira miró para todos los lados y después cerró la puerta.
Su madre sobresaltada me miró y se asombró al ver que había venido corriendo hacia aquí.
-Abby cariño ¿Estás bien?
-Mamá.-Contesto por mi Keira.-Hay alguien en su casa.
Su madre nos miró extrañada y con mueca de sorpresa.
-¿Alguien?-Asentí.-Bueno... pues iré a ver, no tardo nada.
-Ten cuidado-Advertí.-Espere, sería mejor llamar a la policía.

Pero ya era tarde, ella no me había oido.
Cuando se hubo ido, Keira me llevó a su habitación.
Mientras tanto, Olivia, la madre de Keira, se dirigía a mi casa.
Entró con cuidado y no vio nada, todo estaba oscuro.
De repente pisó algo que crujió bajo sus pies.
-Cristales.-Susurró de tal manera que solo ella podía oírse.
Continuó andando y se percató de que alguien la estaba mirando desde algún lugar de la casa.
Atravesó el salón con sumo cuidado y cuando lo hizo, se encontró cara a cara con aquel hombre. Con ese gilipollas que había matado a mi madre.
-¿Qui-qui-quién eres?-Tartamudeó Olivia.
-¿A quién le importa eso?-Respondió con una sonrisa en su rostro.
Olivia retrocedió un pasó y colocó su móvil detrás de ella para poder llamar a la policía.
Luego salió corriendo hacia la planta de arriba y marcó el 911 mientras le temblaban las manos.
-¿Hola?
-Dígame ¿En que la puedo ayudar?
-Ayuda...
El hombre la tapó la boca y desapareció con ella.
Mientas,en casa de mi amiga, ella se empezó a preocupar.
-Mamá tarda mucho en venir.-Dijo preocupada.-¿Le habrá ocurrido algo?
-Está bien,no tienes porque preocuparte.-Respondí insegura.
En ese mismo instante, Michael comenzó a llamarme.
-¿Qué ocurre?
-Acaban de llamar a emergencias. Ha desaparecido una señora en la ubicación de tu vivienda.-Miré a Keira preocupada.-Ven a comisaría, rápido.
Me levanté de un salto de la cama y le anuncié a Keira lo que me habían dicho.
-Si quieres puedes venir-Aclaré.
-¿Es mamá, verdad?
-No lo sé, pero esperemos que no.-Mentí. Sabía bien de quien se trataba
Fuimos a la comisaría a todo correr, estaba preocupada por lo que acababa de pasar.
Sabía que aquella mujer desaparecida era Olivia; la culpa había sido mía...
Dentro todos parecían muy alterados, Anna iba de un lado para otro sin parar de mirar unos papeles que llevaba en la mano. En cambio, Michael estaba sentado frente al ordenador con una taza de café en sus manos. Pero a Colton, no le veía por ninguna parte.
-Abby.-Dijo Anna al verme.-Tienes que venir a ver esto.
Me acerqué a ella y me mostró el teléfono de Olivia.
-Lo hemos encontrado en tu casa, después de rastrear la llamada que habíamos recibido.
Solté un suspiro y cogí el móvil.
Mientras mis manos temblaban fui a donde estaba Keira y se lo enseñé.
Se tapó la boca y noté como se le empezaban a llenar los ojos de lágrimas.
-¡Está muerta!-Gritó.
No la contesté, simplemente la abrazaba.
Minutos después Anna se acercó a nosotras:
-Creemos que no esta muerta.-Keira se frotó los ojos y la miró con cierto nerviosismo-No hay manchas de sangre en ningún lugar de la casa; lo más probable es que se la haya llevado.
-Tenemos que encontrarla.-Anuncié.- Las primeras veinticuatro horas son fundamentales.
Dejé a Keira sentada en una silla para que se relajara y me fui a investigar con ellos.
-¿Y que hay de Colton?-Pregunté.
-No lo sabemos.-Admitió Janeth.
Al momento me entristecí, no sabía porque, pero lo hice.
-¿Te pasa algo?-Dijo Michael.
-No no, solo es que espero que no le haya pasado nada a la madre de mi amiga.
Anna me puso la mano en el hombro.
-Tranquila Abby, la encontraremos.
Pero yo sabía que eso no iba a suceder, seguramente la encontrarían tirada por algún lado y probablemente muerta.
Sonreí forzosamente y miré el ordenador junto con Michael.
-Se me olvidó deciros una cosa que descubrí hace unas horas.
Michael se acomodó en la silla, y Anna acompañada de Janeth se acercaron aquí.
-Andrew me comentó que había a alguien parecido a mi madre entrar en una casa con las ventanas tapiadas y la pared blanca.
Janeth y Michael se miraron sorprendidos.
-¿Os suena de algo?-Pregunté.
No me contestaron, simplemente me mostraron una foto muy parecida  a la que Andrew me había mostrado.
-Pertenecía a un asesino, Oliver Marshall, por suerte fue arrestado.-Dio un sorbo a su café, que aún conservaba su calor.-Su casa fue tapiada para que nadie pudiera entrar; también habían pensado en demolerla, pero nunca se aprobó.
-Y ahora.-Hice una pausa-¿Vive alguien allí?
Janeth respondió:
-Debería estar abandonada.
-Debería.-Repetí.
-Mañana por al medio día iremos a registrarla, espero no encontrarnos con cosas desagradables.
Anna lsonrió y Janeth le devolvió la sonrisa.
De pronto Colton volvió a mis pensamientos. Necesitaba verle y oír de nuevo su voz....
-¿Seguro que no sabéis donde esta Colton?
Todos negaron.
Me quedé pensativa y decidí salir de allí y ver a Keira.
Pero para mi sorpresa, cuando me acerqué no estaba, me encogí de hombros y salí de la comisaría en su búsqueda.
Traté de llamarla, pero siempre me saltaba el buzón de voz; fue entonces cuando me empecé a asustar de verdad.
Recorrí un par de manzanas para llegar a su casa, pero tampoco estaba allí.
-¿Donde se habrá metido?-Resoplé.
-¿Quién?-Contestó una voz masculina detrás de mi.
Me sobresalté y vi a Colton con esa encantadora sonrisa que yo había observado nada más conocerle.
No puede explicar porqué lo hice, pero le abracé nada más verle.
-¿Me echabas de menos?
-Un poco.
-¿Han descubierto algo más sobre lo de tu madre?
Negué:
-No, hace unas horas ha desaparecido una señora.-Le miré a los ojos.-La madre de mi mejor amiga.
Los ojos se le abrieron como platos.
-Había alguien en mi casa, Colton. Alguien estaba esperando pacientemente a que regresará. Sinceramente, tengo miedo.
-Oh, Abby.-Me acarició la cabeza.-Yo te protegeré. No llevó una pistola encima porque si .Además, siempre he querido utilizarla con algún cabrón.
Le sonreí y noté como de pronto me empezaban a caer gotas de agua en la cara.
-Esta comenzando a llover, es mejor que nos vayamos a resguardar.-Propuso Colton.
-No puedo hacerlo.
Me miró extrañado.
-Tengo que ir a buscar a mi amiga.-Expliqué.
-Está bien ¿Puedo acompañarte?
Asentí y comenzamos a andar hacia el parque.
Y allí la encontramos,  sentada en un banco mojándose con la lluvia.
-¡Keira! Estaba preocupada.
-Lo siento....necesitaba estar tiempo a solas.-Miró a Colton.-¿Tú eres Colton, no?
Él puso un mueca de asombro.
-¿Como sabes eso?-Preguntó
-Abby me hablo de ti.
-Oye...me gustaría quedarme hablando aquí...pero nos estamos mojando.
Keira se levantó rápidamente del banco y nos indicó que la siguiéramos a su casa.
Ella se sentó en el sofá y observó con detalle la foto de su madre y de su padre junto al mar.
-¿Puedo hacerte una pregunta?-Dijo Colton.
Se encogió de hombros y le miró a sus ojos marrones oscuros.
-¿Tu padre está vivo?
-Si, solo que se pasa viajando la mitad del año y solo puedo verle en navidad y en primavera.
-Debe ser duro...
-Lo es, pero lo de Abby es peor.
Yo no quería seguir hablando de ese tema tan frágil para mí, así que decidí preguntar:
-¿Y se lo dirás a tu padre?
-Ni idea, de momento solo quiero descansar.
Nos quedamos varios minutos en silencio, nadie sabía que decir, nadie sabía de que hablar.
En el mismo instante en el que Colton se fue, a mí se me empezaron a cerrar los ojos, y me quedé plácidamente dormida, sin separarme de mi amiga.




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