Las chicas del Fbi también pueden ser sexis (editando)

Aquella casa blanca de ventanas tapiadas

Era un nuevo día, el sol brillaba y las gotas de agua de la ventana comenzaban a evaporarse.
Abrí los ojos y vi a Keira aún dormida, miré el reloj y marcaba las doce y media pasadas.
Me levanté sin hacer ruido y busqué una hoja y un papel para escribirle una nota:


Keira, estaré en la comisaría toda la mañana, luego vendré para hacerte compañía y contarte algo de lo que hayamos descubierto.
Intenta no pensar en eso, un beso:
Abby.

Las tripas comenzaron a sonarme, tenía mucha hambre.
Entré en la primera cafetería que encontré, y pedí un café..
Mientras esperaba a que me lo trajeran, miré por la ventana detenidamente, mientras pensaba en Andrew. 
Y de pronto, el corazón se me acelero sin ningún motivo.
-¿Será que siento algo por él?-Me pregunté a mi misma.
Negué con la cabeza y me sirvieron lo que había pedido.
Di un sorbo a mi café.
Luego fui a la comisaría con paso rápido, quería investigar aquel lugar, con el miedo de no saber lo que iba a encontrarme.
-Hola Colton.-Saludé.
Desvío la mirada del ordenador para poder encontrarse con mis ojos.
-Hola ¿Preparada?
Asentí y me acerqué a él.
-Michael me ha dijo que vayamos preparados, podemos encontrarnos cualquier cosa.-Anunció.-Anna y Janeth estarán aquí dentro de 10 minutos.
Le sonreí y miré sus labios detenidamente.
Cuando Colton se dio cuenta se acercó más a mí; de tal manera que pude respirar su aliento.
Luego me retiró el pelo de la cara y lo colocó detrás de mi oreja.
-¿Qué haces?-Pregunté tímidamente.
No contestó, me sonrió amablemente.
Sentía la necesidad de lanzarme a sus brazos, de agarrarle la camiseta y atraerle hacia mis labios... Pero no hice nada de eso. Me quedé allí, inmóvil, observándole.
En ese momento Colton junto los labios con los míos; se me paró el corazón de repente y me dejé llevar.
Con sus dos brazos, me rodeó la cintura y yo coloqué mis manos sobre su cuello, de tal manera que también podía rozar su cabello.
Y en mitad de aquel placido beso, sin previo aviso, sonreí. Verdaderamente estaba enamorada de Colton, un amor  a primera vista.
-¿Interrumpimos algo?-Pregunto Janeth apoyada en la puerta.
Nos separamos rápidamente y me sonrojé.
Colton negó con la cabeza y cogió la pistola de encima de la mesa
-Podemos irnos.-Añadió.
Salimos de la comisaría los cuatro y fuimos hacia aquella casa.
Una vez allí nos encontramos la puerta medio abierta. Anna se colocó delante de todos nosotros y dio un suave empujón a la puerta.
-Intentar no hacer mucho ruido.-Advirtió Janeth.-Puede que la casa no se encuentre vacia.
Asentimos y entramos con cuidado.
La casa era como otra cualquiera, nada más entrar estaba el recibidor. A la izquierda estaba la puerta cerrada y a mi derecha se encontraba lo que antes podía haber sido llamado salón.
-Vamos a separarnos.-Dijo Colton.-Anna y Janeth registraran la parte de arriba, y Abby y yo la de abajo. Si encontráis algo no dudéis en decírnoslo.
Sin contestarnos ellas subieron hacia la planta de arriba, dejándonos de nuevo a solas.
Colton me miró con una dulce sonrisa y empezó a andar hacia el salón.
-Mira esto.-Anuncié recogiendo del suelo una libreta con algunas manchas de sangre.
-Déjame ver.-Se lo tendí.-Parece un diario.
24/06/2016
Después de que mamá muriera por culpa de aquella asquerosa enfermera, me dije a mi mismo que debía vengarme.
Hasta el día de hoy no he descubierto muchas cosas sobre ella, solo que vive con su hija, perprometo hacerle la vida imposible a ella y a su familia; así pagarán las consecuencias.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo y sentí como si alguien se estuviese riendo de mi.
-Vaya, un golpe de suerte.Nos lo llevaremos,en comisaría lo analizarán.
-Colton, tengo miedo.-Admití.
Me atrajo hacia él y me abrazó con fuerza.
-Conmigo estas segura, lo prometo, no te pasará nada, no mientras esté yo a tu lado.
Le sonreí tiernamente y seguimos investigando el salón vacío.
De repente un grito nos sobresaltó, aquel sonido provenía de la planta de arriba.
Subimos lo mas rápido que pudimos y nos encontramos a Anna y  a Janeth totalmente horrorizadas.
-¿Por qué has gritado?S-Preguntó Colton.
Anna señaló una habitación oscura, en la que no entraba nada de luz.
Miré a Colton y encendimos las linternas a la par.
Estaba atemorizada después de lo que había visto en esa habitación; encontramos cadáveres por todas parte.
-Parece ser que quién quiera que sea, hace colección de cadáveres.-Dije
-Janeth, llama corriendo a Michael y que se traiga consigo a los forenses.-Colton hizo una pausa.-Rápido; por lo que parece los cadáveres llevan aquí meses, aunque es extraño que no suelten un desagradable olor.
Entre la oscuridad comprendí que todos los cadáveres tenían una marca echa con rotulador en el ante brazo.
-¿Esa marca no es la que dejaba Oliver Marshall después de cometer un asesinato?
Anna asintió.
-Pero Oliver ya está muerto-Anunció ella
-Quizás, pero...
Un ruido proveniente del sótano nos asusto a los cuatro.
-¿Qué ha sido eso?-Pregunté.
-Hay alguien aquí.-Hizo una pausa mientras recorría con la mirada la habitación-Voy a bajar al sótano, vosotras iros a la entrada de la casa y esperar a que Michael venga.
Negué.
-Colton, voy contigo.
-Abby, allí abajo hay alguien que puede matarte.
-Quiero ayudar.
Él suspiró y me hizo un gesto para que le acompañara.
-No te separes de mí.-Dijo mientras comenzaba a bajar las escaleras del sótano-Prométeme que no lo harás.

-Lo prometo.-Respondí.

Una vez allí abajo, Colton esperó a que nuestros ojos se hubieran acostumbrado a la oscuridad.
En ese mismo instante escuché una risa; coloqué mi mano encima de la pistola que tenía colocada en el cinturón.
Las piernas me temblaban, y el pulso de mi corazón era acelerado, quizás después de ver aquella habitación sabía que el asesino podría matarnos sin importar que lleváramos armas encima.
-Allí.-Susurró Colton de tal manera que casi no le pude escuchar.-Allí hay alguien.
Su dedo índice señalaba a un hombre sentado en una esquina, el pelo le tapaba la cara y su sudadera blanca estaba manchada de sangre.
-Está muerto.-Admití.
Colton negó, y me mostró que en su rostro había una sonrisa fría y típica de un psicópata.
Me acerqué más a él para poder observarle mejor, pero me agarró del brazo antes de que pudiera hacerlo.
-¿Que coño haces, Abby?-Preguntó alterado Colton.-Lleva un arma en la mano.
Bajé la cabeza y me miré los pies.

-Suelte el arma y deje las manos donde yo pueda verlas.
El hombre no se inmutó.
-¡He dicho que suelte el arma! 
Colton le apuntó con la pistola, y solo así deposito el arma en el suelo.
-Abby...-Dijo él.
Me quedé paralizada y no me atrevía a mover ni un músculo, aunque parecía que solo yo había escuchado mi nombre escapar de sus labios.
-Levántese.-Ordenó Colton.-Queda usted detenido hasta que no se demuestre lo contrario.
Nos subimos al coche para ir allí 
-¿Quién es?-Preguntó Michael.-¿Es el asesino?
-Puede que si, pero no estamos muy seguros.-Admití.
-Llevarle a la sala de interrogatorios.-Dijo Michael mientras iba detrás nuestra.
Me senté en una silla y observé como sus ojos se clavaban en mi.
-¿Que hacia allí, señor....?-Preguntó Michael con gesto amable.
-Jeff, aún no soy viejo como tu. No me vuelvas a llamar señor.
Michael me miró sorprendido y volvió a mirar a Jeff.
-Bien, se...Jeff ¿Qué hacia en aquella casa?
-No son asuntos que deban importarte.
-Somos del FBI.-Hice una pausa.-Mataron a mi madre, y quizás tú sepas algo.
-No eres la única que no tiene madre.-Respondió con sonrisa fría.
Respiré hondo.
-¿Que quieres decir?
-Nada.-Se retiró el pelo de la cara.-No es asunto tuyo.
Después de un buen tiempo en silencio, Michael decidió hablar:
-Por última vez, Jeff ¿Que hacía en el sótano de esa casa?
-Nada.-Y por fin decidió hablar.-Estaba allí sentado. Escuchando como aquel hombre arrastraba aquellos cuerpos por el piso de arriba.
-¿Podrías reconocer al hombre?.-Dijo intrigado.
Jeff negó.
-Iba encapuchado, y no vi muy bien su rostro. Pero me dí cuenta de que llevaba la mano vendada.
Mientras él hablaba yo lo iba apuntando todo en una pequeña libreta de color negro.
-¿Te secuestró?-Añadí.
-No.-Suspiró con una sonrisa.-Yo me deje secuestrar.
Arqueé un ceja y miré hacia Michael extrañada.
-¿A que te refieres?-Continué
No me respondió, me seguía mirando intensamente mientras continuaba con esa sonrisa de psicópata.
Así que decidí mostrarle aquel cuaderno que Colton y yo habíamos encontrado.
-¿Te suena de algo?-Le interrogué.
-¿Qué hacéis con eso? No deberíais leerlo.-Contestó Jeff molesto.
-¿Fuiste tú quien la mató?
Jeff se levantó bruscamente, pero Michael fue rápido y logró esposarle.
-Necesitaras un abogado.-Anunció.-Pasaras la noche en la cárcel
-No tienes pruebas para meterme en la cárcel.
Yo fruncí el ceño y salí de allí, mientras ellos dos se dirigían a la cárcel más cercana.
-¿Ha hablado?-Preguntó Colton acercándose a mi.
-No mucho.
Colocó su mano en mi hombro y eso hizo que me relajara un poco.
-Tranquila, prometo que...
-¡Deja ya de prometer cosas!-Grité.
-Perdón, creí que...
Respiré hondo y le abracé.
Durante un largo tiempo estuvimos abrazados, y ninguno de los dos dijo nada.
-Colton.-Dije tristemente.-Lo siento por haberte gritado así...Necesito saber quién fue ese capullo que le quitó la vida a mi madre.
-En cierto modo, entiendo que te pongas así, yo también lo haría si estuviera pasando por lo tuyo.-Me acarició la cara.-Pero te ayudaré, y este caso lo acabaremos cuanto antes, y juntos,eso es lo que importa.
Sonreí de oreja a oreja.
Cuando salí de la comisaría, fui rápidamente a casa de Keira, para ver como se encontraba.
-Entra...-Dijo a modo de saludo.
-¿Estás mejor?
-Sinceramente,no.
-Hay algo que a lo mejor te puede alegrar un poco-Respondí con una pequeña sonrisa.
Me miró y apagó la tele que estaba viendo.
-Tu madre no esta muerta.
-¿Me lo prometes?
-Lo prometo.- Respondí temiendo mis palabras.
Se tiró a mis brazos y escuché como sollozaba en mi hombro.
-Keira.-Susurré.-Meteré entre rejas a ese gilipollas¿Vale?









 




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