Las Chicas Perfectas

DIESCINUEVE

Sara no hablaba nada de nada, se limitaba a decir lo mismo una y otra vez. No lo sé, me vendaron los ojos. No se nada, ni vi a nadie porque tenía los ojos tapados.

Ésto crispaba los nervios a Nick, quien sentía que le tomaba el pelo totalmente. Debía hacer increíbles esfuerzos para no explotar y ser violento con su esposa.

Pero es que la muchacha no entendía que Nick quería ayudarla en serio, para que deje de vivir con temor a ser secuestrada por ellos otra vez.

Sara estaba cada vez más desesperada debido a que su dorado esposo estaba metiendo las narices donde no debía. Aquello solo les causaría problemas, no solo a ellos sino a sus hijitos también.

En la mansión Archer donde Nick construyó una pequeña fortaleza estaban seguros. Eso Sara podía notarlo perfectamente.

Tanto el mayordomo, como la niñera y todos los criados eran leales a ellos y nadie entraría a esa mansión sin que Nick lo conozca. Pero toda esa protección desaparecería si es que al rubio le llegase a pasar algo, porque Sara nada podría hacer.

Eso Nick no quería entenderlo, y no había forma en que Sara se lo pueda explicar.

Solo quiero ayudarte Sara

Aquello le decía cada vez que intentaba sacarle información sobre esas denoníacas personas.

Si quieres ayudarme Nick, entonces alejate de esa agencia para siempre.

Los últimos cinco días estuvo enferma, ya que vomitaba todo el tiempo. Por eso Nick la llevó junto a Adam para que le haga unos análisis.

Ahora, recibían los resultados de esos análisis, comprobando que estaba embarazada de un mes. Hacía dos meses que hubo regresado a los brazos de Nick. Durante los siete años, los que la violaron usaron preservativos.

Por tal razón no se quedó embarazada en esos años. Pero ahora sí lo estaba, y no dejaría que Nick los siga exponiendo así.

Al llegar a casa, el rubio solo pensaba en festejar aquello. Se sentía radiante, y solo deseaba que Sara comparta su propia felicidad pero ella no sonrió en ningún momento.

- Sara mi amor, es la mejor de las noticias. Tendremos otro bebe. Y ésta vez tú estarás en su vida desde su inicio.

Sara no respondió nada ni demostró sus sentimientos. Cuando entraron a la mansión,  el rubio llevó a Sara a su despacho. Tenía que hablar con ella antes de ver a los gemelos.

- ¿Qué pasa Sara? ¿No te alegra saber que otro bebe se está gestando en tu interior?

- No es eso Nick, por supuesto que me alegra saber que volveremos a ser padres.
- No se nota Sara. Debes cooperar, ya que no puedo hacerlo todo solo.

- Deja de perseguir a la agencia de las chicas perfectas entonces, y en verdad podré volver a confiar en tí.

-¿Qué? ¿Acaso no confías en mí? ¿Es eso Sara? 
- Nos pones en peligro Nick, ellos no perdonan.

- Estás en peligro porque no quieres cooperar, permitiéndoles seguir sueltos torturando a otras chicas.

-¡No! ¡Te conte todo hace siete años! ¡Fuí sincera contigo! ¡¿Y qué logré?! ¡Volver a ellos! ¡Ser secuestrada una vez más! ¡Y ser torturada! ¡Eso logre, maldita sea!

Nick la abrazó soportando sus rechazos, hasta que se calmó. La entendía a la perfección ¿cómo no hacerlo?

- Lo siento Sara, te fallé hace siete años. Lo lamento tanto - Sara lloraba intensamente abrazando a su amado dorado - Por eso me he preparado durante éstos siete años sin dejar de buscarte. Incluso estoy preparando a Anthony ¿sabes?

-¿Preparandolo? ¿Para qué?
- Para proteger a su hermana Ana siempre. Así como yo te protejo a tí. También Ana está siendo preparada para no caer en poder de ellos como tú. Como verás mi amor, no volveré a fallarles ni a tí ni a nuestros hijos.

Sara lo abrazó fuertemente. Respiraba aliviada, pero seguía sintiendo miedo. Nick acariciaba el vientre de Sara sintiéndose feliz.

-Los protegeré a todos. Son mi familia. Anthony y yo las protegeremos a ustedes dos..

Sara cerró los ojos al oír aquello. Protección significaba vivir con miedo y en peligro. Y ella estaba cansada de eso.

Sujetó la mano de Nick en su vientre y abrió sus ojos para verlo con gran dolor.

- Confia en mí Sara, ésta vez no te fallaré. Ya lo verás.
- Te amo Nick, te amo tanto. Pero tengo miedo.

- No soportaría vivir un segundo lejos de tí mi amor - Nick acarició sus negros cabellos con su otra mano - Así que dime ¿Quiénes son los dueños de esa infernal agencia?

- No lo sé - Sara empezaba a llorar - Me vendaron los ojos....
- Te vendaron los ojos, ya veo.

Nick volvió a abrazar a su amada y terca pelinegra, jurándose a sí mismo que no permitiría que la vuelvan a alejar de su persona. Sara abrazó a Nick con fuerza llorando intensamente en su hombro derecho.
 




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