Las Chicas Perfectas

VEINTICUATRO

Llegaron a casa y ambos se fueron a la biblioteca donde siguieron con la confesión de Sara quien estaba desvastada.

Sara directamente fue al mini bar donde se sirvió un poco de champan frente a la asorada mirada de Nick, quien nunca la había visto beber ni fumar.

Tras beber dos tragos, la pelinegra respiró profundo antes de seguir.

- Mi familia solía practicar artes corporales, por lo tanto tuve entrenamiento en ese tema. Sin embargo cuando me secuestraron por primera vez, nada pude hacer. Era tan solo una niña muy inexperta.

Sara volvió a beber otro trago para ahogar su intensa desesperación, ya que se acercaba a esa parte de su vida que tanto la asustaba.

Nick le quitó la copa y la alejó del mini bar sin decir nada. Sara se acercó a la chimenea que permanecía encendida  mientras sacaba una daga de su bolsillo, y más veloz que un rayo la lanzó quedando así clavada en la pared cerca de una de las ventanas a escasos metros de su esposo.

Nick quedó atónito mientras que Sara lo miraba a los ojos con frialdad.

- Ésto es lo que soy Nick, para sobrevivir me sumergí en un mundo mucho más siniestro aún, ahondando en ciertas artes.
-Sara....

- La mujer política aquel y su guardaespalda privado...los que desaparecieron....ellos están muertos ¿sabes?

Su voz se le quebró y las lágrimas volvieron a humedecer su rostro. 
-¿Tú los mataste? - preguntó el rubio y Sara asintió con la cabeza - ¿Por qué?

- Esa maldita mujer,  mató a mi bebe, además de hacer que su guardaespaldas me violara todo el tiempo. Esa maldita agencia arruinó mi vida y convirtió a mi bebe en sangre maldita sea.

- Por eso te pregunté incontables veces quiénes eran. Quería detenerlos y hacerlos pagar por lo que te hicieron mi amor.

-¡Yo también! ¡Quiero verlos muertos! - la joven lloraba intensamente - Pero es algo que haré yo misma. No creo en las leyes Nick,  ya que esa gente se escuda en ellas.

-¿Y piensas volverte una asesina entonces?
- Sabía que no me entenderías Nick, por eso estoy preparada para irme. Desapareceré de tu vida inmediatamente y de la de los gemelos....

Nick la sujetó y besó en la boca con desesperación. Sara le respondió aquel beso con otro más intenso pegandose al cuerpo de su rubio amado.

- ¿Acabaste Sara? Porque ahora es mí turno - sin soltarla un segundo prosiguió - No puedo creer que hayas padecido todo ese infierno, y que jamás me dijeras nada desde que volviste. Pero mucho menos puedo entender, cómo pudiste creer que te abandonaría por ser una víctima.

-Tú....¿me sigues amando Nick? 
- Te amo más que antes Sara, y no solo seguiré a tu lado sino que también me aseguraré de que no vuelvas a beber alcohol ni a fumar. Nuestro bebe debe formarse y crecer sano dentro tuyo. Te cuidaré mi querido amor.

Nick colocó su mano derecha sobre el vientre de Sara sintiéndo cómo el bebe se movía. Adoraba esos momentos.

-Te amo Sara, ya no lo lamentes más. No pudiste evitar la muerte de ese pequeñito, pero puedes vivir por él y tener muchos bebes conmigo siendo inmensamente felíz.

- Nick, soy tan afortunada al tener tu amor.

Se besaron con pasión intensa.
- El afortunado soy yo Sara al tener tu amor. Ahora ¿me permitirás ayudarte a exterminar a esa maldita organización? Tú trabajarás desde las sombras y yo lo haré a plena luz del día desde las leyes ¿Qué te parece?

- No - fue la rotunda respuesta de Sara 
- ¿Qué? ¿Acaso dijiste no?

- Así es, no necesito tu ayuda Nick.
- Pero yo....solo quiero ayudarte, hacerlo legalmente....

- Eso no sirve, nunca sirvió para las víctimas. Solo para los victimarios. 
- Te equivocas Sara, soy abogado. Estudie leyes solo para ayudarte.

- Lo siento Nick, si me amas aceptame pero sin inmiscuirte en mis asuntos. Y esa organización forma parte de mis asuntos....

- No Sara, estás embarazada, eres mí esposa. Voy a cuidarte siempre. Yo también quiero enfrentarlos y destruirlos. Te alejaron de mí por siete largos años mi amor, te torturaron.

- Quiero mantenerlos al margen a tí y a los niños. Tengo miedo....
- Y yo temo perderlos a ustedes dos. 
- El bebe y yo estaremos bien....
- Solo si yo estoy contigo. Somos la luz y las sombras Sara.

La muchacha miró para otro lado apretando los labios. Sabía que era un tire y afloje.

- De acuerdo - luego miró al rubio - Estás conmigo a pesar de saber mi horrendo pasado. Tengo miedo de perderte como tú a mí, y sé que la respuesta no es encerrarnos en ésta segura y hermosa mansión que construiste por siempre.

-¿Somos un equipo entonces? 
- Por supuesto Nick.

Sara se avanlanzó a él besándolo con pasión intensa. 
- Pero jurame que no volverás a tomar...
- Alcohol ni a fumar. Lo juro mi amor.

Nick llevó a Sara al dormitorio donde se quitaron las ropas y se amaron con desesperación.

El rubio podía sentir la desesperante necesidad de su amada esposa por sentirlo dentro suyo.

- Tranquila mi amor, aquí estoy y nunca me iré de tu lado - le susurraba Nick a su amada para relajarla.

-Gracias amado mío. Muchas gracias, ahora demuestrame cuánto me amas ¿de acuerdo?

Sara rodeó las caderas de Nick con sus piernas. El rubio empezó con las embestidas suaves y continuas. El amor respiraba en el aire.

 




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