Las Chicas Perfectas

TREINTA Y DOS

En esos momentos Nick despertaba sudando por cada poro de su piel respirando entrecortado. Se había quedado dormido en su despacho, fuera el atardecer empezaba a caer.

Nick se fue al baño a lavarse la cara, aún tenía aquella horrenda pesadilla en su mente. Instintivamente se tocó la parte de la cabeza donde Dylan le hubo disparado. Nada.

Respiró aliviado. Aún seguía en éste mundo. Luego recordó el secuestro de Anthony y se apuró a buscar el celular.

Llamó a Sara, estaba angustiado, para contarle todo lo que había soñado y de paso para asegurarse de que Anthony se encuentre bien.

Hablaba tan rápido que Sara no le entendía nada. 
—Wow, wow. Alto Nick, alto. Respira profundo y vuelve a empezar.
—¡Esto es serio Sara!
— Es que no te entiendo nada mi amor. Habla más lento.

Nick suspiró profundo y volvió a empezar. Le fue relatando todo el sueño preocupando a Sara a medid que iba avanzando en su relato.

— Necesito que te asegures que Anthony esté bien. 
—Y que tú lo estés Nick, no soportaría saber que algo malo te pasó mi amor. Iré a buscarte ahora mismo.
— Quiero hablar con Anthony.
—Bien.

Sara fue a buscar a Anthony quien estaba a punto de irse, pero fue detenido por su mamá Sara.

—¡Anthony! No puedes salir ésta noche. Ven hijo.
—¿Qué? Pero ¿por qué mamá?
— Es una órden Anthony.
—No es justo, Ana ya se fue.

—Ésta noche tú no saldrás — Sara lo sujetó del brazo y practicamente lo arrastró al living —Además tu padre quiere hablarte. Está en el teléfono esperandote.

Así Sara se lo llevó junto al telefono sin oír sus protestas. Cuando Anthony estuvo del otro lado del tubo, estaba furioso. Habló con su padre sintiéndose encerrado injustamente. Cuando colgó vió a Sara con Ismael quien corría a los brazos del rubio. Anthony sonrió y levantó a su hermanito jugando con él.

— Tengo que salir, cuida a tu hermanito. 
— De acuerdo mamá.

Sara le pidió a Karin que no se despegue de los niños hasta que ella y Nick hayan llegado a casa. Luego se fue.

Fuera era noche cerrada y fría cuando el abogado salió de su oficina para dirigirse a su auto. Fue cuando Dylan lo interceptó.

Sin embargo cuando Dylqn quiso paralizarlo con la pistola eléctrica, Sara fue más veloz y lo desarmó. Porque el que estaba bajo la capucha negra era la esposa de Nick.

Dylan no supo qué sucedió, pero al instante siguiente Sara lo tenía inmovilizado junto a Nick quien le colocaba las esposas. La policía llegaba en esos momentos.

Pero una oscura limousina arrancaba y desaparecía en esos instantes en la oscuridad. Nick le decía a Dylan dolido.

— Eras mí amigo, confiaba en tí Dylan. Pero ahora tu traición te costará caro.

Sara miraba a Dylan más que furiosa.
— Intentaste matar a mi esposo ¿qué crees que le sucederá a tu hijo ahora?

Pero al querer hacer algo, Nick se lo impidió utilizando la pistola eléctrica contra él paralizándolo. La policía llegó y se llevaron a Dylan a prisión.

Lo mismo hicieron con su esposa Irina, deteniendola y llevandose al pequeño hijo de ambos con cuidados sociales. Sus padres estaban detenidos y serían condenados a perpetua.

Sara y Nick se abrazaron fuertemente respirando aliviados. Pero el celular de Nick sonó en esos momentos. Era Adam desde el aeropuerto.

Ana era subida a su avión privado a la fuerza por sus secuaces mientras él decía:

— Nick, no entiendo cómo descubriste a Dylan y a Irina pero no cantes victoria maldito.
—¿Adam? Entregate maldito infeliz, todo acabó.

—Por el contrario Nick. Acabó en éste país, me retiró a otro país y no me.voy solo. Ana viene conmigo.
—¿Qué? ¿Ana?

— Mi intensión era que Dylan te mate y llevarme a Anthony conmigo para desperdazar a Sara pero hubo un cambio de planes.

—¡Papá! ¡Mamá! ¡Ayúdenme! ¡Me subió a un avión! 
—¡Ana! — gritó Nick angustiado

— Olvida a tu hija porque nunca más la volverás a ver. Destruiste mi negocio familiar, y yo te quité a tu hija, tu pequeña niña. Estamos a mano. Adiós.

Luego él colgó y subió al avión privado que empezaba a ponerse en marcha. Ana seguía forcejeando pero el hombre la golpeó en la mejilla izquierda diciendole:

—¡Callate, maldita mocosa insolente! ¡A partir de este momento aprenderás a obedecer maldita perra!

Ana fue atada y colocada en un asiento amordazada. Lloraba en silencio, estaba en verdad asustada.

Adam sonreía con intensa crueldad mientras miraba a la pequeña. Se vengaría de Nick en su hija favorita en el otro país donde se dirigían.

En tanto Sara y Nick se dirigieron al aeropuerto donde les informaron que el avión privado del empresario Adam había despegado hacía quince minutos ya con destino a Estados Unidos.

Nick empezó a temblar, pero Sara lo abrazó con fuerza para calmarlo, mientras le susurraba al oído.

— Tranquilo mi amor, nosotros también partiremos a ese país. No dejaré que nada malo le sucede a nuestra hija.

Nick cerró los ojos intentando recuperar el control. En verdad su adorada esposa era letal cuando debía serlo. Eso lo llenaba de esperanzas.

Fueron a casa a alistarse, por supuesto que Anthony iría con ellos. Karin cuidaría al pequeño Ismael asegurandose que nada malo le sucedería.

Gay, en tanto, se ocuparía de lo que quedaba de esa organización con las leyes. Anthony sabía que su gemela estaba en peligro e intentaba calmarla.

Anthony ayudame hermano.

Ana, estamos llendo hacia tí hermana. Pero dime dónde estás.

En el avión de ese tipo. Me ataron de pies y manos, además me amordazaron. Él me dijo que me enseñarían a comportarme. Estoy asustada Anthony.

¿Sigues en el avión?

Si, aún no llegamos.

Así Anthony les dijo a sus padres lo que su gemelo le hubo dicho.

— Mamá, la están golpeando. La tienen atada y amordazada. Está asustada — Anthony lloraba a más no poder, ya que podía sentir el dolor de Ana.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.