Las Chicas Perfectas

CUARENTA Y TRES

Estaba atrapada en un cuerpo que ya no funcionaba más,  rodeada de personas que a ella no le importaban ya. Así se encontraba Ana en esos momentos en el hospital más prestigioso de la zona privilegiada donde habia sido llevada.

Hacía dos días que sucedió el accidente, y aún no podía reaccionar. La hermosa  doncella dorada sentía todo lo que ocurría a su alrededor, escuchaba las diversas voces y hasta olía los más varidos aromas de la habitación donde se encontraba en esos momentos. Solo eso podía hacer, sentir y escuchar.

Cada vez que la tocaban podía sentir aquel roce, solo que le resultaba imposible reaccionar. Seguía en coma. Sus padres estaban allí como así también sus hermanos.

Pero a los únicos que Ana ncesitaba eran a su esposo y a su hijo adoptivo. Sin embargo ellos no estaban a su lado, y no sabía dónde podrían estar. Pero lo peor de todo era escuchar que sus padres discutían continuamente. No estaban en buenos términos después de su accidente. Eso era más que evidente.

- ¡Es tu culpa Sara! Tú provocaste ésto maldita sea ¿Cómo pudiste? - rugía Nick desbastado por el oscuro panorama que se presentaba para su querida hijita Ana - ¡Fuiste tras ella sin decirme nada! ¡Le perseguiste escapar de tí! ¡Solo para.que Ana tenga este horrible accidente!

Sara se mantenía impávida sin decir nada, pero cada acusación de Nick se clavaban en su corazón como puñales, ya que ella había tenido la mejor intención.

-¿Así que tu piensas que todo ésto se debe a mí culpa? ¿Eso es lo que estás diciendome Nick?

- ¡Si, maldita sea! ¡Por supuesto que sí! ¡Ana está en coma! ¡Demonios! ¡¿Por qué tuviste que perseguirla?! ¡Ana puede morir!

- Basta Nick, ya basta. Si quieres que me vaya tan solo dilo. Pero deja de apuñalarme con tus palabras por favor.

- Si Sara, vete de aquí. Solo vete de nuestras vidas. Después de todo tú no los querías ¿recuerdas? Tuve que obligarte a estar con ellos. Así que solo vete.

Sara se fue sin decir nada, y Nick abrazó a Ana desesperado mientras lloraba.
- Despierta hija, por dios te lo pido. Solo despierta.

Ana estaba desesperada ya que no soportaba saber que sus padres estaban sufriendo así por su culpa, pero todo eso lo ocasionaron ellos mismos debido a la absurda idea de encerrarla y alejarla de su tan amado Kaspy.

Kaspy ¿dónde estás mi amor? Es a tí a quien necesito a mi lado. Mi amor ¡Kaspy!

Sara abandonó la mansión de Nick, pero al querer llevarse consigo a Anthony, su dorado esposo no se lo permitió como abogado que era. No le importó los deseos del mismo Anthony, ya que tenía en mente conservarlo con él mismo.

Lo que Nick ignoraba era que Sara estaba embarazada de tres meses al ser echada de su vida. Así Sara se fue con sus tres amigos a donde solían vivir, en los suburvios de la ciudad. Sin llevarse nada de nada.

Nick, si bien adoraba a su esposa, estaba muy preocupado y dolido con Sara por mandarse sola tras de Ana y provocar su accidente.




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