Las Claves Del Indio

XLVIII. VIAJE A LA PLATA

El retorno lento, con la autopista cargada y resbaladiza, contribuyó a que retomase las cavilaciones -aumentadas ahora- del derrotero incierto por las calles de San Telmo.

Primero, la inesperada presencia de ELCOVE en el ciber de Avenida de Mayo. Después, SERTUFILIUS, que más allá de su enigmática identidad, reaparecía con una publicación que tenía todo el aspecto de carnada, para que alguien picase, ELCOVE o yo.

Aunque pensándolo bien, ¿por qué yo? ¿Cómo podría haber llegado hasta SERTUFILIUS, fuese quien fuese, mi lista de faltantes en la que hacía especial hincapié en esa franja de números? ¿Cómo se enteró de mi particular debilidad, mi predilección? Yo le pasé la lista a ELCOVE, sí. Pero la idea era que él la dejase en espera, hasta que surgiesen de algún otro coleccionista números repetidos que coincidieran con mis faltantes, no que los difundiese. Aunque es posible que lo haya hecho sin que yo me entere, desde el correo del Club. En ese caso, y de no haber aclarado ELCOVE la procedencia de la lista, SERTUFILIUS –a quien ese mail le llega por estar infiltrado entre los que escribieron al IndioClub - podría pensar que la búsqueda era del propio ELCOVE, y ahí sí se entendería que intentara atraerlo, copiándole la estrategia de publicación falsa para hacer caer moscas tipo el CORSARIO. La inquina de SERTUFILIUS con ELCOVE podría explicarse justamente por haber sido víctima de aquel engaño fundacional. Y entre los principales damnificados figuraban el CORSARIO y JUANO, que coincidentemente, en ese momento, se encontraban enfrentados de nuevo con ELCOVE, después de una fugaz etapa de acercamiento.

Pero es especular demasiado.

La otra alternativa sería que la carnada estuviese destinada exclusivamente a mí, que sí confesé a JUANO la obsesión por esos números. ¿Pero por qué motivo? No teniendo JUANO nada en mi contra, habría que seguir conjeturando que a su vez JUANO lo comentó con otr… ¡OQUEDA, claro!

El uruguayo, que me conoce y encabeza sus mails con un Hola Elio, como si diese a entender que ELCOVE y yo somos la misma persona. Y no es demasiado conjeturar que guarde resentimiento contra ELCOVE por algún chisme de JUANO. O vaya a saber, contra mí mismo, por aquella vieja historia de la transacción con "Fuga en el aire", el reclamo que le hice, o los correos falsos de coleccionistas que le pasé…

Aunque esta hipótesis tiene un punto débil, que la hace prácticamente descartable. OQUEDA MENDEZ no puede operar desde Uruguay con Mercado Libre Argentina. Y viene muy de tanto en tanto a Buenos Aires. Pero viene…

Pongamos que está de visita y publica el kiosco de Caram con una cuenta que abrió acá, al único efecto de atraerme, con ejemplares que no poseía y de los que tuvo que conseguir al menos las tapas, seguramente las tapas, porque la venta tiene todo el aspecto de ser fraguada y con la intención de que caiga en la trampa un único comprador, ELCOVE o yo, que para él somos lo mismo.

Nuevamente aparece una objeción insalvable a esta probabilidad: a SERTUFILIUS se lo registra interviniendo asiduamente en Mercado Libre Argentina desde mucho antes, desde la venta fraguada de ELCOVE.

Claro que el uruguayo podría contar de larga data con un cómplice local, usando ambos, indistintamente, la cuenta. Entonces bajo el nick de SERTUFILIUS, se escondería -aparte de OQUEDA- el CORSARIO, por poner el ejemplo que insinuó en su momento ELCOVE. Sin embargo, no es factible rastrear ningún vínculo entre OQUEDA MENDEZ y el CORSARIO, con lo que se vuelve a fojas cero.

Más extraño e inquietante todavía resultaba el encuentro con Sonia. Recuerdo haber seguido con curiosidad la subasta de “Padrino pedófilo”. Estaba convencido, junto a los demás los coleccionistas, que era un fraude, no obstante no haber comenzado, en ese entonces, la ola de fraudes en el sitio. Encontraba la famosa viñeta de los chanchos -además de obscena, impensable para la moral mojigata del Viejo- demasiado parecida en cuanto a dibujo al final de una aventura de la etapa de episodios publicados en la Semanal, nunca reeditados en Andanzas, por el trazo infantil con que se había experimentado en esa etapa.

Después tuve noticias de SOADORA a través de ELCOVE, que me contó que le escribió tratando de rastrear a ALLIPAC para joderlo. Esos dos elementos parecían indicar que SOADORA era un par de Elio. Probablemente varón, dado que sería raro pensar a una mujer enredada en estos asuntos. Probablemente gay, por usar un alias de mujer. En otras tribus historietísticas con las que me he cruzado, como la de una famosa revista escolar, la presencia gay resultaba notoria. En la del Indio no. Conjeturo que la virilidad del personaje, paradójicamente dudosa, en tanto convivía con otro hombre, pero defendida a muerte por sus fans, hacía que si había algún gay entre ellos permaneciese oculto.

La cuestión es que Sonia existía y vivía en San Telmo en el conventillo de Palito y los originales de "Padrino pedófilo” eran reales. Y según pude comprobar fueron realizados por el Viejo, descartando así mis sospechas que perteneciesen a la etapa en que dejó al personaje en manos de su principal colaborador.



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En el texto hay: comic, coleccionista, historietas

Editado: 24.07.2019

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