LXX. LAS PIEZAS DEL ROMPECABEZAS

Cuando voy a subir a mi coche, del Chevrolet rojo estacionado -que no es el de la noventa y uno de Correrías, pero sí debe ser el que visitó dos veces el rancho de Barboza esta tarde- baja ElTony esgrimiendo una chequera y haciéndome señas que lo espere. Alcanzo a ver, sentados en el interior, al morocho retacón y al flaco alto, amigos de Federica.

Aún a riesgo de perder toda mi colección, hago como que no registro a ElTony, arranco el auto y salgo disparado.

Antes de reanudar tratativas con el dueño del Club del Cómic, tengo que aclarar de qué se trata todo este entrecruzamiento de libros malditos y ejemplares codiciados de forma insensata. Y por supuesto, la entrevista tendrá que darse en un lugar más seguro que una estación de servicio de una ruta perdida en medio de la noche. Menos aún puedo exponerme a la peligrosa proximidad del CORSARIO y a la de su compañero, que por las características descriptas por aquél supongo podría llegar a ser el mismísimo JUANO. Me había escrito en su último mail que viajaba a La Plata y hablaba de sacarnos las caretas y volvía a mencionar la dos de Andanzas... ¿Cuál es el influjo de ese número, más específicamente del ejemplar de las crucecitas, detalle por el que, es posible, estuviera interesado desde el principio y que atraviesa también a ALLIPAC, a ElTony y al ahora difunto Orestein? ¿Cómo juegan las relaciones entre toda esta gente?

Si bien ELCOVE quedó en la estación de servicio, parece estar susurrándome, mientras exprimo el motor a ciento cincuenta, aún a riesgo de que explote, y sin que eso me preocupe demasiado, porque quiero, ante todo, que desaparezca del espejo retrovisor el auto rojo que me persigue y porque necesito llegar, a cualquier lado, pero llegar... Parece susurrarme, digo, que todos los personajes están conectados por un hilo casi imperceptible que se extiende hasta lo insospechado. El Rey del Dulce tiene tratos con ElTony, al que le preguntó por la uno sin tapa de Correrías, y sin duda miente, para confundirme, cuando dice que colecciona solamente las del Indiecito y que jamás operó en Mercado Libre. ElTony fue socio del padre del CORSARIO en el Parque. El CORSARIO conoce a JUANO y es enemigo de ALLIPAC, y parece haber llegado a él a través de información que le sacó a Orestein, que tenía a Capillita como empleado y le confió su ejemplar de la dos para que lo guardara en la caja fuerte violentada o no, no se sabe, y que aparte, judíos ambos, era amigo de Isaac, uno de los fundadores del Parque, exiliado de allí en los primeros tiempos, los de ElTony y el padre del CORSARIO. El CORSARIO también está en tratos, quizá a través de Mercado Libre -en la que perdió sus añoradas medallitas y culpa por ello a ELCOVE- con Federica, hija de LOLO, que bien podría ser FEDERICALIBRE, los dos entrando esta mañana al local del Rey del Dulce junto al flaquito de unos treinta años, que bien podría ser JUANO, y que acompaña, en el auto rojo que visitó dos veces esta tarde el rancho, tan visitado de golpe, del antiguo peón de los Quinteros, haciéndose pasar por parientes de ellos, que a su vez eran parientes del Viejo... ¿Cómo pudieron enterarse del remate, de la caja con los libros y revistas de Barboza? ¿Cómo siguieron mi rastro? Deben haberlo hecho desde el rancho, me esperaron agazapados, buscando un lugar donde abordarme... O fueron al kiosco del amigo de mi ex suegro para obligarlo a cantar, por eso estaba cerrado, lo deben haber levantado y, conseguida la información que buscaban -vaya a saber por qué medios-, tiraron por ahí al pobre infeliz, desde el auto rojo que logro despistar, abandonando la ruta, metiéndome por los suburbios de Cañuelas, por calles desoladas que nunca pisé, ni aun cuando buscaba, por mandato de mi ex mujer, al oficial de justicia que me dio la pista del panteón de los Quinteros... JUANO, digo, que acompaña al CORSARIO y a ElTony, haciéndose pasar ante Barboza por parientes del Viejo... ElTony me busca a mí, o a ELCOVE, o a mi fotocopia, o a mi original de la dos, que le compré al kiosquero amigo de mi ex suegro, quien se la compró al ex peón de los Quinteros. ElTony es pieza común de todos los rompecabezas... Y hasta es posible ¿por qué no?, que me haya puesto en la necesidad de vender mi colección, de la que solo busca la dos con crucecitas, que en realidad acabo de conseguir, busca insaciable quedarse con otro ejemplar más, si fuera cierto que el CORSARIO, que lo acompaña, le robó el original de mi fotocopia a ALLIPAC de su caja fuerte, como lo sugería, en medio de su delirio -que ahora creo verdad- el finado Orestein, cuando mencionaba al pibe éste, refiriéndose, qué duda cabe, al morochito petiso que acompañaba a ElTony, que pretende obtener otra dos con crucecitas, en complot con el CORSARIO y JUANO, que se vino de Mar del Plata y se unió a ellos a la caza de ELCOVE, que todos creen que soy yo...

Y por si todo esto fuera poco, aparte está Ezra, que tiene como cliente a Pico, que anda atrás de "30 años en Tierra del Fuego", no el ejemplar más antiguo que llevo en el baúl del auto, sino el otro, el que incluía las profecías y que me birló Orestein, que quién sabe ahora que está muerto dónde fue a parar, o quizá se lo hayan robado a su vez a él y por eso lo asesinaron, Misterioso suicidio, titulaba el diario, dando a entender que hay dudas de que se trate de un suicidio.